La concentración, la lectura del juego, el poderío físico, la decisión y la fuerza son las cualidades que permiten a Irene Paredes no perder el balón de vista cuando circula con velocidad y valerse de su cuerpo en las interacciones con la pelota y las rivales. Además, su excepcional instinto para detectar el peligro y el momento idóneo para intervenir la convierten en una defensora de talla mundial.
Los vídeos que acompañan a este artículo son una buena muestra de la precisión con la que Paredes mide los tiempos al realizar entradas decisivas y con sentido en momentos cruciales de grandes partidos, ya sean entradas de pie, con el cuerpo o a ras de suelo.
Conclusiones más importantes
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La defensora no debe perder de vista el balón en ningún momento antes de realizar una entrada; además, debe colocarse entre el balón y su propia portería, para lo que tiene que ser consciente de su ubicación respecto de esta.
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Medir los tiempos con precisión es de vital importancia, sobre todo en las entradas a ras de suelo, ya que, si la jugadora que la realiza no corta la acción rival, probablemente se verá superada. Si, por el contrario, el contacto es con la jugadora contraria en lugar de con el balón, la defensora corre el riesgo de cometer falta o de lesionarla si actúa con un ímpetu excesivo.
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La defensora debe entrar con decisión en el momento oportuno y usar la inercia de su cuerpo para intervenir con contundencia y sentido.
Medir los tiempos en las entradas
Al prepararse para realizar una entrada, la defensora no debe perder de vista el balón. Solo así obtendrá la información necesaria sobre la velocidad de la pelota y la distancia entre esta y la atacante. De este modo, si el balón se escapa momentáneamente del control de la rival, la defensora podrá efectuar la entrada en ese instante.
Además, lo ideal para defender es que la jugadora se sitúe entre el balón y su portería en los momentos previos a una entrada. Cualquier defensora que haga una cobertura para proteger el espacio entre la jugadora que defiende un 1 contra 1 y la portería puede anunciarle a esta su presencia, lo que permitirá que la primera entre a la rival con más confianza. En otras ocasiones, sin embargo, la defensora sabrá que es el último obstáculo de su oponente y tendrá que jugársela con una entrada.
Paredes mide los tiempos como pocas a la hora de entrar, y también al emplear su cuerpo y fuerza física para ello. La musculatura de su pierna de apoyo se mantiene en tensión mientras adelanta la pierna con la que entra, estirándola al máximo para contactar de manera decisiva con la pelota. Utiliza la fuerza del tren superior y del abdomen para protegerse justo después de tocar el balón, y para amortiguar cualquier choque con la rival.
Sus virtudes técnicas y físicas son, en gran medida, lo que le permiten efectuar este tipo de entradas, sin olvidar su capacidad para interpretar el juego. Una colocación adecuada, la capacidad de análisis, la seguridad y la decisión son requisitos imprescindibles para valerse de este recurso. Realizar una entrada contundente puede llevar a una defensora a poner en peligro su integridad física. En los siguientes ejemplos comprobaremos cómo Paredes siempre da el máximo cuando su equipo o la situación requieren de firmeza y entrega.
Las siguientes imágenes muestran claramente cómo la defensora española aplica los principios mencionados en una situación defensiva de peligro contra Barbra Banda, delantera de Zambia y una de las atacantes más veloces del mundo.
Resumen
Irene Paredes es una defensora potente, decidida y contundente que, en situaciones peligrosas de 1 contra 1, sabe colocarse respecto a su portería. La atención que presta constantemente al movimiento del balón y a la atacante rival que lo conduce le permite elegir el momento idóneo para realizar una entrada.
La fuerza física que aplica con la pierna de apoyo le otorga el impulso preciso para estirar al máximo (o en la medida necesaria) la pierna buena, y de este modo consigue impactar de lleno en el balón sin cometer falta.
Su valentía y seguridad, su capacidad para medir los tiempos y la fortaleza de su tren superior le permiten entregarse a fondo en estas acciones defensivas, lo cual resulta fundamental cuando se trata de la última defensora o en situaciones en las que una entrada fallida o mal calculada puede afectar negativamente a su equipo.
Las jugadoras más grandes dan la cara y rinden en los momentos decisivos. Paredes, sin duda, es una de ellas.