Grupo A: Nigeria, Ecuador, República Dominicana y Nueva Zelanda

La fase de grupos de la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA República Dominicana 2024™ ha concluido y los emparejamientos de la fase de eliminación directa prometen grandes emociones, puesto que enfrentarán a selecciones con distintos estilos de juego que compiten por proclamarse campeonas del mundo. Nigeria y Ecuador se clasificaron para la siguiente fase y, en este artículo, el integrante del Grupo de Estudio Técnico (GET) Shaun Goater resume la actuación de cada uno de los cuatro equipos del grupo A. 

Con la posesión
Nigeria, primera de grupo, ganó los tres partidos y exhibió todas las características de los grandes equipos actuales. Sus centrales, Jumai Adebayo (6) y Hannah Ibrahim (4), presionan muy arriba y obligan a que los equipos rivales jueguen en su propio campo. Ambas demuestran grandes dotes de liderazgo e inteligencia para leer el juego, y entienden a la perfección sus respectivas funciones en diferentes situaciones defensivas. Nigeria emplea un sistema 4-4-2 en el que sus dos delanteras centro —Harmony Chidi (9) y Peace Effiong (15)— explotan su velocidad para dificultar el marcaje a las defensoras rivales. Las centrocampistas nigerianas, por su parte, juegan con intención, intensidad y disciplina a la hora de hacerse con balones rechazados y de recuperar la pelota.

Sin la posesión
Nigeria es un equipo sumamente organizado y especialmente eficaz en la presión y en la recuperación, pero también muy inteligente con balón: es capaz de mantener la posesión y de enviar pases a zonas peligrosas. Las jugadoras saben lo que deben hacer y tienen claros los patrones para la elaboración del juego. Por todo ello, han llamado poderosamente la atención en la fase de grupos.

Con la posesión
Ecuador jugó con dos centrocampistas defensivas en su inamovible 4-2-3-1, dibujo en el que la capitana Fiorella Pico (5) ejerció una gran influencia en el juego desde esta demarcación. Se trata de una futbolista muy técnica que es capaz de leer bien las jugadas y de ofrecer una amplia variedad de pases. Fue especialmente decisiva en las transiciones en las que pudo enviar balones precisos para los desmarques de las delanteras. La extremo derecha Mary Guerra (11) se benefició en numerosas ocasiones de estos pases, y la sincronía de sus desmarques y movimientos fue un factor importante en el acierto ofensivo de las ecuatorianas.

Sin la posesión
Puesto que Ecuador acumuló efectivos arriba a la hora de atacar, en ocasiones dejó espacios y se mostró vulnerable en las transiciones defensivas.

Con la posesión
La República Dominicana, anfitriona del torneo, firmó muy buenos partidos y supo aprovechar el fantástico apoyo que recibió desde las gradas. Cuando su equipo tenía la posesión, el papel de Natalie Bruno (15) fue fundamental para subir el balón, tanto con conducciones como con pases incisivos. Demostró tener una buena técnica y se esforzó por involucrar en el juego a la central Ava Barker (16).

Sin la posesión
La República Dominicana se empleó a fondo, pero en algunos momentos le costó contener a sus rivales en situaciones de 1 contra 1. No obstante, su participación en el torneo y la experiencia de competir a este nivel potenciarán el desarrollo de estas jugadoras, que derrocharon orgullo y pasión en el césped.

Con la posesión
Las dos centrales neozelandesas, Alyssha Eglinton (3) y Charli Dunn (4), se sentían cómodas con el balón en los pies. Estas dos futbolistas, integrantes de una línea de cuatro, optaron a menudo por el juego directo con las delanteras, por lo que las transiciones fueron bastante habituales en sus partidos.

Sin la posesión
Cuando Nueva Zelanda no tenía el balón, sus centrocampistas se empleaban a fondo para tratar de recuperar la pelota. De nuevo, la experiencia que las jugadoras han adquirido en este torneo les será de gran utilidad en su desarrollo.

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