Japón: desdoblamiento de las laterales

En una época de constantes innovaciones, la propuesta clásica de Japón ha resultado especialmente cautivadora. En este artículo, Vanessa Bernauer destaca el papel fundamental de las laterales japonesas para potenciar juego ofensivo de su equipo en el partido de cuartos de final de la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA 2024™ contra Inglaterra.

«Hoy en día, es común ver a las laterales jugando a pierna cambiada o haciendo desmarques hacia el interior, así que fue interesante verlas jugar de una manera más tradicional. En la primera mitad, Japón aplicó una estrategia clara de proyectar a sus laterales al ataque, con desmarques profundos y sincronizados que destacaron además por su frecuencia. Las laterales Yuna Aoki (2) y Haruko Suzuki (6) brillaron por su entrega y perseverancia en estas carreras, incluso cuando no recibían el balón», señaló Bernauer.

Las extremos japonesas ocuparon posiciones más centrales y contuvieron a las laterales inglesas, lo que permitió a Aoki y Suzuki encontrar huecos en las bandas para sumarse al ataque. Al final del partido, ambas laterales figuraban entre las tres primeras jugadoras con más intervenciones en esta zona: Aoki recibió el balón 35 veces, mientras que Suzuki registró 37 recepciones por fuera del bloque rival.

Este planteamiento permitió a Japón concentrar el 73 % de sus avances en el último tercio por las bandas; 21 incursiones por la izquierda y 26 por la derecha. Además, los envíos a la espalda de la línea defensiva inglesa se realizaron principalmente por los carriles exteriores, con nueve recepciones por la izquierda y seis por la derecha, un cifra superior a los envíos realizados por los canales interiores. La influencia que ambas laterales tuvieron en el juego se hace evidente al examinar quién protagonizaba estas internadas y rupturas de líneas.

Entre las dos, las laterales de Japón participaron en once secuencias de posesión que finalizaron con remates a puerta: Aoki contribuyó con seis y Suzuki, con cinco. Además, las carrileras intervinieron en las fases de posesión que culminaron en los dos goles de Japón.

Aunque las laterales japonesas mostraron gran disposición para proyectarse al ataque, lo hicieron de manera meticulosa y estratégica. Sus carreras no siempre buscaban recibir el balón; en muchas ocasiones, su objetivo era atraer a las defensoras rivales y abrir espacios para sus compañeras.

Como explica Bernauer: «Aoki y Suzuki demostraron un compromiso firme en beneficio del equipo. Siempre atentas, leían el juego de forma constante y mostraban una gran intuició para decidir cuándo mantener el ritmo y cuándo acelerar. Sabían interpretar los espacios en función de la posición de la jugadora con el balón, y cuando detectaban el momento adecuado, ejecutaban sus carreras con gran intensidad para ocupar zonas ventajosas».

En el primer vídeo a continuación, se observan claros ejemplos de estas carreras ofensivas de ambas laterales. La lectura de juego de Aoki desde el lateral derecho, al esprintar y ganar la espalda a su marcadora, refleja su gran comprensión táctica.

En el segundo vídeo, en un contexto ligeramente distinto, Aoki detecta el espacio generado por el movimiento interior de su delantera y ocupa una posición avanzada que le permite romper la línea defensiva con gran eficacia.

Tanto Aoki como Suzuki demostraron una notable intensidad en sus carreras hacia delante para integrarse en los ataques de su equipo. Como las delanteras abiertas de Japón fijaban y contenían a las laterales de Inglaterra, las incursiones ofensivas de las dos laterales japonesas obligaban a las extremos inglesas a seguir sus movimientos para evitar situaciones de 2 contra 1 que pudieran dejar a su equipo en desventaja.

Respecto a las carreras de alta velocidad, la lateral derecha Aoki destacó en la zona 4 (19-23 km/h), con un total de 58 carreras. Además, también cubrió la segunda mayor distancia en esprints (zona 5: >23 km/h), alcanzando los 119.2 metros

Suzuki también sobresalió en este aspecto, con 53 carreras de alta velocidad en la misma zona. Bernauer quedó impresionada por la dedicación y el compromiso físico de ambas laterales.

«La actitud de estas jóvenes para ejecutar desmarques fue excepcional. Retaban a las extremos rivales a igualar su esfuerzo, conscientes de que podían sacar ventaja si no lo lograban. Sabían que no todas las carreras darían resultado, pero eso nunca les disuadió de intentarlo. La perseverancia de estas jóvenes para iniciar sus arrancadas una y otra vez bajo el calor fue realmente admirable, especialmente debido al desgaste físico que implica mantener este ritmo constante. Cabe señalar que, en numerosas ocasiones, se trató de carreras largas que abarcaban grandes distancias, y lo hicieron de manera continua».

En el tercer vídeo se muestra un ejemplo de estas carreras largas a gran velocidad. En cuanto Aoki percibe que el pase hacia su extremo derecha es inminente, comienza a correr desde su propio campo. Libre de marca, genera una situación de 2 contra 1 contra la lateral izquierda de Inglaterra antes de internarse en el último tercio.

Las cualidades individuales de las jugadoras son cruciales al diseñar estrategias y asignar funciones y responsabilidades. En este encuentro, quedó claro que se tomaron en cuenta las habilidades y destrezas de ambas laterales, ya que cada una aportaba diferentes dimensiones ofensivas al juego por las bandas de su equipo, planteando así distintos desafíos a sus rivales.

Según Bernauer, «ambas laterales tenían diferentes puntos fuertes en ataque, lo que aumentaba las dificultades que podían plantear a sus rivales en el último tercio. La lateral derecha, Aoki (2), es extremadamente vertical cuando tiene el balón, y en ocasiones parecía incluso más veloz con la pelota que sin ella. Por su parte, Suzuki (6), la lateral izquierda, se sentía cómoda en situaciones de uno contra uno, exhibiendo gran destreza para superar a sus oponentes y centrar con precisión. Son jugadoras jóvenes que seguirán creciendo y enriqueciendo su juego, pero ya cuentan con una serie de atributos positivos».

Yuna Aoki (2), lateral derecha

A pesar de ser defensa, Aoki tuvo una influencia notable en el juego ofensivo de Japón. No solo anotó uno de los dos goles de su equipo, sino que también registró más remates a puerta que ninguna otra jugadora. Participó en las seis secuencias de posesión que acabaron en remates a puerta y destacó como la segunda mejor en cuanto a ofrecimientos para recibir el balón a la espalda de la línea defensiva contraria y en posiciones exteriores, con un total de nueve.

Aoki fue la jugadora con más carreras de alta intensidad (zona 4) y combinó el mayor número de carreras de alta velocidad (zona 4) y esprints (zona 5) con un total de 67. Sus rápidas acometidas no solo aportaron intensidad física, sino que su estilo directo de carrera, con y sin balón, le permitió crear y ocupar espacios en las bandas. Como se puede apreciar en el cuarto vídeo, demostró confianza y técnica para conducir el balón hacia la portería en el último tercio, lo que generó ocasiones de gol claras para su equipo.

Haruko Suzuki (6), lateral izquierda

En la banda izquierda, Suzuki (6) aportó una amenaza diferente al repertorio ofensivo de Japón gracias a su determinación y habilidad en el uno contra uno. Durante este partido, rompió la línea defensiva rival en cuatro ocasiones, más que ninguna otra jugadora, y fue quien más contribuyó a la progresión del juego ofensivo, con un total de cuatro avances (tres internadas y una acción de regate).

Con el balón, Suzuki exhibió una notable conducción, incluso a gran velocidad, lo que la convertía en una adversaria complicada para las defensas rivales, que además debían enfrentarse a las delanteras japonesas. La lateral desplegó un juego de alta intensidad y demostró inteligencia para reconocer la ubicación de sus compañeras en el área, lo que le permitía juzgar con criterio las mejores oportunidades para centrar.

En el quinto vídeo se observa cómo Aoki detecta el espacio en el campo contrario mientras su equipo organiza el ataque. Al recibir el balón, avanza con determinación, sorteando a una defensora al entrar en el último tercio. Al detectar la presencia de compañeras en el segundo palo, envía un balón bombeado difícil de interceptar para la guardameta, lo que permite que Hina Hirakawa (20) anote el segundo gol.

Las laterales japonesas aportaron una dimensión ofensiva determinante al juego de su equipo por las bandas gracias a su compromiso, carreras incansables y técnica en el último tercio. Las características más sobresalientes de su actuación fueron las siguientes:

• Carreras largas y constantes a alta velocidad para crear espacios o recibir el balón
• Determinación para mantener el esfuerzo, incluso cuando las carreras eran infructuosas
• Creación de oportunidades adicionales para penetrar en el último tercio
• Sincronización de sus desmarques para ganar la espalda de la línea defensiva rival
• Estilo directo en el último tercio que genera ocasiones de gol