21) Atacar con un 4-3-3 a un equipo que defiende con un 5-3-2 (Lehmann) - FIFA Training Centre

En función del esquema por el que opte el entrenador, construir el juego desde atrás requerirá distintos patrones de movimiento. Por tanto, es sumamente importante establecer en primer lugar los patrones de movimiento en cuestión y, a continuación, practicarlos contra sistemas opuestos.

Los equipos que utilizan un sistema 4-3-3 pueden encontrarse algunos problemas a la hora de hacer llegar el balón a sus delanteros contra equipos que juegan con un 5-3-2, puesto que sus laterales corren el peligro de quedar anulados por la mayor amplitud del sistema del rival, lo que puede dejarlos expuestos a la hora de realizar la cobertura defensiva. En consecuencia, para los equipos que juegan con un 4-3-3, tal vez sea más efectivo subir el balón por el carril central u optar primero por jugarlo con sus centrocampistas ofensivos.

En esta sesión, Jens Lehmann, exguardameta del Arsenal y entrenador, dirige una serie de ejercicios centrados en subir el balón hasta el último tercio de manera eficaz cuando un equipo que juega con un 4-3-3 se enfrenta a otro que defiende con un 5-3-2. La sesión comienza con un juego de posesión del balón que ofrece a los jugadores la oportunidad de entrenar su percepción espacial, la precisión de los pases y la capacidad de sacar el balón de zonas muy pobladas. En el siguiente ejercicio, los jugadores trabajan sus patrones de movimiento en un partido de 11 contra 11 en un campo de dimensiones reglamentarias. Finalmente, la sesión concluye con un 11 contra 11 en un campo reducido.

Descripción

1.ª parte. Reunión táctica previa a la sesión

2.ª parte. Juego de posesión del balón: 5 contra 5 más un guardameta

3.ª parte. Patrones de movimiento en 11 contra 11 con un 4-3-3 frente a un 5-3-2

4.ª parte. Patrones de movimiento en 11 contra 11 con un 4-3-3 frente a un 5-3-2 (campo reducido)

Principios básicos

Para esta sesión se necesitan 20 jugadores de campo y dos guardametas.

Los jugadores del equipo atacante deben evitar pasar el balón a los laterales en su mitad del campo, ya que el rival puede cerrar las líneas de pase y presionar con agresividad. Esto los dejaría muy expuestos en caso de perder la posesión.
Los tres delanteros deben quedarse arriba para fijar a los defensores contrarios.
A la hora de elaborar el juego desde atrás con un 4-3-3, los centrocampistas deben situarse inicialmente en posiciones más adelantadas para mantener alejado al rival, lo cual generará espacios para bajar y recibir el balón de parte de sus centrales.
Los centrales tienen que evitar jugar en paralelo. De este modo, podrán ofrecer ángulos de pase que faciliten superar la presión.
Si el juego está muy congestionado en una banda, el equipo atacante deberá cambiar la orientación rápidamente y aprovechar el espacio libre que queda al otro lado del campo.
Al realizar movimientos sincronizados y oportunos, los jugadores podrán crear espacios y ganar tiempo para pasar el balón de manera precisa.

Esta sesión está pensada para resolver una situación de juego específica. Cuando un equipo juega con un 4-3-3 y se enfrenta a otro que defiende con un 5-3-2, debe desplazar el balón hacia determinadas zonas para subirlo adecuadamente.

1.ª parte. Reunión táctica previa a la sesión

Antes de saltar al campo, Jens prepara a los jugadores para el entrenamiento con un análisis visual de cada ejercicio y las acciones necesarias para llevarlos a cabo de manera correcta.

2.ª parte: juego de posesión del balón: 5 contra 5 más un guardameta

Zona pequeña: el guardameta actúa de comodín para crear situaciones de 6 contra 5.

Zona grande: los jugadores se mueven por un espacio mayor, pero se les permite dar menos toques.

Este primer ejercicio brinda a los jugadores la oportunidad de pulir su habilidad para el pase y de circular el balón rápidamente. Fijar la atención en el movimiento y en la precisión de los pases ayudará a los jugadores a ser más eficaces cuando se encuentren en situaciones de superioridad.

Delimitar dos zonas de 20 x 30 m.
Dividir a los jugadores en equipos de 5.
Organizar un 5 contra 5 en cada zona.
Incluir un guardameta en cada zona.

El objetivo de cada equipo es mantener la posesión del balón el mayor tiempo posible sin salirse de la zona.
El equipo que no tiene la posesión intenta robar el balón.
El guardameta ayuda siempre al equipo que tiene la posesión del balón para crear situaciones de 6 contra 5.
Cada jugador dará un máximo de tres toques de balón.

Ampliar el tamaño de la zona de juego a 30 x 30 m.
Reducir a uno el número de toques que se le permite dar a cada jugador.
El jugador que recupera el balón puede dar dos toques.

Los jugadores deberán demostrar percepción espacial en todo momento y examinar lo que ocurre a su alrededor para encontrar el hueco que les permita recibir un pase.
Los jugadores han de leer y predecir el movimiento de los compañeros y rivales para poder reaccionar de manera correcta.
Al mantener distancias razonables entre sus integrantes, el equipo que tiene la posesión podrá circular el balón y aprovechar al máximo la zona.
Al realizar movimientos sincronizados y oportunos, los jugadores podrán crear espacios y ganar tiempo para pasar el balón de manera precisa.
Es importante que los jugadores mantengan una comunicación clara y constante a lo largo del ejercicio para ayudar a sus compañeros a detectar las zonas más apropiadas hacia las que dirigir el balón.

3.ª parte. 11 contra 11: patrones de movimiento con un 4-3-3 frente a un 5-3-2

El equipo azul saca el balón desde atrás y juega por las zonas centrales.

Al construir el juego desde la defensa, el equipo azul debe evitar pasar el balón a los laterales.

Este partido de 11 contra 11 se centra en la capacidad del equipo que emplea un sistema 4-3-3 para superar a un rival que juega con un 5-3-2. El hecho de que ambos sistemas sean distintos ofrece a los jugadores la oportunidad de elaborar el juego desde atrás al tiempo que se enfrentan a una presión opuesta.

Utilizar un campo de dimensiones reglamentarias.
Disponer al equipo atacante con un sistema 4-3-3.
Disponer al equipo defensor con un sistema 3-5-2.
Situar a un guardameta en cada portería.

El equipo atacante intenta elaborar el juego desde atrás para avanzar y marcar.
El equipo defensor emplea un bloque alto e intenta robar el balón.

1.ª variación

El equipo atacante saca el balón desde atrás sin presión del equipo contrario.

2.ª variación

El equipo defensor emplea una presión alta para intentar frenar el ataque.

3.ª variación

El equipo defensor continúa presionando, pero inicia el ejercicio retrasando su posición a un bloque medio.

El equipo que construye el juego desde atrás debe evitar pasar el balón a los laterales en su mitad del campo, porque permitiría al equipo defensor cerrar las líneas de pase y presionar con agresividad.
Es más conveniente volver a empezar que arriesgar en el pase y jugar en largo. Apoyarse en el guardameta si es preciso.
Los centrocampistas deben desmarcarse de manera inteligente y coordinada para generar huecos que puedan aprovecharse en la salida del balón.
Al situarse en una posición inicial más adelantada, los centrocampistas lograrán generar un mayor espacio hacia el que desplazarse para recibir el balón de parte de los centrales.
Durante la construcción del juego, los centrocampistas estarán en movimiento constante y se ofrecerán continuamente para recibir el balón de parte de los defensores.
Cuando el equipo defensor emplee un bloque medio, el equipo atacante tratará de cambiar el juego de una banda a la otra para abrir espacios en torno a los centrocampistas y por los carriles centrales.

4.ª parte. 11 contra 11: patrones de movimiento en un 4-3-3 frente a un 3-5-2 (campo reducido)

El equipo azul saca el balón desde atrás y evita pasar el balón a los laterales, que están sometidos a una fuerte presión.

Este último ejercicio da continuidad a la estrategia de construir el juego desde atrás con un 4-3-3 frente a un 3-5-2. En este caso, se introducen limitaciones de espacio para ambos equipos, por lo que deben actuar con mayor rapidez y ser más creativos y precisos en sus movimientos.

Delimitar un campo de 70 x 40 m.
Disponer al equipo atacante con un sistema 4-3-3.
Disponer al equipo defensor con un sistema 3-5-2.
Situar a un guardameta en cada portería.

El ejercicio se divide en dos secuencias de siete minutos.
El equipo atacante intenta elaborar el juego desde atrás para avanzar y marcar.
El equipo defensor emplea un bloque alto e intenta robar el balón.
Limitar a ambos equipos a tres toques de balón por jugador durante los primeros siete minutos.
En este ejercicio hay fuera de juego.
Al cabo de siete minutos, se intercambian los esquemas de los equipos, es decir, el equipo defensor pasará a un 4-3-3 y viceversa.

Transcurridos los primeros siete minutos, se elimina el límite de toques de balón.

Animar al equipo defensor a que suba sus líneas. La línea defensiva no debe retrasarse demasiado, y los defensores tratarán de emplear la trampa del fuera de juego de manera eficaz.
Si se queda sin espacios en una banda, el equipo que tiene la posesión del balón intentará cambiar el juego rápidamente.
Hay que evitar pasar el balón a los laterales cuando estén en su campo, porque el rival puede cerrar las líneas de pase y presionar de manera agresiva.
Es más conveniente volver a empezar que arriesgar en el pase y jugar en largo. Apoyarse en el guardameta si es preciso.
Los atacantes y los centrocampistas buscarán constantemente los huecos que les permitan recibir pases y lograr que el balón llegue al último tercio. Para ello, pueden adoptar una posición inicial más adelantada y, a continuación, bajar y crear espacio para recibir el balón.
Todos los jugadores regresarán a sus posiciones defensivas cada vez que su equipo pierda el balón para evitar quedarse expuestos.