Reaccionar tras la pérdida de balón

Son muchas las formas de presionar la salida del balón, pero las dos más comunes son la individual y la colectiva.

El jugador que pierde la pelota es quien suele ejercer de manera individual la presión tras pérdida, en un esfuerzo por recuperar la posesión. Lo habitual es que varios compañeros le apoyen en la presión, pero esta acción adolece de la coordinación que conlleva la presión colectiva tras pérdida. Este tipo de presión suele ponerse en práctica lo más cerca posible del área rival para recuperar el esférico lo antes posible.

Resumen

• El jugador que pierde el balón presiona inmediatamente para recuperarlo o forzar la pérdida del contrario.
• La presión individual tras pérdida es un tanto menos organizada que la ejercida de forma colectiva y no conlleva necesariamente la implicación de los compañeros; no obstante, es un método muy directo de intento de recuperar la posesión.
• En el caso de que el equipo que haya recuperado la posesión consiga zafarse de la presión individual tras pérdida, la organización defensiva del equipo superado será menos vulnerable por contar con más efectivos.

Algunos de los equipos de fútbol más laureados en las últimas dos décadas han sido máximos exponentes de la presión tras pérdida organizada de forma colectiva. No obstante, en los últimos años, técnicos como Klopp, Bielsa o Tuchel han llevado este concepto aún más lejos, consiguiendo que sus pupilos recuperaran la pelota lo más rápido y lo más cerca posible de la portería rival.

La presión tras pérdida es una táctica empleada por un número creciente de escuadras del mundo entero. Se fundamenta en la velocidad, la intensidad y en unas grandes dotes organizativas y de poderío físico.

Lo que se pretende con ella es recuperar la posesión de forma más estructurada mediante un sistema que involucre, si no a todos, al mayor número posible de jugadores de campo. La idea es siempre hacerse de nuevo con la pelota en la posición más avanzada posible, lo que implica cerrar espacios y líneas de pase al adversario. Aunque no se recupere el balón en un primer intento, la presión tras pérdida puede al menos llevar al oponente a dar un pase forzado, a despejar el balón en largo o a intentar asegurar la posesión de forma tal que acabe perdiéndola.

Resumen

• Mediante varios jugadores, con la presión colectiva tras pérdida se busca recuperar el balón de forma organizada; lo habitual es fijar un objetivo y volcar la presión sobre el poseedor del balón.
• Se requieren altas dosis de intensidad y determinación para achicar espacios y asfixiar la circulación del rival. Aunque no se recupere el balón bien entrado en el campo rival, con esta táctica se fuerza al adversario a dar un mal pase, lo que conlleva la recuperación.
• La presión tras pérdida suele iniciarla el jugador que pierde el balón, pero sus compañeros son fundamentales a la hora de cerrar espacios de manera coordinada: si todo el equipo presiona arriba, el campo se le hace pequeño al contrario.

Agresividad e intensidad

El jugador que pierde el balón deberá reaccionar de forma instantánea para intentar recuperar la posesión cuanto antes. La velocidad a la que reaccione determinará las opciones de su equipo de recuperar la posesión. Además, la agresividad y la intensidad de dicha reacción servirá también para dificultar al adversario a la hora de mantener la posesión e iniciar jugada.

Anticipación

Uno de los principales elementos de la presión tras pérdida es la anticipación, que intenta aprovecharse de las debilidades del oponente. Anticiparse ante un balón dividido, adivinar dónde lo jugará el adversario, pero sin perder de vista a tu par en la presión colectiva tras pérdida son variables muy importantes en la anticipación.

Ímpetu

Ejecutar la presión tras pérdida con el ímpetu necesario marca la intensidad del equipo, impide la reorganización del adversario y permite pasar a la fase de ataque con la misma impetuosidad si la recuperación se produce con rapidez. No permitir que el rival se posicione y construya la jugada aumenta las opciones de recuperar el balón cuanto antes.

Tras perder la posesión, es habitual que el jugador que perdió el balón sea el primero en iniciar la presión tras pérdida para recuperar la pelota lo antes posible. Tanto si la presión tras pérdida se pone en práctica de forma individual como colectiva, se ha de hacer hincapié en la rapidez con la que se recupere el balón, ya que redundará en los beneficios de la correcta aplicación de esta táctica.

Presionar tras perder la posesión con agresividad e intensidad es crucial para recuperar el balón; además, hacerlo en posiciones adelantadas permitirá pasar de nuevo a la fase de ataque cerca del marco rival. Ejecutar la presión tras pérdida de manera armónica, con tres, cuatro o más jugadores, puede reportar incluso más beneficios, ya que se contará con más jugadores a la hora de lanzar el ataque. Si se pone en práctica de la forma correcta, es una táctica de lo más eficaz. Y en caso de no resultar, al menos ralentizará la salida del balón del rival y le reducirá espacios en la construcción del juego.