En esta serie de vídeos con observaciones de los expertos, Chris Loxton, jefe de equipo de Análisis y perspectivas del rendimiento futbolístico, analiza junto a la excapitana estadounidense campeona del mundo April Heinrichs y Pascal Zuberbühler, experto en porteros de la FIFA, la inusual estrategia defensiva del combinado canadiense y desentraña un éxito olímpico forjado a base de voluntad. En los instantes finales del programa, entrevistamos a la propia seleccionadora canadiense, Bev Priestman, en busca de los secretos mejor guardados sobre el éxito de su equipo.
Parte 1: LA PRESIÓN DE CANADÁ: CLAVE DE SU ÉXITO OLÍMPICO
03:13
Forzar al rival a jugar por dentro
Canadá jugó con la goleadora de talla mundial Christine Sinclair liderando la ofensiva, por lo que eran conscientes de su poderío en las zonas centrales del campo. Con ello en mente, plantearon una presión orientada a forzar a las contrarias a jugar por el carril central. En este vídeo de su partido contra Japón se observa cómo Canadá juega con líneas muy adelantadas; tanto las centrocampistas como las jugadoras de ataque ejercen una presión sin tregua que acaba por forzar a la guardameta rival a perder el balón.
06:28
Presión sincronizada
«Si apuestas por este sistema, absolutamente todas deben aplicarlo, desde la guardameta hasta las delanteras; de esta forma, puedes ejercer una presión adecuada, algo que demostraron a lo largo del torneo». (PZ)
06:40
El trabajo contenido de las laterales
Canadá apostó por la presión alta y agresiva, pero también hizo gala de una gran concentración en la zaga. En este ejemplo, Allysha Chapman se dispone a presionar a su par hasta que observa cómo una jugadora nipona le busca la espalda, momento en el que decide retrasar su posición para cubrir la incursión rival. Esto demuestra que, además de tener plena confianza en la capacidad de sus compañeras de la línea defensiva para hacer frente a las acometidas rivales, también está leyendo el partido correctamente.
07:12
Canadá no se deshace en ningún momento
El encuentro de las canadienses ante Chile dio buena muestra de lo bien trabajado que tenían el sistema. Aquí vemos de nuevo como Canadá mantiene el dibujo compacto con una línea defensiva adelantada. Presionan a las chilenas para impedir que reciban libres de marca con una maniobra conjunta trabajada sin duda en los entrenamientos. Chile mantiene la posesión unos instantes, hasta que Canadá logra extinguir toda posibilidad de ataque rival.
08:44
«Canadá es consciente de que, en la mayoría de ocasiones, será capaz de recuperar el balón en el centro del campo. Habrá momentos en los que el equipo contrario supere su línea defensiva, pero con este dibujo lo normal es que se lleven el balón en las posiciones centrales». (AH)
Parte 2: VOLUNTAD Y COMPROMISO COLECTIVOS
00:22
Sed de victoria
La determinación y la excelente condición física de las canadienses son cualidades de sobra conocidas, pero el oro logrado en Tokio fue el primer gran éxito de la selección en un torneo importante. Frente a Brasil, Vanessa Gilles dio muestra de la voluntad inquebrantable del combinado con esta carrera al límite culminada con una entrada impecable. La guardameta también hizo gala de una enorme inteligencia al leer la jugada y optar por quedarse en el área al ver que la zaga se encontraba en una situación de dos contra uno.
01:52 y 03:10
No pasarán
Aquí vemos cuatro ejemplos distintos de la inagotable sed de victoria que llevó a Canadá a lo más alto del podio, todos ellos de la gran final disputada ante Suecia. En los cuatro vídeos, las jugadoras canadienses pierden el esférico pero se niegan a rendirse. Quizá el despeje de Jessie Fleming en el último vídeo sea el ejemplo más representativo de la actitud general de su equipo. Fleming hace todo lo que cabe esperar de una defensa de élite en una situación de uno contra uno, y a pesar de no lograr su objetivo, finalmente consigue impedir el centro «in extremis».
02:46
Confianza mutua
«Viendo su ataque, la forma en la que atacaron durante la competición, y la forma en la que defendieron, creo que Bev [Priestman] demostró una confianza increíble en sus jugadoras. Las jugadoras demostraron una gran claridad de ideas con respecto a sus funciones, y simplemente rindieron al máximo en cada situación». (AH)
04:14
Siempre según el plan
Bev Priestman no aplicó sistemas tácticos ni introdujo cambios a la ligera; cada modificación llevada a cabo tuvo consecuencias directas en el partido. Las canadienses confiaban ciegamente en el plan trazado y se limitaron a seguirlo. Estaban decididas a llevarse el torneo y nada ni nadie podía pararlas.
05:05
Canadá con el balón: pase y desplazamiento
Pero para ganar un partido hace falta mucho más que una defensa sólida, y Canadá destacó también en las fases de posesión. Con el balón en su poder, intervinieron no menos de nueve jugadoras, y el juego se basó en una simple premisa: pase y desplazamiento. Este estilo es una de las señas de identidad del fútbol canadiense, y demuestra el grado de confianza que tienen las jugadoras en sus compañeras de equipo.
05:45
Paciencia en la construcción y movimientos inteligentes
En este vídeo de la final, se observa la posición adelantada de la lateral canadiense y cómo la delantera centro comienza a buscar el desmarque, hecho que impide que la defensa sueca adelante su posición. Acto seguido, las canadienses circulan el balón mientras la delantera busca la espalda de la zaga rival. Finalmente, recibe el balón en banda y Suecia se ve obligada a tapar su incursión para impedir una ocasión clara de gol.
07:41
Penalti a favor de Canadá: ¿una muestra del espíritu de equipo?
Estas imágenes muestran los instantes inmediatamente posteriores al penalti concedido a Canadá tras la falta recibida por parte de Sinclair. En un primer momento, la jugadora se hace con el balón para ejecutar la pena máxima, pero posteriormente se lo cede a una compañera 15 años más joven, esto es, a Jessie Fleming. Este cambio podría obedecer a motivos tácticos, pero también puede interpretarse como un acto de generosidad que busca lo mejor para el conjunto y una muestra más del indomable espíritu de equipo de las canadienses.
Parte 3: BEV PRIESTMAN HABLA DE CONCEPTOS TÁCTICOS Y DEL ESPÍRITU DE EQUIPO
00:30
¿Qué le pareció el torneo? ¿Hay algún momento clave que destaque por encima del resto para usted?
«Echando la vista atrás, creo que no jugamos nuestros mejores partidos – en partidos previos al torneo jugamos mejor. Pero había un objetivo común, y el grupo hizo piña en torno a él. Para mí, diría que el punto de inflexión llegó ante Brasil – ese partido se decidió en los penaltis. Fue un gran encuentro en el que me di cuenta de que podíamos llegar a la final. El equipo hizo piña y, a partir de entonces, sabía que podíamos conseguir algo grande, porque veía cómo el grupo sacaba a relucir su carácter y su compromiso con el objetivo común. Esa actitud resultó clave para mí. Y después llegó nuestro primer triunfo ante la eterna rival, EE. UU., a la que logramos vencer por primera vez en los últimos 20 años. Eso cambió el color de la medalla a la que aspirábamos. Ese era nuestro objetivo. Lo logramos, y lo hicimos contra el mejor equipo del mundo. Fue un logro importantísimo para el equipo, y creo que las jugadoras se vaciaron para conseguirlo. Teníamos que tenerlo en cuenta de cara a la final contra Suecia. Al ver la cara de Christine Sinclair, una se daba cuenta de que acababa de conseguir lo que llevaba intentando toda su carrera, y como entrenadora sabes lo que ha supuesto para las jugadoras, emocional, física y mentalmente, lograr ese resultado. Esta victoria nos llenó de moral, y no contemplábamos otro resultado que no fuera llevarnos el oro».
02:00
Tuvimos la suerte de estar en la grada ese día. Uno de los aspectos que observamos fue la labor de conjunto del equipo. Cada jugadora estaba dispuesta a dejarse la piel por sus compañeras, y era evidente la confianza que había entre usted y las jugadoras, la certeza de que pondrían en práctica su estrategia para el partido.
«Aunque cuando me hice cargo del equipo no fuera consciente, la trayectoria del grupo frente a rivales de primer nivel no había sido la mejor; creo que acumulaban ocho o nueve derrotas o empates, y muchos goles encajados. Con solo nueve meses para preparar los Juegos Olímpicos, tenía claro que hacía falta generar confianza rápidamente, crear una visión común y dejar de encajar tantos goles, porque esa nunca ha sido una característica de los equipos canadienses. Siempre hemos sido fuertes en defensa. Así que trabajamos mucho, no solo la táctica, sino la mentalidad y las acciones defensivas y ofensivas. Buscamos consolidar tres principios con posesión y tres sin ella. Independientemente del sistema, la táctica o el juego del rival – cada jugadora era responsable de aplicar estos principios. Fuimos dándole relevancia, partido a partido, y con el tiempo acabas adquiriendo automatismos que finalmente dan su fruto. Afortunadamente así fue, en nuestro caso en los Juegos Olímpicos».
03:18
No se ve a muchos equipos forzar a su rival a jugar por el carril central, pero con ese esquema en rombo en el centro, la táctica os funcionó de maravilla. ¿Podría explicarnos un poco qué le llevó a apostar por esa estrategia en el torneo y cómo logró ponerla en práctica?
«Cuando te haces cargo de un equipo a nueve meses de una cita clave, tienes que analizar a tus jugadoras. Tenemos extremos muy rápidas y una jugadora de gran calidad: Christine Sinclair. Sabía que no podía pedirle a Christine Sinclair que presionase a las centrales porque la necesitamos cuando tiene el balón. Así que todo surgió a partir de las cualidades del equipo y de la idea de aprovechar los puntos fuertes de cada jugadora. Eso es lo que tratamos de lograr».
04:21
En primer lugar, enhorabuena por su excelente torneo. Fue impresionante ver el rendimiento físico de su equipo, además de lo adelantada de la línea defensiva, de lo compacto del esquema y la calidad en la presión. Para presionar así, hay que estar muy en forma. Quizá Stephanie Labbé fue la jugadora clave de su equipo y del torneo. Mostró mucho arrojo y confianza. Y ayudó a su equipo a ganar dos tandas de penaltis. ¿Qué le ha parecido su rendimiento en el torneo y en qué medida cree que resultó importante para su equipo?
05:20
«Su actuación fue increíble. Seguramente el mejor de toda su carrera, y ahora ha colgado las botas por todo lo alto. Lo que no sabe la gente es que, hasta nuestro primer partido, contra Japón, no estaba claro quién sería la guardameta titular. Eso significa que alguien de la talla de Steph tuvo que luchar durante nueve meses para ganarse el puesto. Cuando pasa algo así, cuando una se enfrenta a una situación tan incómoda, acaba alcanzando nuevas cotas de rendimiento. Estuvo increíble. Sin ella, no habríamos podido llevarnos el oro. Su confianza contagió al grupo: detiene penaltis, hace paradas importantes, y creo que, como compañera suya de equipo, enseguida te da confianza saber que cuentas con alguien que no solo va a impedir que te metan gol, sino que además aporta con balón. Creo que da confianza a la zaga saber que tienes una portera que juega bien con los pies».
06:17
¿Quién tomó la decisión final sobre la guardameta titular? Está claro que usted manda, ¿pero quién tuvo la última palabra? ¿Fue cosa suya? ¿Del preparador de porteros? ¿O de todo el cuerpo técnico?
«Tanto el cuerpo técnico como el preparador de porteros participaron en la decisión, pero en última instancia me toca a mí elegir. Aun así, diría que fue una decisión colectiva en la que todos estuvimos de acuerdo. Creo que habíamos dado suficientes oportunidades tanto a Steph como a Kailen Sheridan como para poder evaluarlas. Aunque la decisión final sea mía, me gusta implicar y tener en cuenta al cuerpo técnico; todas las opiniones son bienvenidas».
07:08
Estamos a unos doce meses de la Copa Mundial de Australia y Nueva Zelanda. ¿Qué expectativas le despierta el torneo?
«Esperamos rendir en los Mundiales tan bien como lo hemos hecho en los Juegos Olímpicos. Este equipo nunca ha logrado conquistar la Copa Mundial, pero siempre se nos han dado bien los torneos olímpicos. Y creo que llegamos a este Mundial de forma distinta porque es una competición totalmente diferente – dura el doble, hay más tiempo entre partidos y los rivales tienen otro nivel – es posible pasar de jugar contra las mejores del mundo a enfrentarte a las que ocupan la posición 30 de un partido a otro. Por eso hemos diseñado una estrategia específica para el Mundial. Y, por supuesto, aspiramos al podio».