32) Fase defensiva y presión tras pérdida (Cristian Flores) - FIFA Training Centre

La presión tras pérdida es una estrategia fundamental que los equipos tienen que poner en práctica de forma coordinada y que los jugadores deben aprender a edades tempranas. La asimilación de conceptos como la cobertura en la presión, lograr que el jugador más cercano al balón sea el primero en presionar e iniciar la presión inmediatamente después de perder la posesión, permiten que un equipo pueda mantener una estructura compacta y esté bien colocado si el rival supera la primera línea de presión. De este modo, aumentan sus posibilidades de asfixiar al equipo adversario y recuperar la pelota en cuestión de segundos y en situaciones de ataque prometedoras.

En esta sesión, el seleccionador sub-15 de México, Cristian Flores, y el segundo entrenador, Adrián Sánchez, dirigen algunos ejercicios para que los jóvenes comprendan la importancia de recuperar el balón inmediatamente después de perderlo en posiciones de ataque. La sesión comienza al mando de Adrián Sánchez, que invita a los jugadores a hacer un rondo de 5 contra 2 en espacios reducidos. Para finalizar la sesión, Cristian Flores dirige un ejercicio de 8 contra 8 en el que los futbolistas tienen que presionar con intensidad y recuperar el balón en zonas muy adelantadas.

Descripción

1.ª parte: rondo de 5 contra 2
2.ª parte: 8 contra 8; juego de presión alta

Introducción

1.ª parte (explicación)

1.ª parte: rondo de 5 contra 2

2.ª parte (explicación)

2.ª parte: 8 contra 8; juego de presión alta

Principios básicos

En este ejercicio participan 24 jugadores de campo y dos guardametas. Los rondos también se pueden hacer con situaciones de 6 contra 2.

Tras perder la posesión, los jugadores deben adaptar rápidamente su mentalidad para recuperar el balón. El jugador que pierde la pelota tiene que ser el que inicie la presión.
La presión para robar el balón se intentará antes de que el rival dé 3 o 4 pases para que el rival no pueda internarse con el balón en zonas de peligro.
Si presiona rápidamente y en bloque, el equipo que defiende puede mantener su estructura de ataque y lograr que sus jugadores sigan ocupando buenas posiciones ofensivas cerca de la portería rival.
El equipo que presiona tiene que asfixiar al adversario e impedir que tenga tiempo para pensar o espacio para maniobrar mientras intenta construir su jugada desde atrás.
El jugador que pierde el balón es el primero que debe ir a presionar para intentar recuperarlo. Sus compañeros tienen que acompañar la presión de forma coordinada y cerrar todas las líneas de pase posibles.
En una organización defensiva compacta durante la presión tras pérdida, los jugadores estarán cerca unos de otros y tendrán que recorrer menos distancia para recuperar el balón.

Esta sesión se ha diseñado teniendo en cuenta una situación real de partido y pretende dar respuesta a preguntas del tipo: ¿cómo podemos aumentar las posibilidades de recuperar el balón rápidamente? ¿Cómo se hace la presión tras pérdida de forma colectiva?

Rondo de 5 contra 2: los cinco jugadores hacen circular el balón alrededor de los límites de la zona, mientras dos defensores tratan de arrebatárselo.

Adrián Sánchez dirige el primer ejercicio, cuyo objetivo es inculcar a los jugadores la mentalidad adecuada para llevar a cabo la presión tras pérdida. Los rondos son uno de los ejercicios más eficaces para asimilar esa mentalidad, ya que acostumbran a los futbolistas a pasar rápidamente de una jugada de posesión a una situación en la que tienen que robar la pelota. Si el equipo trabaja de forma coordinada y con intensidad, la presión se puede llevar a cabo con eficacia y recuperar el balón rápidamente.

Delimitar una zona de 10 x 10 m.
Colocar una portería triangular en el centro de la zona (si no fuera posible, emplear conos).
Situar a 5 jugadores en los lados de la zona.
Situar a 2 jugadores delante de la portería triangular.

Los 5 jugadores situados en los bordes de la zona tienen que circular el balón.
Estos 5 jugadores solo pueden dar 2 toques.
Los 2 defensores tienen que presionar, seguir al poseedor e intentar recuperar el balón.
Si el equipo atacante consigue que el balón pase por la portería triangular, suma 1 punto.
Los defensas tienen que impedir que la pelota atraviese la portería triangular.
El jugador que pierda el balón y el que esté situado a su derecha se colocarán en el centro e intercambiarán posiciones con los 2 defensas, que pasarán a formar parte del equipo atacante.
Los jugadores deben intercambiar sus funciones inmediatamente para que la presión sea efectiva.

A la hora de presionar, un defensa debe cerrar al jugador que tiene el balón mientras el otro cubre diagonalmente el ángulo de pase interior para que a los atacantes les resulte más difícil hacer pasar el balón por la portería triangular o combinarse entre ellos.
Los defensas no pueden dejar que sus rivales atraviesen la línea defensiva; es decir, que el balón pase entre ellos.
Los jugadores que presionan no se limitarán a proteger la zona que rodea la portería, ya que su misión es recuperar el balón, no acompañarlo. El objetivo es robar la pelota a toda costa.
El segundo defensor debe leer la situación e indicar a su compañero dónde tiene que presionar y cuándo tiene que cambiar para hacerle la cobertura.
La velocidad de aproximación al rival es fundamental para recuperar el balón de forma inmediata. Si presionan a los atacantes con rapidez, pueden forzarles a cometer más errores.
La intensidad en las acciones debe formar parte de la mentalidad de los jugadores, ya que es un factor determinante en situaciones de partido.

Explicación

Rondo de 5 contra 2

8 contra 8: el equipo naranja construye el juego desde atrás, mientras que el equipo azul intenta recuperar el balón en posiciones adelantadas.

Cristian Flores finaliza la sesión con un juego destinado a aumentar la intensidad de la presión a la hora de recuperar el balón. Hacer la presión de forma cohesionada y colectiva es fundamental para recuperar la pelota con rapidez y en posiciones adelantadas, lo que permite crear más ocasiones de gol. El ejercicio también enseña a los jugadores a mantener una estructura compacta al aplicar la presión alta tras pérdida y, al mismo tiempo, hacer la cobertura de forma eficaz a sus compañeros.

Delimitar un área de 40 x 50 m dentro de una mitad del campo.
Dividir el área en zonas de 2 x 20 m en cada extremo con una zona de 10 m en el centro.
Colocar 2 porterías reglamentarias, una en cada extremo.
Situar a un guardameta en cada portería.
Organizar 3 equipos de 8 jugadores de campo cada uno.
El ejercicio empieza con 2 equipos que se enfrentan en una situación de 8 contra 8.
El tercer equipo espera en un extremo del campo.

El ejercicio empieza o se reanuda cada vez con un saque de puerta.
El equipo que tiene la posesión debe construir la jugada desde atrás y, al mismo tiempo, avanzar por el campo en bloque.
A medida que el equipo avanza con el balón por los tercios del campo, el bloque debe cruzar la línea para pasar a la zona central e intentar mantener esa posición.
Todos los jugadores del equipo deben haber pasado a la zona central antes de marcar; de lo contrario, el gol no cuenta.
Si el equipo que tiene la posesión pierde el balón en el último tercio, toda el bloque tiene que presionar e intentar recuperar la pelota inmediatamente.
El equipo que defiende debe hacer una presión alta para impedir que el rival construya la jugada de ataque.
Si un equipo pierde la posesión en el último tercio, pero la recupera inmediatamente en esa misma zona y marca gol, suma 4 puntos.
El juego acaba después de cada gol o transcurridos 2 minutos. Cuando se marca un gol, el equipo que lo ha encajado abandona el campo y el tercer equipo tiene 5 segundos para entrar al terreno de juego y empezar a jugar.
El ejercicio se reanuda con el balón en posesión del equipo que acaba de entrar.
La duración total del ejercicio será de 20 o 25 minutos, dependiendo de la intensidad que apliquen los jugadores.

Hay que pedir a los jugadores que construyan el ataque con una estructura clara. Los defensas centrales deben separarse y dejar espacio para que lo ocupe el centrocampista defensivo, mientras los demás centrocampistas y atacantes buscan huecos para abrir líneas de pase.
Cuando un equipo llegue con el balón al último tercio, deberá mantener esa posición y permanecer compacto.
Los delanteros deberán ejercer una presión intensa para tratar de recuperar el balón de inmediato y aprovechar que se encuentran cerca de la portería rival.
Si el equipo que acaba de perder la posesión no puede recuperar el balón antes de que el rival dé 3 o 4 pases, retrasará sus líneas y permanecerá compacto para que a los adversarios les cueste avanzar.
El jugador que ha perdido la pelota (o el que esté más cerca del balón) es siempre el primero que empieza la presión. Asimismo, sus compañeros deben saber cuándo y a quién tienen que hacer la cobertura en todo momento.
Es preciso conseguir que los futbolistas jueguen y defiendan con la máxima intensidad para que puedan ajustar fácilmente su posición en las transiciones y recuperar el balón nada más perderlo.