Tema 4: dominio del juego aéreo por parte de los guardametas

En esta edición, el porcentaje de acierto a la hora de atrapar balones por alto aumentó en ocho puntos en comparación con la de 2019. Aunque la media de intentos fue muy baja (alrededor de uno por partido), más de nueve de cada diez (el 92 %) tuvieron acierto, en comparación con los ocho de cada diez (el 84 %) del anterior Mundial sub-17.

El exguardameta internacional suizo Pascal Zuberbühler quedó impresionado: 

«Durante el torneo, la actitud y valentía de los porteros a la hora de manejar los balones por alto fue asombrosa, especialmente en los últimos minutos, donde la presión era máxima y había mucho en juego. Mostraron una gran osadía y precisión para realizar intervenciones decisivas».

Para la elaboración de este artículo, Zuberbühler eligió además tres ejemplos de guardametas que dominaron su área penal:

«En el primero de los siguientes vídeos, podemos apreciar a la perfección el dominio que tiene del área pequeña el portero iraní Arsha Shakouri. No solo parte de una buena posición inicial en el momento que se realiza el centro, sino que también determina correctamente la trayectoria que va a seguir el balón. A pesar de la presión de un atacante que le ha ganado la posición a su defensor, el guardameta no pierde en ningún momento la concentración y se impulsa con el pie para elevarse y atrapar el balón. Su juventud no le impide mostrar una gran autoridad y confianza», explica Zuberbühler. 

«En el segundo vídeo, vemos al guardameta estadounidense Adam Beaudry solventar un complicado balón por alto. Partiendo del borde del área pequeña, avanza siete metros para despejar de puños la pelota en una zona muy poblada. En esta situación, la coordinación y la comunicación con sus defensores es muy importante. Además, los 2.35 m de altura que logra alcanzar bajo presión resultan fundamentales. La valentía, confianza, concentración y capacidad de ejecución que demostró en esta jugada fueron asombrosas». 

El tercer vídeo seleccionado por nuestro Grupo de Estudio Técnico muestra otra valerosa intervención, esta vez a cargo del guardameta venezolano Jorge Sánchez, en su partido de la fase de grupos contra México. 

Como señala Zuberbühler, «en esta situación de defensa de un saque de esquina, [el portero venezolano] parte desde algo más atrás del centro del área pequeña y cuenta con un jugador en el primer palo y otro en la zona adyacente. Cuando el envío llega a una zona peligrosa, sabe perfectamente dónde se encuentran los rivales y no pierde de vista el balón en ningún momento. No permite que los atacantes lo distraigan y grita a su defensor que le deje la pelota. A pesar de la dificultad de este balón por alto, logra despejarlo limpiamente de puños y alejarlo a una distancia prudencial de la zona de peligro. Se trata de una acción contundente y decisiva». 

Durante la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Indonesia 2023™, los guardametas demostraron una gran solvencia a la hora de atrapar balones por alto, con un 92 % de acierto en sus acciones. Además, hicieron gala de varios de los atributos que debe reunir cualquier portero para llegar a la élite. En lo que a la condición física se refiere, mostraron una gran capacidad atlética, agilidad y potencia para elevarse sobre el resto de los jugadores, muchas veces impulsándose con un solo pie para alcanzar mayor altura. No obstante, hacen falta más cualidades: la capacidad atlética debe ir acompañada de un gran sentido de la oportunidad, valentía y confianza para impedir que los jugadores que tratan de asediar la portería rematen de cabeza. A juzgar por lo visto en esta competición, la preparación de los futuros porteros de élite parece estar en buenas manos.