La capacidad para trasladar el balón desde la defensa hasta la delantera es un aspecto fundamental del juego efectivo en el centro del campo, y conlleva una serie de elementos técnicos. En este artículo, analizamos la técnica ejemplar de la española Aitana Bonmatí en tres fases clave del juego: antes de recibir el balón, al prepararse para recibir y después de recibir.
La percepción espacial de Bonmatí y su capacidad para saber dónde están las demás jugadoras le permiten prever su próxima acción y perfilarse de tal forma que el primer toque ya vaya en la dirección en la que tiene pensado avanzar. Su análisis permanente de la jugada demuestra su inteligencia futbolística y le permite ir un paso por delante a la hora de decidir cómo recibir el balón y qué hacer con él.
La destacada actuación de la estrella del FC Barcelona durante la Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia & Nueva Zelanda 2023™ la hizo merecedora del Balón de Oro de adidas y del premio The Best a la Jugadora de la FIFA de 2023. La centrocampista demostró una facilidad excepcional para generar jugadas de ataque gracias a su visión de juego, capacidad de decisión y precisión en la ejecución.
Los vídeos siguientes muestran cómo Bonmatí levanta la cabeza constantemente para mirar a su alrededor y leer la jugada antes de recibir el balón. También se observa cómo coloca el cuerpo para poder avanzar con el balón.
Conclusiones más importantes
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Para una futbolista, levantar la cabeza para mirar lo que tiene a su alrededor antes de recibir el balón es crucial. Esto le permite conocer la posición de las rivales y las compañeras, así como identificar posibles espacios donde jugar la pelota.
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Disponer de esa información antes de recibir el balón da a la jugadora la posibilidad de evaluar la situación y decidir cómo y hacia dónde avanzar.
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Decidirlo con antelación le permite perfilarse de manera adecuada, teniendo en cuenta en qué dirección quiere jugar el balón y dónde se encuentra la rival más cercana. Este enfoque proactivo constituye la base de un primer toque rápido y efectivo, lo que minimiza el tiempo y las oportunidades que tienen las rivales para intervenir.
Levantar la cabeza
Bonmatíes consciente en todo momento de lo que pasa a su alrededor en el terreno de juego. Se esfuerza por aprovechar los espacios y siempre mantiene la cabeza erguida. Además, emplea con gran efectividad su visión periférica: no solo observa lo que tiene delante, sino que mira a su alrededor para obtener una imagen lo más amplia posible. Su apuesta por esta técnica y sus ganas de crear oportunidades para su equipo son inagotables.
La jugadora es un auténtico metrónomo y siempre es consciente de:
a) dónde está;
b) dónde están las jugadoras rivales;
c) dónde están sus compañeras;
d) dónde hay espacios; y
e) dónde puede generarse una ocasión.
Al analizar el terreno de juego antes de recibir, Bonmatí es capaz de decidir con antelación qué va a hacer cuando el balón le llegue a los pies. Esta anticipación le permite perfilarse de manera óptima para orientar el primer toque en la dirección hacia la que quiere desplazarse y así dejar atrás a sus rivales.
A continuación, tenemos un ejemplo clásico de cómo Bonmatíocupa el espacio y ofrece una opción de pase a su compañera Jenni Hermoso. En esta secuencia, la calidad y precisión del pase de Hermoso también son fundamentales. Hermoso entrega el balón al espacio que Bonmatí tiene por delante, lo que permite a la centrocampista dar un buen primer toque para avanzar. En cambio, si el pase le hubiera llegado al pie, seguramente habría necesitado un segundo toque para avanzar.
Aperturas con rosca
Cuando una jugadora recibe un pase, no siempre lo hace en las condiciones idóneas para jugar el balón de primeras. Hay ciertos factores, como los rebotes, las imprecisiones en el pase, la falta de sincronización y los botes defectuosos por el estado del césped, que pueden afectar al control de quien recibe. En estas situaciones, la información que obtiene la receptora al levantar la cabeza antes de que le llegue el balón puede resultar aún más valiosa, porque le permite adaptarse sin aminorar la velocidad y reducir así el riesgo de perder el balón.
La siguiente secuencia corresponde al minuto 4 del tiempo añadido del partido de la fase de grupos de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ que disputaron España y Costa Rica en Wellington/Te Whanganui-a-Tara. Aunque la selección española ganaba por 3-0 y solo quedaban 90 segundos de partido, Bonmatí no desconecta ni baja la guardia en ningún momento.
En este caso, la centrocampista recibe un pase ligeramente retrasado, lo que no le permite dar un primer toque hacia delante. Sin embargo, su capacidad para levantar la cabeza y leer la jugada le permiten ajustar su posición. Como sabe dónde está el espacio, gira sobre sí misma y lanza a su equipo al ataque con una apertura con rosca perfecta hacia la jugadora que progresa por la banda.
Resumen
Bonmatí es un claro ejemplo de futbolista con una inteligencia de juego excepcional que trata de generar oportunidades para su equipo constantemente. En lugar de conformarse con lo que ve de manera natural, intenta sacar el máximo partido a su visión de juego y contempla todas las opciones que se le presentan antes de recibir el balón.
Al analizar continuamente lo que tiene alrededor, Bonmatí es capaz de tomar decisiones con antelación y perfilarse según sea necesario, lo que le permite orientar el primer toque en la dirección hacia la que quiere progresar. Esto significa que dispone de la información necesaria para adaptarse si el pase que recibe no facilita el primer toque que pretendía dar.
Gracias a su extraordinaria visión de juego, Bonmatí va siempre un paso por delante de sus rivales, imprime velocidad a la jugada y ayuda a sus compañeras a avanzar con el balón o conservar la posesión. De este modo, provoca que la defensa rival carezca del tiempo necesario para colocarse y tenga que reaccionar en lugar de anticiparse a la jugada.