#Transición ofensiva

Superar la presión

FIFA, 2-11-2022

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Como ahora son muchos los equipos que intentan recuperar el balón inmediatamente después de perderlo y los niveles físicos son mayores cada temporada, mantener la posesión es hoy en día más difícil que nunca.

Ahora es imprescindible que un equipo que tenga la posesión del balón disponga de una estrategia efectiva para conservarlo, incluso ante una presión intensa. Salir de la presión o superar la presión tras pérdida, que es como suele denominarse esta acción del juego, permite al equipo salir jugando independientemente de lo intensa que sea la presión, continuar la jugada y crear ocasiones de gol.

¿CÓMO SE SUPERA LA PRESIÓN?

A medida que crece la tendencia de los equipos a ordenar la presión tras pérdida, también aumenta la búsqueda de estrategias para desactivarla entre los conjuntos rivales.

Como todas las metodologías futbolísticas, esta situación de juego requiere que el equipo que posee el balón siga unos pasos establecidos para superar la presión alta. También es necesario que los futbolistas piensen rápido y sean inteligentes a la hora de ocupar sus posiciones.

En muchas ocasiones, superar la presión requiere la participación de al menos tres jugadores con roles diferentes:

  •       El jugador que recupera la posesión
  •       El jugador que recibe el primer pase
  •       El jugador que corre para facilitar la salida del balón

JUGADOR 1: EL JUGADOR QUE RECUPERA LA POSESIÓN

La jugadora brasileña demuestra aplomo para conservar el balón y enviar, bajo presión, un pase adelantado hacia un compañero.

Todo comienza cuando el futbolista recupera el balón. Para empezar a romper la presión, este jugador debe tener:

  • tranquilidad con el balón, de modo que no entre en pánico ante la presión intensa de los rivales;
  • conocimiento de la situación tanto de sus compañeros como de los adversarios, lo que le permitirá encontrar con más facilidad el primer pase para superar la presión; y
  •  visión de juego para encontrar a un compañero con una perspectiva más amplia del campo o que pueda emprender una carrera al espacio.

A menudo, el futbolista que tiene la posesión acaba de recuperar el balón, y la mejor forma de encontrar un compañero desmarcado es mirando hacia su propia portería. De esta forma, podrá ver a un jugador que esté detrás o cerca de él, que no se encuentre muy presionado y que haya podido evaluar las opciones que tiene para continuar la jugada. Si no hay ningún pase viable, una buena alternativa es salir conduciendo la pelota. Las virtudes principales que debe reunir este jugador son la rapidez en la toma decisiones y la capacidad para jugar con intensidad.

JUGADOR 2: EL JUGADOR QUE RECIBE EL PRIMER PASE

El futbolista situado al borde del área recibe la pelota de un compañero que está presionado. El receptor tiene una visión más clara del campo y puede tomar una mejor decisión para continuar la jugada.

Para superar la presión, el futbolista que tiene la pelota necesita que uno de sus compañeros esté disponible para recibir el primer pase. Como norma general, el jugador que recibe el balón debe:

  • tener más tiempo y espacio que el futbolista que inicia el movimiento;
  • tener todo el terreno de juego por delante. Una vez en posición, es fundamental que el receptor del pase mueva el balón con intención e intensidad para que el equipo pueda superar rápidamente la línea de presión y continuar la jugada; y
  • ser capaz de leer el juego con rapidez y tener precisión en el pase largo.

Hay muchas formas distintas de superar la presión. A veces se hace mediante una rápida sucesión de pases cortos, pero en otras ocasiones se supera conduciendo el balón entre los futbolistas rivales. También se puede eludir con una carrera en conducción o con un pase largo a un jugador con espacios.

Disponer de tiempo y espacio permite que el futbolista que recibe la pelota pueda tomar la decisión correcta para continuar la jugada y ver la posición de los compañeros desmarcados.

JUGADOR 3: EL JUGADOR QUE CORRE PARA FACILITAR LA SALIDA DEL BALÓN

El jugador que recibe la pelota necesita opciones para seguir la jugada. En este caso hay dos; la más segura es jugar por la línea abierta.

Una vez que el Jugador 1 ha encontrado a un compañero, el Jugador 2 necesita tener una opción de pase o la posibilidad de conducir el balón para superar la presión y abrir el campo.

Ahí es cuando aparece la figura del Jugador 3, que se ofrece para facilitar la salida de la pelota y continuar la jugada. En algunos casos, el Jugador 3 es el mismo que el Jugador 1, que se ha desplazado a un espacio libre. Cuando se recurre al pase largo, generalmente es porque un futbolista más adelantado ha iniciado un desmarque en carrera.

Si el Jugador 2 envía un pase preciso o sale conduciendo el balón en el momento oportuno, el campo se abrirá para su equipo. Para conseguir superar la presión, es necesario romper las líneas del equipo rival.

No existe un patrón rígido a la hora de eludir la presión, porque hay que hacerlo sobre la marcha y la situación del juego no siempre es la misma. Sin embargo, el objetivo no varía: se trata de abrir el campo dejando atrás a dos o tres jugadores rivales como mínimo. Suele funcionar si se ejecuta con decisión y rapidez.

Por lo general, las opciones son jugar entre los futbolistas que presionan, mover la pelota alrededor de ellos mediante pases rápidos y precisos, o romper la presión con un regate decisivo.

CONCEPTOS CLAVE

  • El movimiento del balón tiene que ser rápido y preciso alrededor de los jugadores que presionan.
  • Suele haber un futbolista de espaldas a la presión que descarga el balón hacia un compañero que tenga una visión más amplia del campo.
  • Es necesario que haya un jugador que busque romper las líneas para superar la presión dejando atrás a varios rivales.
  • La salida del balón debe hacerse con ritmo e intensidad para conseguir rebasar o alejarse de las líneas de presión.

RESUMEN

El equipo que quiere superar la presión debe jugar el balón rápido; de lo contrario, inmediatamente se verá sometido al acoso de los rivales.

Para salir de la presión, muchas veces el primer jugador tiene que jugar de espaldas. Si da un toque de más o intenta girarse, es muy probable que acabe perdiendo la posesión. Pero si tiene tranquilidad con la pelota en los pies y confía en sus compañeros, la jugada suele salir bien. A menudo, el primer pase es de solo un par de metros y se envía hacia atrás o hacia los lados.

Lo más importante es que sirva para abrir el campo, de forma que el receptor del balón pueda tener una buena visión del terreno de juego. De este modo, podrá tomar la decisión correcta a la hora de pasar o retener la pelota y podrá ver la posición de los demás jugadores.

Por lo general, las opciones son hacer circular el balón entre los futbolistas que presionan o moverlo alrededor de ellos. Todos los pases deben tener la intención y la intensidad necesarias para salir de la presión y continuar la jugada. Una vez superada la presión, el campo se abre y en muchas ocasiones se obtiene una superioridad numérica interesante a la hora de construir el juego de ataque.

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