06) Formación del talento - FIFA Training Centre

Muchos son los aspectos que determinan el desarrollo del talento en un ecosistema futbolístico, entre los que destacan las oportunidades de formación que se facilitan a los jóvenes y la confluencia de los grupos de interés y demás socios clave del ecosistema. Para jugar en la élite, el talento precisa perfeccionar las técnicas y destrezas básicas adquiridas, por lo que disfrutar periódicamente de entrenamientos de alta calidad proporciona el entorno adecuado en el que aprender y crecer. En cualquier país hay muchos grupos de interés y partes asociadas, que resultan decisivos para crear las condiciones en las que el talento se forma y desarrolla. La confluencia y armonización de estas organizaciones son esenciales si se desea proporcionar una estructura sólida y clara que reduzca al mínimo el abandono y optimice al máximo las oportunidades que se ofrecen a los jóvenes con talento para que emprendan la transición al fútbol profesional y hagan realidad el sueño de convertirse en futbolistas de élite. 

En la actualidad, muchos jugadores de talento no reciben el entrenamiento necesario para perfeccionar su técnica hasta el nivel requerido y alcanzar la élite del fútbol. Muchos grupos de interés y asociados decisivos que forma el entorno en el que se desarrolla el fútbol de diferentes países no han alcanzado la debida armonía. La posibilidad de mejora que presentan estos dos aspectos lleva a preguntarse hasta dónde podrían llegar estos jugadores si las circunstancias para su desarrollo fueran óptimas. En este artículo comentaremos con más detalle ambos aspectos y plantearemos las conclusiones esenciales que, si se adoptaran, nos ayudarían a sacar lo mejor de los jóvenes talentos de nuestro entorno.

Optimizar las oportunidades de entrenamiento y el tiempo de contacto entre entrenadores y jugadores propicia muchas más posibilidades de desarrollo, y la proporción de jugadores por entrenador ayuda a determinar hasta qué punto se consiguen. Una baja proporción sugiere un entorno en el que los entrenadores disponen de muchas más posibilidades de satisfacer las necesidades de desarrollo de cada uno de sus jugadores. No hay que olvidar, además, que los futbolistas tienen que entrenarse con compañeros de un nivel parecido; por eso, cuando el colectivo tiene mucha calidad, las individualidades que lo componen se motivarán entre sí para alcanzar nuevas cotas. Cada objetivo y cada resultado del aprendizaje debe centrarse en el jugador individual. Las programaciones de las sesiones de entrenamiento se planearán con la finalidad de aumentar al máximo la disponibilidad de actividades y partidos, y de reducir al mínimo el riesgo de lesiones inducidas por las cargas de trabajo, especialmente en las edades decisivas para el crecimiento.

Las academias de las 20 primeras federaciones ofrecen más semanas de entrenamiento por temporada.

Los gráficos siguientes indican el promedio de semanas de entrenamiento al año y el de minutos de entrenamiento por semana. Por regla general, los niños disponen de más semanas de entrenamiento que las niñas (un promedio de 39.0 frente a 37.9). Para ambos sexos, las academias de las FM situadas en los 20 primeros puestos de la tabla mundial cuentan con muchas más semanas de entrenamiento que los demás países de la clasificación. 

Las cifras de las barras representan la media de semanas de entrenamiento al año de cada categoría de edad.

Las academias de las FM situadas en los 20 primeros puestos de la tabla presentan la proporción de jugadores por entrenador más baja en sus categorías inferiores masculinas y femeninas

Las FM situadas en los puestos inferiores del grupo de las 100 primeras tienden a registrar mayor proporción de jugadores por entrenador. Las academias de las FM situadas en los 20 primeros puestos de la tabla presentan la proporción de jugadores por entrenador más baja en sus categorías inferiores masculinas y femeninas (de la sub-9 hasta la sub-11, de la sub-12 hasta la sub-15, y de la sub-16 hasta la sub-21). Por ejemplo, en ellas, el promedio de jugadores por entrenador de la categoría sub-9 a la sub-11 es 10.4, contra el 12.4 que registran las academias masculinas de las FM que ocupan los puestos 51.º a 100.º, lo que supone un incremento de aproximadamente el 20 %.

Proporción de jugadores por entrenador en las academias de las 100 primeras FM de la tabla mundial

Conclusiones globales:

Los cuerpos técnicos de las academias deberán seguir un mismo programa de entrenamiento en todos los grupos de edad, articulado en objetivos y criterios que los jugadores deberán satisfacer durante la temporada para pasar a la siguiente categoría.
Con la aplicación de modelos de entrenamiento adecuados a la edad, las academias optimizarán las oportunidades de desarrollo que ofrecen a sus jugadores.
Como la forma en la que se aprende varía de un talento a otro, es preciso ofrecer diversos métodos didácticos y de entrenamiento, dentro y fuera del terreno de juego. ¿Son capaces los talentos de tomar las riendas de su propio desarrollo? Póngales tareas o deberes que les permitan adquirir nuevas técnicas o comprender mejor el juego.

Cada uno de ellos es diferente; por consiguiente, las academias deben saber cómo influye la maduración en el desarrollo del talento y tratar de ofrecer oportunidades a los más precoces para que puedan saltarse un grupo de edad en los entrenamientos, fomentar su desarrollo y hacer que jueguen con talentos de calidad similar y parecidas capacidades físicas. De igual forma, procurarán ofrecer a quienes maduran más lentamente la posibilidad de entrenarse y jugar con otros de su misma corpulencia y nivel. Los equipos organizados según la madurez biológica de sus integrantes suponen una forma excelente de ofrecer diferentes estímulos en entrenamientos y partidos.
Por encima de todo, el entorno de entrenamiento debe incentivar la diversión y permitir que los talentos demuestren sus cualidades.

Varios grupos de interés y de instituciones asociadas desempeñan un papel importante en el desarrollo de los jugadores. Por ejemplo, las federaciones miembro se encargan de la labor trascendental de gestionar en su totalidad el sistema de abastecimiento de jugadores, en el que se incluyen diferentes tipos de academias, como las de los clubes, escuelas y centros de alto rendimiento. De esta manera todos ellos aceptarán y se adherirán al plan de desarrollo general destinado a crear un entorno en el que se cultive y promueva eficazmente el talento. Donde exista un sistema de academias, forjar asociaciones positivas con ellas, y apoyar y supervisar su labor debe constituir una prioridad importante, dada la función decisiva que este sistema desempeña en el desarrollo de jugadores de la inmensa mayoría de las FM. 

En este sentido, la mayoría de las federaciones llevan a cabo una labor doble. Por un lado, supervisan el sistema y tratan de verificar la calidad del entorno de los clubes y academias. Por el otro, se responsabilizan directamente del desarrollo de los jugadores que integran las selecciones nacionales. Es importante señalar que la implicación de estas instituciones en el desarrollo de los jugadores jóvenes varía de una nación a otra. Por ejemplo, en un país, una escuela puede complementar las academias de los clubes, mientras que, en otro, puede ser protagonista y el único lugar que albergue fútbol organizado. Por consiguiente, cuando se evalúan las funciones de los grupos de interés y de los asociados del ecosistema futbolísticos, siempre hay que tener en cuenta el contexto particular de cada país.

En las 100 primeras FM de la clasificación, las academias de los clubes constituyen un grupo de interés primordial en el desarrollo de los jugadores

Porcentaje de las 100 primeras FM en las que las instituciones incluidas en el gráfico contribuyen al desarrollo de los jugadores, y participación de dichas instituciones en un plan nacional para el desarrollo a largo plazo

La mayoría de las federaciones situadas en los 100 primeros puestos considera que las academias de los clubes son sus principales grupos de interés en la formación de futbolistas. Un gran número de federaciones reconoce además la importancia que tienen los principales centros de entrenamiento nacionales y regionales en el desarrollo del talento El 79 % de las 20 primeras federaciones de la clasificación femenina incluye varias instituciones y academias en su plan nacional de desarrollo de jugadoras a largo plazo, frente a solo el 50 % de las 20 primeras de la tabla masculina.

Conclusiones globales:

Siempre que sea posible, la federación deberá asumir el liderazgo estratégico en la supervisión de la auditoría y regulación del sistema de academias. A muchas federaciones les ha resultado muy ventajoso utilizar los estándares de organizaciones de normalización independientes para proporcionar mediciones y auditorías del sistema de juveniles.
Las federaciones y los clubes pueden fijar objetivos para el desarrollo de los jugadores de la cantera, que normalmente se basan en que los jugadores debuten y participen en las ligas profesionales.
Para que las academias se impliquen con eficacia en el desarrollo de jugadores a largo plazo resulta fundamental la creación de un plan de rendimiento especial. Un plan de rendimiento de la academia es una estrategia para la planificación a largo plazo del desarrollo de los jugadores que crea la propia institución y que, preferiblemente, avala y respalda la federación.
La existencia percibida de tasas de transferencia muy bajas desde estas instituciones de formación al primer equipo profesional es una de las deficiencias consustanciales de muchos de los sistemas de academias en todo el ecosistema mundial. Las FM más proactivas han tratado de regular el sistema para que las academias y los clubes proporcionen la atención adecuada a los jugadores que abandonan la estructura de juveniles.
Para contribuir al desarrollo de los jugadores, uno de los instrumentos más importantes que tienen a su disposición las federaciones y los clubes es la orientación que proporcionan a los padres, de manera estas instituciones deben colaborar para que las familias estén siempre bien informadas. Este aspecto resulta especialmente importante para aquellos jugadores y familias que se incorporan al entorno internacional y a las academias de élite.

Las instituciones de formación privadas desempeñan una labor decisiva en el desarrollo de talentos, sobre todo en los países donde no existe un sistema de academias de clubes. Las FM deben asegurarse de que estas organizaciones privadas se adhieran al plan de desarrollo de jugadores a largo plazo y sigan las reglamentaciones en vigor.

Es fundamental disponer de un tiempo de contacto y de gran calidad. Los talentos deben tener la oportunidad de formarse y crecer con la orientación de entrenadores cualificados para dirigir cada etapa de su desarrollo y hacer realidad su sueño de convertirse en futbolistas profesionales. Como demuestra el análisis, las academias de las 20 primeras FM presentan de media una proporción de jugadores por entrenador más baja que las situadas en los puestos siguientes de la tabla mundial.

Hay que hacer hincapié en el desarrollo de las individualidades dentro del colectivo. Si se enfatiza este concepto en la formación de entrenadores y en el trabajo diario de las academias, se podrían adaptar los programas de entrenamiento existentes a las necesidades de los jugadores que destacan por sus mayores capacidades. Todo esto se conseguirá gracias al reconocimiento y el intercambio de buenas prácticas entre los profesionales del fútbol de forma bien organizada y a través de iniciativas de cooperación con las escuelas, de manera que se optimice el tiempo de contacto con el fútbol.

Tener presente que algunos jugadores maduran más tarde. Considerar la posibilidad de crear un programa de futuros campeones o equipos de reserva que incluyan a los jóvenes que maduran más tarde para ampliar la cantera de talentos y no perder por el camino a posibles estrellas del mañana.

Ofrecer formación al personal de las academias. Los directores, entrenadores y demás empleados deben tener la posibilidad de aprender todos los aspectos operativos de una academia de élite, ya sea con cursos virtuales o presenciales (p. ej. gestión de clubes y academias, fútbol, salud y rendimiento, dirección de desarrollo técnico y contrataciones), con el objetivo de propiciar el desarrollo a largo plazo de los jugadores. De esta forma, la planificación y la evaluación oficiales del rendimiento de la academia recibirán más atención.

Mantener los criterios de calidad. Los incentivos que proporcione la FM se vincularán al sistema de control de calidad que establezca los criterios concretos que deberán satisfacer las academias y los centros de entrenamiento, con lo que se velará por que introduzcan buenas prácticas en sus operaciones. Un sistema de concesión de licencias o titulaciones puede estimular la inversión en el desarrollo de talentos y optimizar sistema de academias. Además, atraerá a los talentos a los centros de entrenamiento de mejor rendimiento.

Invertir en el desarrollo continuo del fútbol femenino. Entre las acciones esenciales que se pueden llevar a cabo en este ámbito se encuentran la profesionalización del personal de las academias femeninas, el aumento del tiempo de contacto con las jugadoras y el fomento de un sistema de competiciones más equilibrado.

Financiar la profesionalización de las academias y de los centros de entrenamiento. Entre las áreas que se deben financiar destacan las infraestructuras disponibles y los recursos humanos.

Estructuras de desarrollo del talento: la función de las academias