Grupo D: Alemania, Nigeria, República de Corea y Venezuela

«En el grupo D, que resultó ser muy competido y físico, las cuatro selecciones desplegaron estilos de juego muy diferentes. Las tres primeras clasificadas pasaron a la fase de eliminación directa, mientras que Venezuela dio muestras de su continua evolución en esta categoría, puesto que marcó dos goles en su derrota ante Alemania y empató a cero frente a la República de Corea».

Con la posesión
Una característica muy llamativa del juego de ataque alemán es la capacidad de rotación y las sinergias que se producen entre sus tres centrocampistas: Alara Şehitler (17), Sofie Zdebel (8) y Sophie Nachtigall (10). Las dos laterales suelen aparecer en ataque con mucha intensidad para acumular efectivos en el área penal cuando el balón está en el último tercio. Las extremos ponen buenos centros y el equipo cuenta con futbolistas que se sienten cómodas encarando a las rivales, lo que denota la cantidad de recursos ofensivos de que dispone.

Sin la posesión
Para la selección alemana, que suele formar con un 4-1-4-1 sin el balón, el centro del campo es igual de importante cuando no tiene la posesión. Şehitler (17) es la centrocampista defensiva más efectiva del combinado germano. Es una estupenda recuperadora y sabe leer el juego cuando el equipo defiende. Si bien Alemania trabaja en bloque y cada jugadora tiene claras sus funciones y responsabilidades, se muestra ligeramente vulnerable cuando las rivales salen rápido al contraataque o buscan prolongaciones de pases largos.

Con la posesión
Nigeria emplea un estilo más directo y prefiere jugar desde la defensa hasta las delanteras. La central Lucky Nkpa (4) posee una gran calidad individual y es capaz de enviar pases largos y precisos hasta su ariete. Además, la selección nigeriana cuenta con futbolistas fuertes y técnicas en las conducciones, que resultan muy difíciles de parar cuando avanzan en carrera durante la fase ofensiva. También son potentes en situaciones de 1 contra 1 y pueden desbordar a sus marcadoras si se les echan encima.

Sin la posesión
A menudo, el equipo adopta un 4-4-1-1, en el que la pivote defensiva Philomina Yina (10) se erige como figura fundamental para desbaratar los ataques de las rivales cada vez que estas intentan combinar con sus centrocampistas ofensivas dentro de su zona de influencia. Nigeria emplea sobre todo el bloque bajo. Cada vez que recupera el balón, sabe salir al contragolpe en velocidad y aprovechar los espacios que deja el equipo contrario.

Con la posesión
La República de Corea es, por tradición, una selección muy técnica que sabe elaborar la jugada por los tres tercios del campo. No obstante, este equipo exhibe una mayor versatilidad ofensiva y una predilección ocasional por el juego directo. La delantera centro Jeong Da-bin (19) es una ariete muy potente, capaz de aguantar el balón y habilitar a sus compañeras en posiciones adelantadas. En ocasiones, sus recursos técnicos obligan a sus defensoras a hacerle faltas en zonas peligrosas del campo. En tales casos, las coreanas tienen muy bien ensayadas las acciones a balón parado, que Kim Shinji (6) se encarga de ejecutar.

Sin la posesión
La selección coreana emplea un bloque medio o bajo y un esquema táctico 5-4-1 en el que todas las jugadoras se esfuerzan por mantener una estructura defensiva muy compacta. Su agresividad en la presión resulta muy efectiva, puesto que fuerza a las rivales a jugar hacia las bandas y hacia atrás. En situaciones de 1 contra 1, las dos carrileras saben tapar los centros y las defensoras se hacen la cobertura cada vez que alguna se adelanta para presionar.

Con la posesión
Venezuela tiene un planteamiento ofensivo muy positivo. Le gusta conservar la posesión y avanzar combinando por el carril central. Marianyela Jiménez (10) tiene una especial influencia en el juego, con conducciones para romper líneas o pases hacia delante que buscan los desmarques de sus compañeras.

Sin la posesión
Se trata de un equipo muy solidario. Sus jugadoras se esfuerzan mucho unas por otras y presionan lo más arriba posible, sin descomponerse y manteniendo un esquema táctico compacto. A la selección venezolana se le da especialmente bien ganar las segundas jugadas y aprovecha esta virtud para construir jugadas de ataque, con Sabrina Araujo (4) como líder en esta faceta. Aunque el equipo no sea capaz de recibir y controlar los saques de puerta en largo, sí gana las segundas jugadas y construye el juego a partir de ahí. 

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