En el fútbol de élite, el analista del rendimiento se ha convertido en una pieza clave del cuerpo técnico. Su labor consiste en presentarle al entrenador información importante sobre los rivales —tanto para preparar los enfrentamientos como durante los propios encuentros o en los descansos— que pueda cambiar el rumbo de los partidos. Otra de sus responsabilidades es presentar ante jugadores y técnico un análisis en profundidad del rendimiento del equipo al acabar los partidos. Dicho análisis debe incluir tanto los aspectos mejorables (para que se puedan trabajar) como aquellos que mejor funcionan (para poder potenciarlos). Con el fin de elaborar informes para el entrenador y los jugadores, el analista asiste a encuentros, analiza jugadas grabadas y usa el creciente conjunto de datos sobre partidos disponible en la actualidad.
Los analistas del rendimiento que trabajen en el fútbol de élite deben ser capaces de transformar ingentes cantidades de datos en información útil que los entrenadores comprendan fácilmente y usen para hacer mejorar a sus equipos. Además, deben presentar información de manera clara, precisa y objetiva, sin dejarse llevar por las emociones o el apego a su equipo. Suelen trabajar con jugadores individualmente para apoyarles en su desarrollo y explicarles cómo alcanzar el nivel que les pide el entrenador.
En esta entrevista, hablamos con Chris Loxston, Harry Lowe y Sam Dorin, del equipo de la FIFA de análisis del rendimiento, para aprender más sobre este oficio.
Si eres de esas personas que necesitan recibir constantemente una palmadita en la espalda y un cumplido, te has equivocado de oficio. No es algo que les suceda ni a los futbolistas, ni al cuerpo técnico; en el club, todo el mundo trabaja con un objetivo en mente: ganar el siguiente partido.