55) Reconocer el momento para efectuar transiciones ofensivas (Nielsen) - FIFA Training Centre

El momento perfecto para que un equipo inicie una jugada de ataque es el instante en el que consigue el balón, independientemente de la zona del campo en la que esto suceda. Para crear ocasiones de gol, el equipo en posesión puede aprovechar la desorganización del rival y el espacio que esta ha generado por detrás de la línea defensiva contraria.

Para iniciar una transición ofensiva, hay que reconocer el momento adecuado y prepararse para ejecutarla. Las jugadoras que no llevan el balón deberán poseer una visión periférica para detectar los espacios por los que podrían atacar, y el equipo en general tendrá que reconocer las zonas en las que puede crear superioridad numérica e inmediatamente imprimir intensidad al juego.

Nils Nielsen, ex director deportivo del Manchester City Women, imparte en esta sesión una serie de ejercicios a un grupo de jugadoras, concebidos para mejorar su técnica en las transiciones ofensivas. La sesión comienza con un rondo en dos fases, en el que se ejercitan rápidos cambios de posesión. A continuación se practica un ejercicio de 2 contra 2, 4 contra 2 y 4 contra 4, con transiciones constantes. La sesión termina con un juego de ataque a oleadas de 3 contra 2, en el que ambos equipos deberán aplicar intensidad al contragolpe.

Descripción

1.ª parte: Rondo en dos fases: 3 contra 1 y 3 contra 5

2.ª parte: Ataque contra defensa: de 2 contra 2 a 4 contra 4

3.ª parte: Juego de ataque a oleadas: 3 contra 2

Principios básicos

Recalcar la importancia de detectar espacios y prepararse para el cambio de posesión.
Perfilarse y leer el juego ayuda a prepararse para una transición ofensiva.
El cambio rápido de enfoque, de una mentalidad defensiva a otra ofensiva, potencia las oportunidades que tiene un equipo de aprovechar la desorganización de la defensa.
Los movimientos rápidos e intensos sin balón ayudan a los equipos a aprovecharse de la vulnerabilidad de las defensas.
Los equipos deben reconocer cuándo y cómo usar a la jugadora libre en situaciones de superioridad numérica.

1.ª parte: Rondo en dos fases: 3 contra 1 y 3 contra 5

Secuencia básica: en el interior de un cuadrado pequeño de 3 x 3 m, el equipo azul trata de conservar la posesión y la jugadora naranja intenta arrebatársela. Si la jugadora naranja se lleva el balón, lo pasa a una de las cuatro compañeras situadas en el exterior del cuadrado pequeño.

En el primer ejercicio se trabaja la habilidad de las jugadoras para conservar el balón en espacios reducidos. Las jugadoras deberán controlar el balón, perfilarse correctamente, tener una visión periférica y saber leer el juego para superar la presión del rival.

Delimitar dos zonas de ejercicio de 15 x 15 m.
Delimitar un cuadrado de 3 x 3 m en el centro de cada zona.
Asignar 8 jugadoras a cada zona.
Organizar un 5 contra 3 (naranjas contra azules) dentro de cada zona de ejercicio.
Situar las 3 jugadoras del equipo azul y 1 jugadora del equipo naranja en el interior del cuadrado de 3 x 3 m.

Las tres jugadoras del equipo azul tratan de mantener el balón dentro del cuadrado de 3 x 3 m.
La jugadora naranja intenta arrebatárselo.
Si las jugadoras azules aciertan seis pases, ganan el juego y los equipos intercambian posiciones.
Si la jugadora naranja se lleva el balón, lo pasa a una de las cuatro compañeras situadas en el exterior del cuadrado pequeño.
El equipo naranja trata de acertar seis pases, y el azul intenta arrebatarle el balón.
Si el equipo azul recupera la posesión, deberá conducir el balón fuera de la zona para que el juego termine y se pueda reiniciar.

Las jugadoras no estarán estáticas, sino siempre alerta, listas y perfiladas para recibir el balón.
Para ejecutar correctamente el ejercicio, las jugadoras deberán controlar el balón, pasar con precisión y tomar decisiones con rapidez.
Perfilarse correctamente y leer el juego resultan decisivos para conservar la posesión y que el equipo pueda circular el balón en las transiciones.
Hay que pedir a las jugadoras que pasen la pelota por las zonas interiores y no únicamente por el exterior de la presión. Con ello, atraerán al rival y desorganizarán sus líneas para abrir huecos por los que las compañeras puedan recibir.

2.ª parte: Ataque contra defensa: de 2 contra 2 a 4 contra 4

Primera fase: las jugadoras se enfrentan en un 2 contra 2.

Segunda fase: las dos jugadoras del equipo naranja situadas en el exterior se activan y entran en la zona de juego para crear una superioridad de 4 contra 2.

Tercera fase: las dos jugadoras del equipo azul situadas en el exterior entran en la zona de juego para crear un 4 contra 4.

En el segundo ejercicio se trabaja la actitud y mentalidad de las jugadoras para reaccionar ante un cambio de posesión y efectuar una transición ofensiva. Las jugadoras deben estar atentas y adaptar su posición, mentalidad y acciones a la situación que se les presenta.

Utilizar menos de la mitad de un terreno de juego reglamentario como zona de ejercicio.
Reducir la anchura de la zona de ejercicio a 30 m.
Colocar una portería de dimensiones reglamentarias en cada extremo de la zona delimitada.
Situar 1 guardameta en cada portería.
Dividir el grupo en 2 equipos de 8 jugadoras (naranjas contra azules).
Organizar un 2 contra 2 dentro de la zona de ejercicio.
Situar 2 jugadoras de cada equipo por fuera de cada una de las líneas laterales de la zona de ejercicio («jugadoras exteriores»).
Pedir al resto que espere a ambos lados de la portería de su equipo.

Para empezar, la guardameta pone el balón en juego.
La guardameta pasa el balón a una de las dos jugadoras del equipo azul.
El equipo azul busca marcar en la portería del naranja.
Las dos jugadoras del equipo naranja tratan de hacerse con el balón.
Después de un remate a puerta o un cambio de posesión, las dos jugadoras exteriores del equipo naranja se activan y entran en la zona de juego para crear una superioridad de 4 contra 2.
Después de un remate a puerta del equipo naranja o un cambio de posesión, las dos jugadoras exteriores del equipo azul entran en la zona de juego para crear un 4 contra 4.
Los equipos mantienen el 4 contra 4 hasta que se marque un gol o el balón no esté en juego.
Cuando esto sucede, las jugadoras regresan a su posición inicial (situación de 2 contra 2), y el ejercicio vuelve a comenzar con un saque de la guardameta.
Pasado un tiempo previamente establecido, las jugadoras rotarán para que las situadas al lado de las porterías puedan participar en el ejercicio.

Las jugadoras, incluso las que no están activas en la jugada, se mantendrán siempre atentas al desarrollo del ejercicio para participar inmediatamente en la transición.
Con el objetivo de estar preparadas para intervenir cuando su equipo pierda o recupere la posesión, deben mantener la concentración en el juego en todo momento.
Cuando un equipo marque un gol, sus jugadoras reaccionarán de inmediato, se organizarán defensivamente y ejercerán una presión intensa.
Las que esperan junto a las porterías y las guardametas se comunicarán para decidir quién pone en juego el siguiente balón.
Las guardametas reiniciarán inmediatamente el juego para aprovechar la desorganización de la defensa rival.

3.ª parte: Juego de ataque a oleadas: 3 contra 2

Las tres jugadoras del equipo azul atacan y las dos naranja defienden.

El 3 contra 2 se repite en sentido contrario.

En el último ejercicio se practican los momentos ideales en los que lanzar rápidos contraataques. En él se reproduce una transición ofensiva de 3 contra 2, con desplazamientos efectivos e intensidad.

Utilizar menos de la mitad de un terreno de juego reglamentario como zona de ejercicio.
Colocar una portería de dimensiones reglamentarias en cada extremo de la zona delimitada.
Situar 1 guardameta en cada portería.
Reducir la anchura de la zona de ejercicio a 30 m.
Dividir el grupo en 2 equipos de 8 jugadoras.
Organizar un 3 contra 2 (azules contra naranjas) dentro de la zona de ejercicio.
Pedir al resto que espere a ambos lados de la portería de su equipo.

Las tres jugadoras del equipo azul atacan la portería del equipo naranja.
Las dos defensas del equipo naranja tratan de evitar que el equipo azul marque.
Si el equipo azul marca o el naranja se hace con el balón, las dos defensas naranja salen de la zona de ejercicio para que entren tres de las compañeras que esperan junto a la portería, quienes tendrán la posesión.
La jugadora azul que marque un gol o pierda el balón deberá salir de la zona de ejercicio y, por lo tanto, en ella quedarán dos defensas del equipo azul.
El 3 contra 2 se repite en sentido contrario.
Cuando las jugadoras conozcan bien el ejercicio, se empezarán a contar los goles anotados para añadir competitividad al juego.

Las jugadoras entrarán lo más rápidamente posible en la zona de ejercicio para aprovechar la desorganización de la defensa rival y que el juego siga siendo fluido.
Además, pasarán con rapidez a la jugadora libre para aprovechar las superioridades que esta genera.
La jugadora que conduce el balón se internará por las líneas defensivas para crear huecos por los que puedan moverse las compañeras.
Los movimientos inteligentes sin el balón pueden crear ocasiones de gol. Las jugadoras se desdoblarán, efectuarán rotaciones y amagos de desmarque.
Estarán preparadas para cambiar inmediatamente de una mentalidad defensiva a otra ofensiva y viceversa.