#Copa mundial sub-17 de la FIFA

Tema 3: usar estructuras defensivas para salir en contraataque y marcar

FIFA, 13-12-2023

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El tercer tema recurrente identificado por el Grupo de Estudio Técnico (GET) durante la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Indonesia 2023™ fue la capacidad de los equipos para hacer un uso eficaz de estructuras defensivas con el fin de recuperar el balón y generar ocasiones claras de gol a partir de transiciones ofensivas.

Según los análisis, el 18 % del tiempo en que las selecciones no tuvieron la pelota durante el torneo de 2023, estas formaron en bloque bajo, lo que representa un aumento del 3.5 % con respecto a la edición de 2019. Este uso creciente del bloque bajo como estrategia defensiva propició a su vez un aumento del porcentaje de tiempo en que los equipos elaboraron el juego sin oposición (+2.6 %) y un descenso del tiempo en que lo hicieron con oposición (-3.1 %). En la práctica, esto significa que la frecuencia con la que los equipos que defendían ejercieron una presión alta o tras pérdida durante el torneo fue ligeramente menor que en ediciones anteriores. 

Este cambio también provocó que las transiciones ofensivas tuvieran lugar más lejos de la portería rival. En este sentido, a los miembros del GET les sorprendió la distancia recorrida por los jugadores que salían a la contra para adentrarse en el último tercio. Como señala Julio González: 

«Ha sido un aspecto destacado del torneo. Muchas selecciones, incluidas las cuatro semifinalistas, fueron muy eficaces lanzando contraataques desde bloques defensivos. Muchos partidos se deciden mediante transiciones de ataque, ya que es una fase en la que el rival está desorganizado en defensa y suele tener un gran número de jugadores comprometidos en labores ofensivas en posiciones adelantadas.

Estructuras defensivas

Su compañero del GET Pascal Zuberbühler subraya la importancia que tuvieron los contraataques en el torneo y el esfuerzo físico necesario para ejecutarlos: 

«Durante la competición, los equipos tendieron a emplear bloques agresivos y a iniciar contraataques muy rápidos e intensos cuando recuperaban el balón, lo que se tradujo en ocasiones claras de gol. Otro aspecto que nos llamó la atención fue el número de jugadores que participaban en dichos contraataques y que esprintaban largas distancias para generar el máximo peligro posible a los rivales. A menudo, el equipo en transición ofensiva llegaba al último tercio en igualdad o en superioridad numérica con respecto al rival».

En los siguientes vídeos se muestran varios ejemplos destacados de equipos que recurrieron a bloques defensivos para generar ocasiones de gol tras recuperar la posesión. En el primero de ellos vemos la antesala del primer gol de Uzbekistán en su partido de octavos de final contra Inglaterra, en el que Amirbek Saidov (9) marca de cabeza después de que el guardameta inglés Tommy Setford rechace el disparo inicial de Lazizbek Mirzaev (7). Uzbekistán recurre a un 4-4-2 en bloque medio para recuperar el balón en su propio campo y, a continuación, lanzar un contraataque con ambos delanteros centros y dos centrocampistas por las bandas, mientras los seis jugadores de campo restantes mantienen la estructura defensiva. Los cuatro jugadores que salen a la contra avanzan desde un primer momento a gran velocidad y cubriendo una gran distancia, lo que les permite explotar el espacio vulnerable a la espalda de los centrales ingleses en repliegue.

En el siguiente vídeo se muestra el gol inicial de Francia en su encuentro de la fase de grupos contra Estados Unidos. En este ejemplo, la selección francesa realiza una transición ofensiva a partir de un 4-1-4-1 en bloque medio, después de que Estados Unidos haya construido el ataque sin oposición. Francia recupera la posesión después de un intento de rebasar su línea y sale en contraataque con sus cinco jugadores más adelantados frente a una defensa estadounidense desorganizada. En el momento en que Joan Tincres (19) marca a centro de Mohamed-Amine Bouchenna (18), Francia tiene cinco jugadores en el área rival y otros cinco organizados en defensa.

En el tercer y último vídeo, vemos un contragolpe decisivo lanzado por Alemania en su choque de cuartos de final frente a España. Tras un intento de superar la línea rival por parte del central español Jon Martín (4), Alemania intercepta el balón y sale en transición. Desde el momento en que recupera la posesión, la selección alemana necesita 4.7 segundos para ganarle la espalda a la desorganizada línea defensiva española mediante un envío a Paris Brunner (7). Transcurridos 13 segundos de la transición original, Brunner logra provocar un penalti. El jugador asume la responsabilidad de lanzar la pena máxima y marca el que acabaría siendo el único gol del partido.

Vídeo 1: el delantero centro uzbeko Amirbek Saidov (9) marca contra Inglaterra después de que su equipo emplee un bloque defensivo para recuperar el balón y salir al contraataque.
Vídeo 2: contra Estados Unidos, Francia realiza una transición ofensiva desde un bloque medio para marcar el primer gol del partido.
Vídeo 3: Alemania emplea un bloque defensivo frente a España para montar un eficaz contraataque que desemboca en un tiro penal.

RESUMEN

Debido al aumento del uso de bloques medios y bajos en defensa, los equipos recuperaron el balón a menudo en su propio campo. En consecuencia, los equipos atacantes jugaron relativamente abiertos en la fase de construcción, con jugadores en posiciones adelantadas ya en el campo rival. Los equipos que lograban recuperar la posesión en estas situaciones tenían la oportunidad de aprovechar al instante el desequilibrio defensivo lanzando contraataques con un gran número de jugadores.  En cuanto su equipo recuperaba el balón, los delanteros buscaban la internada (en ocasiones cubriendo grandes distancias) y mostraban desde un primer momento su intención de atacar los espacios vulnerables. Gracias a estas rápidas transiciones ofensivas, los equipos que salían al contragolpe lograban igualar en número a la defensa rival o aislar a sus integrantes en peligrosas situaciones de uno contra uno. Los rápidos contraataques desde bloques defensivos también permitían al equipo en transición ofensiva mantener en defensa una estructura bien equilibrada y capaz de intervenir en caso de perder la pelota.

Desde el punto de vista táctico, este torneo representa un ejemplo notable de la medida en que las selecciones juveniles contribuyen a la evolución del fútbol en su conjunto, al aplicar innovaciones como el bloque bajo y la presión tras pérdida y adaptarlas a su propio estilo, con resultados apasionantes para los aficionados, los entrenadores y los jugadores.

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