Organización
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Utilizar una mitad de la pista.
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Dividir la pista en tres zonas.
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Delimitar una zona de anotación a 2 m de la línea de meta.
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Delimitar la otra zona de anotación a 3 m de la línea de centro.
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La zona central debe tener unos 18 m de longitud y ocupar la mayor parte de la superficie de juego.
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Colocar un guardameta y un pivote en cada zona de anotación.
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Organizar una situación de 3 contra 2 en la zona central.
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Un jugador del equipo que esté en inferioridad numérica espera fuera y no se incorpora al ejercicio hasta que sus compañeros se hagan con el balón.
Explicación
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El partido debe jugarse de un extremo a otro y ser fluido.
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El equipo con la posesión del balón dispone de una superioridad numérica de 3 contra 2 en todo momento.
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El objetivo de los dos equipos es llevar el balón de una zona de anotación a la otra mediante pases.
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El juego se inicia en el guardameta, que puede pasar el balón a cualquier compañero de la zona central. Todos los miembros del equipo con la posesión del balón deben tocarlo antes de poder adentrarse en la zona de anotación.
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Si el equipo sin el balón lo recupera, pasa a tener superioridad numérica, y el juego continúa desde ese punto.
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Deberá abandonar la zona de juego un miembro del equipo que haya perdido el balón.
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Pueden darse cuantos toques se deseen.
Variaciones
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1.ª variación: si un equipo combina con el pivote, conserva la posesión del balón y trata de avanzar hacia la zona de anotación contraria.
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2.ª variación: los guardametas juegan en la zona central para practicar los pases y el control del balón.
Principios básicos
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Los jugadores deben cuidar el control de la pelota, ya que, de lo contrario, su equipo puede perder la superioridad numérica y tener dificultades para recuperar el balón.
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Debe darse prioridad a los pases hacia delante, ya que permiten avanzar más rápido de una zona a otra.
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Dado que tienen superioridad numérica, a los jugadores del equipo con la posesión del balón debería resultarles más sencillo crear espacios y abrir líneas de pase.
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Puede recurrirse a movimientos hábiles y constantes para desorganizar al rival, ya que le costará interceptar a los atacantes contrarios estando en inferioridad numérica.