Nigeria: jugar con la línea defensiva adelantada y defender con intensidad

Durante la fase de grupos de la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA República Dominicana 2024™, Shaun Goater, miembro del Grupo de Estudio Técnico, observó estos atributos en las actuaciones de Nigeria. En este artículo, Goater destaca su uso del esquema 4-2-3-1 cuando no tenía la posesión del balón para jugar con la línea defensiva adelantada. Este planteamiento generó numerosos problemas a su rival, Ecuador, a la hora de salir de su propio campo.

«Cada vez que Ecuador daba un pase hacia atrás o iniciaba la jugada por su guardameta, Nigeria juntaba líneas y reducía el campo. Sus centrales estaban muy pendientes de cualquier oportunidad para subir y plantar la línea defensiva en la divisoria. De este modo, se reducía la distancia entre el ataque, el centro del campo y la defensa, por lo que siempre contaban con los efectivos necesarios para presionar y pugnar por segundas jugadas. Una vez que iniciaban la presión, no paraban hasta recuperar el balón», explicó.

Como se aprecia en el primer vídeo, cuando Nigeria mantenía la línea adelantada, disponía cuatro defensoras y dos centrocampistas defensivas, con una gran compenetración entre estas últimas y las dos centrales. Como explica Goater, cada vez que llegaba un balón a esta zona central, las nigerianas reaccionaban con intensidad y orden.  

«En cuanto Ecuador retrasa la pelota a su guardameta, la línea defensiva nigeriana avanza con determinación. Así, cuando las rivales juegan el balón hacia delante, las nigerianas se encuentran cerca las unas de las otras y pueden pugnar por la pelota con un gran número de efectivos. Nigeria realizó una gran labor al crear un «bloque» en torno al balón y achicar espacios a sus rivales. También mostró una gran inteligencia en estas fases defensivas, manteniendo en todo momento una estructura y organización claras. Cuando las nigerianas recuperaban la pelota, ya sabían de antemano en qué dirección salir jugando, con una predisposición clara a hacerlo hacia delante mediante pases medidos. Asimismo, debido a dónde recuperaban el balón, se encontraban en muy buena posición para adentrarse rápidamente en zonas peligrosas». 

En el segundo vídeo, vemos otro excelente ejemplo de cómo las defensoras nigerianas asumen diferentes roles y trabajan en equipo para defender un balón en largo y recuperar la posesión. Partiendo de la línea divisoria, la central izquierda Hannah Ibrahim (4) baja a tapar el espacio en caso de que alguien peine el balón, mientras que la central derecha Jumai Adebayo (6) marca a la delantera centro ecuatoriana. En esta situación también cabe destacar la disciplina que muestran las dos centrocampistas defensivas y lo bien asumidos que tienen sus roles. Mientras ambas jugadoras marcan a sus respectivas rivales, se mantienen juntas para proteger el espacio. En cuanto recuperan el balón, la lateral izquierda Onyedikachi Ekezie (13) sale corriendo al espacio para iniciar al instante la jugada de ataque.

«Siempre van un paso por delante. Este plan de juego exige un grado muy elevado de concentración y una atención constante. Cada jugadora tenía muy claro el rol de sus compañeras, y era fabuloso ver cómo se apoyaban las unas a las otras. A pesar de su juventud, mostraban una extraordinaria confianza en sí mismas, tanto con la posesión del balón como sin ella», añadió Goater. 

De acuerdo con un análisis de los datos correspondientes a los partidos disputados en las dos primeras jornadas del torneo, llevado a cabo por nuestro equipo de Perspectivas del Rendimiento Futbolístico, la línea defensiva de Nigeria es la que ha ocupado una posición más adelantada en lo que va de competición, tanto con la posesión del balón como sin ella. Cuando no tiene la pelota, su línea defensiva promedia una altura de 40 metros, 4.9 metros más que la media. Nigeria también es la cuarta selección que ha hecho caer más veces al rival en fuera de juego.   

Como hemos visto en los vídeos, la selección africana sabe muy bien cómo iniciar la presión y mantenerla hasta recuperar el balón. De hecho, en lo que va de torneo, ocupa el primer puesto en número de intercepciones precedidas de presión, con 15 intercepciones en 125 presiones, lo que equivale a solo 8.3 de estas acciones colectivas por intercepción. Su éxito en esta faceta demuestra su capacidad de toma de decisiones a nivel colectivo.

En el plano individual, la incidencia de sus dos centrales también se ve reflejada en los datos de rendimiento. La central derecha Adebayo comparte el primer puesto en la clasificación de jugadoras con más intercepciones de balón (4), además de ser la central que más esprints (12) ha realizado en lo que va de competición. La central izquierda Ibrahim es la segunda jugadora con más robos de balón en campo rival, con 14, por detrás de una de sus compañeras, la mediocentro Taiwo Afolabi (10), que ocupa el primer lugar con 15.    

Fruto de la predisposición nigeriana a jugar hacia delante cuando recupera el balón, la selección africana es también la segunda con más pases hacia delante por cada 30 minutos de posesión, con un índice de acierto del 84.3 %.

Las cualidades técnicas de las jugadoras nigerianas a la hora de desempeñar sus funciones también resultaron fundamentales para el éxito del planteamiento táctico de su selección. A continuación, Goater destaca algunos de los aspectos técnicos que marcaron la diferencia en momentos decisivos.

Posición del cuerpo

La capacidad de las centrales para perfilarse y adaptar su posición a las distintas fases de juego evidenció que sabían perfectamente qué exigían las distintas situaciones desde el punto de vista defensivo. También mostraron una gran inteligencia de juego a la hora de anticiparse y prever qué balones podían llegar por alto. En este tipo de situaciones, eran capaces de perfilarse y prepararse para salir corriendo hacia atrás en caso necesario. Asimismo, cuando la jugada se desarrollaba delante de ellas, se ponían de cara, listas para presionar. Si una de las centrales salía a presionar el balón, la otra se retrasaba para cubrir el espacio a la espalda. Otras veces, ambas mostraban un gran sentido posicional, al orientar el cuerpo en función del peligro. Esa seguridad en sí mismas y esa capacidad para saber leer las situaciones resultan extraordinarias en jugadoras de esta edad.

En el tercer vídeo, Goater destaca la buena labor de las nigerianas a la hora de colocarse en función del peligro y su actitud proactiva para llevar la iniciativa en defensa. 

«Las dos centrales son muy buenas anticipándose a la jugada. Cuando la central izquierda, Ibrahim, sale a presionar el balón, Adebayo adapta muy bien el cuerpo: se perfila para estar en disposición de hacer la cobertura, aunque sin perder de vista el peligro que tiene a la espalda, donde la delantera trata de aprovechar el lado ciego. De este modo, es capaz de seguir de cerca a la atacante, pero manteniendo un par de metros de ventaja en caso de que las rivales traten de enviar balones a la espalda. Tiene una gran capacidad para leer la situación y anticiparse».

«Las defensoras deben estar muy atentas a posibles balones que lleguen por alto o por las bandas, ya que este es el punto débil cuando se juega con la línea tan adelantada. Si no son rápidas de piernas, al menos deben serlo de mente para cubrir todo este espacio. Sin embargo, las dos centrales dominan ambas facetas», añadió. 

Defender con intensidad 

Para defender con intensidad, las jugadoras deben contar con la confianza necesaria para salir de la línea defensiva y presionar el balón. Aunque de primeras lo importante es adoptar una mentalidad adecuada, también deben tener la certeza de que las compañeras situadas a la espalda ocuparán el espacio que dejen. Una vez que avanzan, deben combinar fortaleza física, disciplina y técnica para presionar el balón sin conceder un golpe franco.

Nigeria también juega con intensidad cuando recupera la posesión, tratando de aprovechar cualquier oportunidad de avanzar y sin temor a decantarse por opciones arriesgadas. Dada la posición adelantada de su línea, sus jugadoras saben que, en caso de pérdida, pueden presionar rápidamente con un gran número de efectivos. 

Goater ha seleccionado el cuarto vídeo para resaltar esta agresividad de Nigeria. 

«En cuanto el balón se pone en juego, sus jugadoras no dejan de pugnar por él hasta que recuperan la posesión. De nuevo, vemos la línea adelantada y esa agresividad contenida en los unos contra uno. Una vez que recuperan la pelota, me encanta la actitud proactiva que muestra la central Adebayo nada más controlar el balón. Aunque la opción más sencilla es combinar con su lateral izquierda, la nigeriana envía un gran pase en profundidad hacia la posición adelantada de su centrocampista, a la que la acción no le pilla de improviso».

Las dos centrales desempeñan un papel fundamental en el plan de juego de Nigeria. Son rápidas, defienden con intensidad, se perfilan correctamente, hacen avanzar la línea defensiva y tienen la confianza necesaria para jugar hacia delante cuando su equipo recupera el balón. Este estilo de juego refleja un alto grado de confianza, sobre todo cuando las mediocentros pugnan por segundas jugadas, ya que saben que sus centrales van a adelantar la línea defensiva y a reducir los espacios. Esta confianza les permite emplearse a fondo en los unos contra uno.

En el quinto vídeo pueden apreciarse todos estos aspectos individuales y colectivos.

«Me encanta este vídeo porque se aprecia su mentalidad. Nigeria utiliza su línea adelantada como plataforma desde la que iniciar su intensa presión. En cuanto sus jugadoras recuperan el balón, muestran esa predisposición a jugar hacia delante. Y, cuando lo pierden, han reducido los espacios, por lo que pueden presionar rápidamente al rival. No se cansan nunca. Esa seguridad en sí mismas, esa concentración y ese compromiso les permiten partir siempre con ventaja en defensa. Para jugar así, hace falta valentía, inteligencia y un ritmo muy elevado. También es necesario que haya una buena coordinación entre las jugadoras y que estas tengan clara su función. El liderazgo que muestran las centrales a la hora de asumir responsabilidades es asombroso», añadió Goater. 

• Para jugar con la línea adelantada, es necesario que haya una buena comunicación y coordinación entre las jugadoras y que estas tengan clara su función.

• Las centrales deben detectar posibles situaciones de peligro con relación a su posición y perfilarse de la mejor manera posible para anticiparse a ellas.

• Para defender con intensidad, las jugadoras deben mostrar seguridad en sí mismas, confianza y una agresividad contenida al salir de la línea defensiva para pugnar por el balón.

• Una vez recuperada la posesión, el equipo puede jugar desde un primer momento hacia delante para tomar la iniciativa en ataque.