Como primer paso, abrir el campo ofrece al equipo atacante una buena base sobre la que aplicar el cambio de orientación. Si el esquema del equipo incluye extremos, se puede buscar el pase diagonal en largo, mientras que si juega con interiores, quizá prefiera mover el balón por la zona central, al menos en principio. Los jugadores deben plantearse si el cambio de juego es apropiado o no en cada momento, pudiendo optar por mantener la posesión o dar varias alternativas de pase para desplazar el balón de un lado del campo al otro.
En esta sección, el responsable del área técnica de la academia del Fulham FC, Ben Bartlett, explica una serie de ejercicios centrados en los cambios de orientación utilizados en distintos sistemas de juego. Durante la actividad, los jugadores participarán en ejercicios tanto en campo grande como en campo pequeño. Bartlett utiliza un método de aprendizaje implícito en el que las reglas cambiantes y los incentivos desempeñan un papel importante. De esta forma, guía de forma sutil a los jugadores en un descubrimiento paso a paso de los aspectos clave del cambio de orientación.
Diseño de la sesión
A lo largo de esta sesión, los ejercicios se realizan de forma alterna en un campo grande (9 contra 8) y otro pequeño (5 contra 5 x dos). En ambos campos se trabajarán los mismos conceptos.
La sesión parte de una situación real de partido, por lo que el esquema táctico en el campo grande debe reflejar el sistema que adopta el equipo en los partidos de 11 contra 11 (4-3-3 y 3-5-2). El campo grande permite a los jugadores aplicar ciertos principios a la hora de cambiar la orientación del juego, como son los pivotes y los distintos tipos de pase. Por su parte, los ejercicios del campo pequeño buscan dar la oportunidad a los jugadores de aplicar los mismos principios trabajados en el campo grande, pero en un espacio más reducido, por lo que la técnica individual cobra una mayor relevancia.
A medida que los jugadores van pasando de un ejercicio a otro, es importante que se introduzcan nuevos conceptos tácticos. El primer paso consiste en enseñar a los futbolistas cuándo y cómo cambiar la orientación del juego. Después, se trabajará la posesión del balón y el control del juego, para finalmente desarrollar las habilidades necesarias para presionar al rival de forma efectiva tras perder el balón. Se aconseja dejar algo de tiempo entre ejercicios para que los jugadores reflexionen sobre lo que les ha funcionado bien y lo que necesitan trabajar.
Principios básicos
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Deben utilizarse dos sistemas de juego diferentes con distintas demarcaciones para que los jugadores entiendan cuándo y cómo conviene buscar el cambio de orientación en función del esquema del equipo.
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Los cambios rápidos de juego permiten al equipo explotar los puntos débiles de la defensa rival; es decir, las zonas de la zaga con menos defensas.
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Anime a los jugadores a buscar el cambio rápido de orientación utilizando una variedad de pases, como pueden ser las diagonales largas o los pases cortos y al pie a los compañeros de la medular, que ejercerán de pivote.
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Antes de cambiar el juego, los jugadores deben contemplar cómo puede el equipo abrir el campo para generar los espacios necesarios.
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En el ejercicio, se busca cambiar cada cambio de orientación en función del contexto; el jugador deberá decidir si es mejor mantener la posesión para iniciar la jugada o buscar el cambio de juego rápidamente.