#Copa mundial sub-17 de la FIFA

Tema 2: Parejas de centrales muy sólidas

FIFA, 12-12-2023

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El segundo tema destacado por el Grupo de Estudio Técnico sobre la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Indonesia™ es la importancia de la compenetración y el sentido posicional de las parejas de centrales.

El análisis del tiempo de juego que los equipos estuvieron sin la posesión del balón durante el torneo muestra un aumento en el uso del bloque medio o bajo respecto al Mundial sub-17 de 2019 (el 40 % frente al 36 % de la edición anterior). Este incremento puede atribuirse a un empleo mayor del bloque bajo, que supuso el 14 % del tiempo jugado sin la posesión en 2019, pero subió hasta el 18 % en 2023.

Precisamente fue durante estas fases del juego cuando se hizo más evidente la consistencia de la conexión entre las parejas de centrales más eficaces. Aunque en la edición de 2023 el número de acciones defensivas de los centrales por cada 90 minutos disminuyó en comparación con las dos competiciones sub-17 masculinas precedentes, siguió siendo superior a la estadística equivalente de la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™. Como explica Pascal Zuberbühler, miembro del Grupo de Estudio Técnico (GET), una de las características más destacadas del torneo de Indonesia fue el número de acciones defensivas que se ejecutaron con acierto:

«Los centrales estaban coordinados y había poca distancia entre ellos; a menudo defendían dentro del área a menos de seis metros el uno del otro», afirma Zuberbühler. «El número de intervenciones defensivas positivas llamó la atención de todos los miembros del GET. En el caso de las cuatro selecciones semifinalistas, las relaciones entre los centrales y los centrocampistas defensivos fueron factores importantes de su éxito».

Una colaboración fluida y con sentido táctico

La forma en que los defensas centrales se comunicaban entre sí durante los partidos fue especialmente destacable. En las parejas más efectivas, ambos defensas jugaban con una idea muy clara tanto de la función de su compañero como de la suya propia. Este sentido táctico se reflejaba en el modo en que se hacían la cobertura cuando uno de los dos tenía que abandonar la estructura defensiva para hacer frente a la amenaza directa de un jugador rival. 

El primer vídeo es un buen ejemplo de la fluida y cohesionada relación entre los centrales alemanes Finn Jeltsch (4) y David Odogu (14). En el partido de cuartos de final contra España, la dupla de centrales de la selección campeona del mundo demostró su capacidad para intercambiar posiciones, lo que les permitía asumir la responsabilidad de marcar a un rival con la confianza de que su compañero cubriría todos los espacios.

Tal y como señala Pape Thiaw, «los centrales Finn Jeltsch y David Odogu permanecían en el centro del área y confiaban en la labor de los laterales para hacer frente a cualquier peligro que llegara por las bandas. Dentro del área, ambos jugadores estaban atentos a los movimientos del otro y a la posición de los atacantes rivales. Los dos se sentían cómodos cuando alternaban las posiciones de central izquierdo y central derecho, y fueron resolutivos a la hora de tomar decisiones y ejecutar las acciones defensivas. Esos niveles de concentración, conocimiento y atención son impresionantes en unos futbolistas tan jóvenes». 

Alemania no fue la única selección cuyo éxito se basó en una sólida pareja de centrales. Argentina llegó hasta semifinales, donde fue derrotada por el equipo alemán. El segundo vídeo, extraído del partido de la fase de grupos contra Polonia, muestra la fortaleza y la compenetración del eje de su defensa cuando Valente Pierani (13) y Thiago Laplace (16) se coordinan para cubrir el espacio defensivo central antes de iniciar una transición ofensiva que acaba en gol.

El último vídeo ofrece un magnífico ejemplo de coordinación posicional de los centrales japoneses Kaito Tsuchiya (4) y Kotaro Honda (5) durante su partido de octavos de final contra España. Mientras España elabora una jugada que acaba en el interior del área, los dos defensas se apoyan y se cubren mutuamente antes de llevar a cabo una decisiva acción defensiva. Su percepción espacial y la escasa distancia que hay entre ambos en todo momento permiten que, cuando el delantero rival gana la espalda a Honda, Tsuchiya esté lo suficientemente cerca para ir al cruce y cortar la jugada en el momento justo.

Vídeo 1: Contra España, los centrales alemanes Jeltsch (4) y Odogu (14) se coordinan e intercambian las posiciones de central derecho e izquierdo, manteniéndose compactos en todo momento.
Vídeo 2: Ante Polonia, Pierani (13) y Laplace (16) cubren la zona defensiva central antes de que la jugada posterior a la recuperación del balón acabe en gol.
Vídeo 3: Los centrales de Japón, Tsuchiya (4) y Honda (5), permanecen cerca uno de otro mientras España elabora la jugada de ataque. La proximidad entre ambos permite que Tsuchiya pueda realizar una importante acción defensiva.

RESUMEN

La compenetración entre los centrales es la base sobre la que se construyen las defensas más eficaces. Cuando defienden en el último tercio, es fundamental que los dos centrales se mantengan a una distancia que les permita hacerse la cobertura mutuamente cuando uno de ellos tenga que realizar una acción defensiva o quede fuera de la jugada por el movimiento de un rival. Si los defensas están demasiado separados, dejan espacios libres que pueden ser aprovechados por el equipo contrario. Para que su trabajo conjunto sea eficaz es preciso que exista buena comunicación, percepción espacial, rapidez en la toma de decisiones y confianza entre ellos. Entrenar y desarrollar esta compenetración puede llevar un poco de tiempo, pero si se genera complicidad entre los jugadores, se pueden convertir en una potente unidad defensiva que será mejor que la suma de sus partes.  

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