Tema 1: El auge de los jugadores de banda

El primer tema destacado de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Indonesia 2023™ fue la influencia de los futbolistas de banda en el juego de ataque. En el Mundial, la producción ofensiva de los extremos, así como sus estadísticas de goles marcados y asistencias registraron un aumento respecto a los datos de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Brasil 2019™ (la edición anterior del torneo). 

Resulta significativo que los jugadores de banda —interiores, extremos y mediapuntas exteriores— participaron en el 64 % de las jugadas de ataque que acabaron en gol (sin contar los tantos en propia meta), lo que supone un aumento del 11 % respecto al torneo de 2019. Los extremos y los delanteros también protagonizaron el 29 % de todas las acciones de gol (goles y asistencias) de la edición de 2023, un incremento considerable en comparación con el 23 % registrado en 2019. 

Según Pascal Zuberbühler, miembro del Grupo de Estudio Técnico (GET), «en este torneo, fueron numerosas las selecciones que jugaron muy abiertas y los jugadores de banda demostraron velocidad, potencia, recursos técnicos para intentar el uno contra uno y determinación para encarar y regatear a los rivales. Fue una constante muy marcada. Los extremos procuraban aislar a los laterales rivales para enfrentarse a ellos en situaciones de uno contra uno, aprovechando que los demás defensores no podían salir a hacer ayudas porque tenían que cubrir a un buen número de atacantes en el interior del área». 

Por lo general, los jugadores de banda realizan más progresiones con el balón e intentan más duelos en los torneos juveniles que en categoría absoluta. Desde el punto de vista del desarrollo de los futbolistas, hay una estadística alentadora: los datos de progresiones con balón completadas y duelos ganados por parte de los jugadores de banda aumentaron respecto al torneo de 2019 al pasar del 65 % al 70 % y del 35 % al 38 %, respectivamente.  

Según Julio González, experto del GET, hay varias razones que explican la mejora de los porcentajes de acierto. «Además de pedir a los laterales que adelantaran su posición en las jugadas de ataque, muchas selecciones buscaban que sus extremos tuvieran situaciones de uno contra uno. El equipo defensor solía tener superioridad numérica en la zona central del campo, por lo que había más posibilidades de crear peligro por las bandas. Al aislar y rebasar a un lateral se generaban situaciones de inferioridad para el defensor interior más próximo, que ya estaba ocupado en el marcaje de otro futbolista de ataque». 

«Imponerse en el uno contra uno provoca desorden y desajustes en las estructuras defensivas. Los futbolistas de ataque tienen la confianza y la voluntad necesarias para forzar esos duelos y sus compañeros les hacen llegar el balón siempre que se puede. Son directos y quieren llegar al área. Los jugadores de banda marcaron la diferencia en los partidos. Esta es una tendencia muy interesante».

Crear situaciones de uno contra uno fue importante, pero un factor esencial del éxito fue la habilidad técnica de los extremos para sortear a los defensas a los que se enfrentaban en esos duelos individuales. Como explica Pape Thiaw, otro miembro del equipo de expertos del GET, «en los siguientes vídeos, vemos que los jugadores de banda actúan de forma diferente, tienen un gran control del balón y mucha variedad en su juego. Regatean, disparan y dan asistencias, y su técnica les permite ejecutar todas las acciones con velocidad, confianza y potencia. Además, son versátiles, dominan ambas piernas y pueden salir tanto por dentro como por fuera para superar a sus rivales y crear ocasiones de gol. Quieren crear peligro y marcar. Fue muy atractivo de ver».

La capacidad de los futbolistas para aislar, encarar y superar a los defensas rivales en el uno contra uno permite a los equipos atacantes crear situaciones de superioridad y aprovechar los espacios mientras los demás defensores se ocupan de marcar a los delanteros. El análisis transversal de los torneos de la FIFA de las categorías sub-17, sub-20 y absoluta muestra que se producen más situaciones de uno contra uno en los campeonatos de categorías inferiores que en los absolutos. 

Sin embargo, los porcentajes de acierto en categorías inferiores están aumentando, lo que indica que hay una mejora de la capacidad técnica en este aspecto del juego y que los futbolistas cada vez se sienten más cómodos y tienen más precisión con ambas piernas. Los jugadores de banda se caracterizan porque tienen mucha confianza en sí mismos y un claro afán por recibir el balón y ser directos, sin dudar ni un momento. Además, el sentido táctico que refleja la colocación de otros futbolistas atacantes (fijando de forma deliberada a los defensas rivales) permite crear situaciones de superioridad en el último tercio cuando se ha salido victorioso de un duelo. La combinación de estos factores sirve para explicar el incremento del 6 % en el número de goles y asistencias de los jugadores de banda con respecto al año 2019.