Grupo A: Colombia, México, Camerún y Australia

La selección anfitriona, Colombia, fue primera del grupo A con tres victorias en tres partidos y llenó los estadios de Bogotá y Medellín. México acabó en segunda posición, con cuatro puntos, y superó por diferencia de goles a Camerún, que también se clasificó como una de las mejores terceras. 

«Como el grupo incluía a la anfitriona, los encuentros se jugaron en estadios repletos de público —comenta Heather O’Reilly—. Para muchas de estas jóvenes jugadoras habrá sido una experiencia nueva y muy valiosa para su desarrollo. Fueron partidos muy reñidos que se decidieron por resultados muy ajustados, por lo que incluso Australia habrá extraído lecciones importantes de su participación». 

Con la posesión
La capitana, Linda Caicedo (18), es una jugadora importante en este equipo y demuestra mucha efectividad partiendo desde la banda izquierda, aunque también ejerce de delantera centro en algunas fases del juego. Gabriela Rodríguez (10) es una futbolista clave a la hora de subir el balón desde el centro del campo hasta la línea de ataque. El equipo sabe buscar distintas opciones cuando tiene la posesión y posee la capacidad para ir superando líneas y emplear el juego directo.   

Sin la posesión
Colombia trabaja mucho cuando no tiene el balón y, sobre todo, presiona a partir de un bloque medio con un esquema 1-4-1-4-1. La única futbolista que juega en punta de ataque suele iniciar la presión, mientras que las mediocentros son muy efectivas a la hora de frenar las embestidas rivales. El apoyo incondicional del público local da alas a las colombianas, cuya energía complica mucho el juego de sus oponentes.  

Con la posesión
México es una selección técnica y cuenta con futbolistas a las que les gusta iniciar el ataque conduciendo el balón para romper líneas. La centrocampista Alice Soto (10) tiene mucha calidad con la pelota en los pies y suele emplear la conducción como recurso para internarse. Las futbolistas mexicanas combinan muy bien y demuestran una gran capacidad para trenzar patrones de pase limpios y llevar el balón hasta la banda, donde la extremo izquierda Montserrat Saldívar (19) puede entrar en juego. 

Sin la posesión
México es un equipo comprometido, y todas sus jugadoras defienden en bloque y salen a presionar el balón con gran rapidez. Al defender por grupos, ninguna jugadora se queda aislada, lo que provoca que a las rivales les cueste más mantener la posesión o avanzar con el balón. Las mexicanas muestran gran determinación a la hora de recuperar el balón rápidamente y compiten bien tanto en las entradas a ras de suelo como en las disputas. Cuando se enfrenta a jugadoras con un físico más desarrollado, México lo compensa acumulando efectivos en defensa y aplicando una intensidad muy alta. 

Con la posesión
Para sacar el balón jugado desde su propia portería, Camerún da el primer pase en corto y el siguiente en largo, buscando rápidamente a Naomi Eto (10). Naomi es una futbolista clave en este equipo. Con su dominio del juego aéreo, es capaz de habilitar a sus compañeras a partir de balones en largo. Desde las bandas, Camerún es un equipo efectivo con los centros y genera ocasiones a balón parado en el tercio ofensivo gracias a las faltas que recibe Mana Lamine (7) durante sus conducciones. Cerca de la portería rival, en el último tercio, es una selección que juega con una intensidad extraordinaria. 

Sin la posesión
El combinado camerunés acredita un gran nivel de compromiso e intensidad. A menudo, emplea un marcaje individual tremendamente intenso que resulta de lo más efectivo. Su fortaleza física e intensidad defensiva dificultan muchísimo el control del balón por parte las contrarias, así como la construcción de jugadas mediante patrones establecidos. Su centrocampista defensiva, Monique Ngock (14), es fundamental por su capacidad para destruir el juego del rival. Cada vez que Camerún recupera el balón, sale al contraataque en velocidad. No obstante, es una táctica que puede resultar difícil de mantener durante todo un partido, debido a la exigencia física de este estilo de juego. 

Con la posesión
Pese a ser una selección trabajadora y solidaria, Australia sufre para ensanchar el campo y jugar por las bandas en algunos momentos, con lo que sus dos atacantes abiertas (partiendo de un esquema 4-4-2 con un rombo en el centro del campo) se quedan algo aisladas en el último tercio. Aunque no lograron ver portería en el torneo, sí gozaron de buenas fases ofensivas, y sus jugadoras evolucionarán a partir de esta experiencia. 

Sin la posesión
Las dos atacantes de Australia, Kahli Johnson (11) y Tanaye Morris (20), trabajan muchísimo sin la posesión y se encargan de iniciar la presión del equipo. La defensa sabe jugar con intensidad, y sale de atrás para anticiparse y arrebatar el balón a las delanteras rivales cuando estas bajan a recibir. Por su parte, las centrocampistas no dudan en emplearse con contundencia para recuperar el balón. Sin embargo, cuando lo consiguen, lo suelen perder demasiado rápido. 

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