Earnie Stewart, director deportivo de la Federación Estadounidense de Fútbol, ha vivido en primera persona la evolución de la cultura futbolística del país durante los últimos 20 años. El exinternacional de los EE. UU, que pasó la mayor parte de su trayectoria en clubes de los Países Bajos, explica que, cuando regresaba a casa para disputar los partidos como local de su selección, la experiencia con el público podía resultar algo desconcertante.
Según Stewart, los aficionados animaban en momentos poco habituales, como cuando un jugador cabeceaba el balón. «Si venías de jugar en Europa, esos momentos resultaban algo incómodos», afirmó.
Hoy en día todo es muy diferente. «Hay cultura y ambiente de fútbol. Se están construyendo estadios tanto en la MLS como en la NWSL, y las entradas para los partidos se agotan, lo cual es importantísimo», afirmó Stewart, quien vistió la camiseta de la selección en 101 ocasiones y disputó tres Copas Mundiales de la FIFA. «Eso significa que el deporte ha crecido a un ritmo extraordinario y que la gente ya entiende lo que ve».
Los resultados de la selección masculina también han mejorado sustancialmente. Los EE. UU. han alcanzado dos veces los octavos de final de la Copa Mundial de la FIFA™, los cuartos de final en una ocasión y las semifinales de la Copa América en otra. El año pasado se alzaron con su séptimo título de la Copa de Oro de la Concacaf, además de imponerse en la edición inaugural de la Liga de Naciones de la confederación. Más recientemente consiguieron sellar su clasificación para la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™, donde se enfrentarán a Inglaterra, Irán y Ucrania, Escocia o Gales en el grupo B.
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, desea aumentar la competitividad global como parte de su Visión 2020-23. En este sentido, la disputa en casa de la Copa Mundial masculina en 2026 parece la oportunidad idónea para que los EE. UU. den el siguiente paso y lleguen a las últimas fases del torneo. En cuanto al fútbol femenino, los EE. UU. ya están en lo más alto, con cuatro Copas Mundiales y cuatro títulos olímpicos —récord en ambos casos—, y no tienen pensado moverse de ahí.
Garantizar que todos los jugadores de talento tengan una oportunidad es un punto clave de dicho plan. En ese sentido, el innovador estudio de la FIFA sobre el ecosistema de desarrollo mundial no podía haber llegado en un momento más oportuno, especialmente porque incluía un informe específico por país de cada federación miembro participante.
«Estamos inmersos en la elaboración de nuestro plan de desarrollo técnico. Por lo tanto, era un momento idóneo para que un tercero, en este caso la FIFA, viniera y analizara lo que hacemos —afirmó.
¿Cómo se desarrolla el talento en nuestro país y cuáles fueron nuestras impresiones? Tratamos de combinarlas con las de la FIFA y con las buenas prácticas que ha observado por todo el mundo. Queremos mejorar cada día. Tenemos grandes expectativas para la selección. Vivimos en un país enorme, por lo que contamos con un gran número de jugadores y con las instalaciones necesarias».
Queremos mejorar cada día. Tenemos grandes expectativas para la selección. Vivimos en un país enorme, por lo que contamos con un gran número de jugadores y con las instalaciones necesarias.
Ged Roddy, especialista en alto rendimiento que colaboró en el informe de país de los EE. UU, afirmó que la actitud positiva y abierta de la Federación Estadounidense de Fútbol sirvió para ilustrar los beneficios potenciales del informe para las federaciones miembro.
«Desde la federación estadounidense abordaron este proyecto con una mentalidad muy abierta. Ya entonces venían buscando posibles áreas de mejora porque quieren ser los mejores —afirmó—. No pusieron ningún obstáculo. Mantuvieron conversaciones francas y sinceras sobre lo que a su juicio hacían bien y sobre aquello en lo que consideraban que debían mejorar».
«Utilizaron de la manera más educada posible lo que la FIFA les ofrecía, que es exactamente lo que queríamos que hicieran, ya que, de ese modo, dispusieron de tiempo y espacio para revisar lo que hacían y tomar decisiones acerca de su forma de trabajar en el futuro».
Stewart reconoció los problemas de los EE. UU. para no dejar escapar a jugadores de talento. «Creo hay un modo de organizarnos mejor para que no suceda con tanta frecuencia —afirmó—.
A juzgar por lo que he observado, y también lo que ha observado la FIFA, el problema es que hay demasiadas pirámides diferentes. Si podemos estructurarlo y organizarlo todo de una forma óptima, no sucederá con tanta frecuencia. Sin embargo, como existen todas estas entidades y organizaciones, cada una con su propia pirámide, me imagino que se perderá talento».
También es importante que exista un itinerario claro de la categoría juvenil al profesionalismo, especialmente teniendo en cuenta que, en los EE. UU, el fútbol debe competir con otros deportes.
«Todos los niños estadounidenses deberían poder jugar al fútbol, con independencia del nivel. Algunos llegarán a ser futbolistas profesionales; otros se harán árbitros; y otros simplemente se aficionarán al deporte», afirmó.
En el caso del fútbol femenino, Stewart afirmó que es posible que el itinerario en edad universitaria pase a ser menos importante. «El sistema universitario siempre ha sido una enorme ventaja de la que hemos disfrutado en los Estados Unidos, y eso es algo que estamos estudiando ahora mismo —afirmó—.
En el caso de los chicos, hemos observado que este itinerario ha dejado de ser tan importante. Los equipos de la MLS y de la USL ya cuentan con sus propias canteras. Dentro del ecosistema del fútbol se están creando más academias de chicos, y la previsión es que suceda algo parecido en el caso de las chicas. Es un aspecto que vamos a intentar seguir de cerca».
El objetivo a largo plazo es formar parte de la lista de selecciones cuyo nombre sale sistemáticamente entre las candidatas a ganar la Copa Mundial, además de seguir en la élite del fútbol femenino.
«Al final, se trata también de que el éxito sea sostenible —afirmó Stewart—. Lógicamente, queremos competir con países de mayor envergadura, como España y Brasil, que han disputado finales y siempre llegan a los cuartos de final y a las semifinales. Ahí es adonde queremos llegar. Ese es el objetivo que queremos alcanzar y lo que nos hace venir cada día a trabajar».