En esta primera edición de la serie sobre fundamentos para entrenadores de fútbol base, Stanley Gardiner revela cómo planificar calentamientos de forma que sean útiles y entretenidos a la vez. En este artículo se presentan tres principios para conseguirlo: incluir elementos competitivos, incorporar juegos de posesión y aprovechar las virtudes del fútbol callejero. Estos tres principios se pueden aplicar a cualquier sesión de entrenamiento. Se ofrecen, además, tres ejemplos de puesta en práctica.
A continuación, se incluye una presentación de ocho minutos en la que Stanley profundiza en cada uno de los principios. Le sigue un resumen escrito con esquemas de actividades que ayudarán a los entrenadores a sacar el máximo partido a su sesión de entrenamiento con jugadores de entre 8 y 12 años.
Primer principio: incluir elementos competitivos
Añadir un elemento competitivo rompe con la monotonía que caracteriza a los ejercicios de calentamiento y atrae la atención de los jugadores durante más tiempo. En este apartado, Stanley describe tres formas distintas de conseguir que la sesión sea entretenida y útil gracias a unos ejercicios competitivos:
- Ejercicios sin oposición: empezar con ejercicios sin oposición invita a que los jugadores ganen confianza, dado que les proporciona un mayor contacto con el balón.
- Detectar principios básicos: es útil recurrir a preguntas inductivas para que los jugadores reflexionen sobre facetas de su juego, como el equilibrio entre velocidad y control durante la conducción del balón.
- Incluir elementos competitivos: añadir estos elementos aumenta la atención de los jugadores y los anima a poner en práctica sus habilidades bajo una ligera presión. Conviene contar con equipos de un nivel similar y fijar normas justas para que cada jugador aproveche al máximo la actividad.
Segundo principio: incorporar juegos de posesión
Los juegos de posesión en espacio reducido son una buena forma de incitar a los jugadores a moverse constantemente durante el calentamiento, al tiempo que perfeccionan competencias básicas para el fútbol. Todo ello dota de practicidad a la sesión. Los juegos de posesión son fundamentales para el desarrollo de los jugadores más jóvenes por los siguientes motivos:
- Fomentan el trabajo en equipo: en los juegos de posesión hay que comunicarse y cooperar; así, los jugadores aprenden a trabajar en equipo y se genera buen ambiente en el grupo.
- Promueven la toma de decisiones: los jugadores deberán tomar decisiones con celeridad, igual que ocurre en los partidos.
- Mejoran la percepción espacial: estos ejercicios ayudan a los jugadores a entender mejor cuestiones relativas a la colocación y a la búsqueda de espacios para recibir la pelota.
Tercer principio: aprovechar las virtudes del fútbol callejero
El fútbol callejero es un arte en claro declive en nuestros días, y Stanley explica por qué introducir un elemento lúdico al calentamiento es una forma estupenda de incrementar la utilidad de la sesión:
- Es sinónimo de disfrute: el fútbol callejero es una fuente de ideas para diseñar calentamientos entretenidos. Aporta la libertad y la diversión del juego espontáneo, al tiempo que garantiza que los jugadores practiquen habilidades fundamentales.
- Mejora la creatividad y las habilidades futbolísticas: los juegos inspirados en el fútbol callejero fomentan la creatividad de los jugadores y el desarrollo de competencias esenciales como la conducción, el pase y el disparo en un contexto competitivo y lúdico.
- Todos juegan: es importante adaptar las normas para que todos los jugadores se mantengan activos, creando zonas de trabajo aparte para los jugadores eliminados y un entorno que permita la participación de todos.
Conclusiones principales
Al analizar los elementos clave que Stanley plantea en su presentación, el entrenador contará con más recursos para diseñar una sesión de entrenamiento amena y útil para niños de entre 8 y 12 años. El contenido de la presentación se puede resumir en las siguientes ideas clave:
- Equilibrio entre diversión y aprendizaje: las sesiones deben resultar entretenidas, además de permitir a todos los jugadores practicar y desarrollar sus habilidades, independientemente de su nivel.
- Empezar la sesión jugando: iniciar el entrenamiento con un juego capta de inmediato la atención de los participantes y genera un ambiente competitivo y lúdico que favorece el aprendizaje.
- El balón como elemento fundamental: al trabajar con balón, tanto en ejercicios competitivos como en juegos de posesión o actividades de fútbol callejero, se mantiene la atención de los jugadores y se fomenta el desarrollo de sus habilidades.