Atacar en los saques de esquina: liberar el borde del área para posibilitar remates a puerta

Este artículo se centra en concreto en una táctica que resultó eficaz en varios partidos y con la que Argentina logró generar buenas ocasiones de gol y marcar un tanto frente a México. En lugar de enviar el balón directamente al interior del área penal, Argentina optó a menudo por una secuencia de pases en corto con el objetivo de encontrar a Enzo Fernández (24) libre de marca en el borde del área.

En el primero de los siguientes vídeos, Argentina inicia la jugada con tres jugadores situados en el segundo palo. Además, sus dos centrales avanzan trotando lentamente hacia la misma zona para llegar en el último momento. De este modo, entre los defensores se genera la sensación de que es allí hacia donde se va a enviar el balón, lo que provoca que se concentren en dicha zona. Entretanto, en el borde del área penal, un defensor neerlandés marca y sigue a Lionel Messi (10), que se posiciona para recibir un saque de esquina en corto. Al mismo tiempo, Enzo Fernández comienza a avanzar desde una posición más retrasada hacia el espacio libre que se ha generado en el borde del área penal.

Antes de que lleguen sus dos centrales, Argentina juega rápidamente con Messi. El defensor que lo marca se da cuenta de que el borde del área penal ha quedado desprotegido, por lo que deja a Messi a otro defensor y trata de regresar a dicha zona. Messi pasa a Enzo Fernández, quien, libre de marca en el borde del área penal, dispara con la pierna izquierda sin oposición. El golpeo se va por encima del larguero tras rebotar en otro jugador. 

En el siguiente vídeo, Argentina ejecuta la misma estrategia, solo que ahora sus jugadores parten de posiciones distintas. En este ejemplo, los centrales ya se encuentran en el área penal. Los argentinos cuentan además con un jugador situado en el vértice del área penal del lado donde está el balón, que se convierte en la amenaza más inmediata para el único defensor neerlandés que vigila el borde del área. De nuevo, Enzo Fernández se queda descolgado para dar la impresión de que no supone ninguna amenaza. Esta vez, Messi sale corriendo desde el interior del área para recibir el balón, con lo que arrastra a su marcador. En cuanto Messi recibe el balón, el jugador argentino situado en el vértice del área penal finta hacia el interior y arrastra consigo al defensor situado en el borde. De este modo, Enzo Fernández queda completamente libre para disparar de nuevo a portería sin oposición. En esta ocasión, es el poste el que repele el lanzamiento. 

En los dos últimos vídeos del artículo se muestran sendos ejemplos de esta estrategia en los saques de esquina: uno que desemboca en un disparo desviado contra Polonia (tercer vídeo) y una ligera variación de la misma estrategia frente a México que acaba en gol (cuarto vídeo). En este ejemplo, México envía a dos jugadores a defender el saque de esquina en corto, y Enzo Fernández se da cuenta de que puede aprovechar el espacio que se genera a la espalda de ambos. Esta vez, al recibir en el borde del área penal, se interna con el balón y realiza un disparo al palo largo que acaba en el fondo de las mallas.

En estos ejemplos, los jugadores argentinos demostraron una gran visión de juego. Sabían perfectamente lo que querían conseguir y fueron capaces de interpretar la reacción de los rivales a las posiciones que ocupaban cuando atacaban en los saques de esquina. Las fintas también les permitieron desequilibrar la estructura defensiva rival y generar espacios para Enzo Fernández, un jugador cuya potencia y precisión de golpeo con ambas piernas lo convierten en toda una amenaza en los disparos lejanos.