Kylian Mbappé: frenarse para volver a acelerar

Mbappé representa el equilibrio perfecto de potencia, técnica e inteligencia de juego. Cuando recibe el balón en el lado izquierdo, su instinto le lleva a girarse y jugar, a la vez que evalúa posibles alternativas para ganar la espalda a la línea defensiva, consciente de sus excelentes cualidades en este sentido. El delantero francés tiende a disminuir el ritmo de la jugada, en ocasiones prácticamente hasta detenerse, y a tentar a los rivales a acercarse. A continuación, recurre a diversas fintas técnicas para encararlos, incitarlos a acercarse un paso más u obligarlos a perder impulso. En ese momento, da rienda suelta a su increíble potencia y técnica para adelantarse el balón en largo y adentrarse a toda velocidad en el espacio generado a la espalda de la línea defensiva. En los ejemplos del siguiente vídeo se muestra este extraordinario recurso y cómo Mbappé domina situaciones diferentes recurriendo a variantes distintas de esta jugada tan característica para alcanzar el mismo objetivo.

La frenada momentánea de Mbappé, acompañada de recursos que atraen a los rivales a una situación de uno contra uno, ofrece una ventaja desde el punto de vista táctico, al provocar que duden, pierdan impulso o se precipiten. Esta ventaja es aún mayor cuando ejecuta su jugada más característica justo fuera del área grande, puesto que incrementa las dudas y la indecisión del contrincante. De este modo, tiene la opción de orientar el balón hacia el interior con la pierna derecha y rematar a puerta, o bien de utilizar la pierna contraria con la misma calidad para avanzar por la banda y centrar la pelota a la zona de peligro.
Mbappé se adelanta el balón y acelera en el momento justo para sacar el máximo partido a la táctica de la frenada. El jugador despliega un magnífico recurso técnico, al adelantarse el balón con la pierna más cercana a él y utilizar esta misma pierna para impulsarse y salir en carrera. También destaca la forma en que distribuye el peso para sacar ventaja de una posición desfavorable y asegurarse de que la pelota se frene en el punto exacto para centrar con la pierna izquierda.
Desde el punto de vista táctico, adelantarse el balón de este modo resulta un recurso sumamente efectivo, porque propicia una carrera por el balón en la que Mbappé puede explotar su gran velocidad. Los dos o tres metros que gana sobre una distancia de diez confirman esta ventaja. Cuando ejecuta esta jugada desde el vértice del área grande, donde tiene una perspectiva clara de la línea defensiva, el jugador se interna al instante en la zona más peligrosa del campo. Su rapidez y explosividad limitan el tiempo de reacción, ya que convierten una de las laboras defensivas más complejas —retroceder corriendo hacia la portería para defender el área pequeña de acciones desde las bandas— en un esprint precipitado e instintivo en dirección al rival y la propia portería, sin apartar la vista del balón.

Nuestro primer ejemplo ilustra a la perfección la forma en que Mbappé genera su jugada más característica, incluidos el recurso técnico necesario y la acción decisiva para alcanzar su objetivo. Todo comienza cuando Mbappé sorprende a la línea de medio campo rival, al dejar correr un balón procedente de un compañero.

(1/6) Mbappé deja que un balón procedente de un compañero corra por la banda antes de establecer un primer contacto; de este modo, aumenta la velocidad de la jugada e impide que la línea de medio campo intervenga en un primer momento, lo que subraya su inteligencia de juego.

(2/6) El francés se frena brevemente para encarar al defensor, con el balón ubicado en el punto exacto para poder internarse y correr directo a la portería. Consciente de la amenaza, el defensor observa la carrera y pierde algo de velocidad en el proceso.

(3/6) Esta circunstancia desencadena la acción de Mbappé, que acelera con potencia impulsándose con la pierna izquierda, a la vez que gira la cadera derecha para adelantar el balón con el empeine de esa misma pierna.

(4/6) Basta que se adelante el balón en largo y una potente zancada para que, en una distancia de diez metros, el francés recupere el metro que le sacaba el defensor y le gane otro más.

(5/6) Una vez ha penetrado en el espacio que se ha abierto a la espalda de la línea defensiva, Mbappé se encuentra en una situación óptima para centrar el balón a la zona de peligro.

(6/6) Después de adelantarse el balón en largo con la pierna derecha, pone un excelente centro de primeras con la izquierda.

Al inicio de este ejemplo, Mbappé se dirige hacia el vértice del área para encarar a dos defensores. A partir de este momento, las similitudes con su jugada más característica resultan muy evidentes. El francés se las ingenia para incitar a los defensores a precipitarse, a fin de obtener una ventaja inicial; a continuación, aprovecha su extraordinaria técnica y potencia para ampliar esa ventaja y causar estragos en la defensa rival.

(1/7) Partiendo de una posición prácticamente parada, Mbappé hace un amago con el balón ante los defensores y los atrae para que cierren los espacios.

(2/7) Al fintar hacia dentro y amenazar con chutar, los defensores dan un paso más hacia delante con la intención de abalanzarse sobre el balón.

(3/7) En un gran alarde físico sobre una distancia de diez metros, Mbappé logra recuperar los dos metros que le sacaban los defensores y ganarles otros dos.

(4/7) Con un simple toque de balón, desequilibra a ambos defensores, que quedan de espaldas a la portería. Asimismo, baja las caderas e inclina el cuerpo hacia delante para salir en carrera en dirección a la portería.

(5/7) A continuación, ejecuta su jugada más característica: se impulsa con la pierna izquierda y utiliza la derecha para adelantar el balón hacia el espacio que él mismo ha generado.

(6/7) Mientras los defensores retroceden sin apartar la vista del balón, Mbappé logra internarse en el espacio que queda a la espalda de la línea defensiva, donde goza de una posición óptima para centrar de primeras con la pierna izquierda.

(7/7) Mbappé trata de aprovechar al máximo los recursos de los que dispone, tras adelantar hábilmente el balón hacia el interior para dejar atrás a los defensores y abrir un buen abanico de opciones.

En los ejemplos anteriores, Mbappé se adelantaba el balón en zonas muy altas del campo. Esta vez, tras ejecutar la acción en una posición más retrasada, toma la decisión de frenarse a pocos metros del área. A continuación, vuelve a poner en práctica la misma táctica y demuestra no solo su dinamismo e inteligencia de juego, sino también la capacidad para adaptar su jugada más característica con gran atrevimiento.

(1/8) Con el balón todavía en los pies, Mbappé amaga ante el defensor para intentar atraerlo. Desde su posición, también tiene la opción de dar un pase hacia dentro y buscar un desmarque a la espalda.

(2/8) Cabe destacar que, cuando baja el cuerpo para adelantar el balón y salir en carrera, la pelota aún sigue parada. Sin embargo, ya ha conseguido atraer al defensor y, por consiguiente, neutralizar su ventaja posicional.

(3/8) Una vez que se zafa del defensor, Mbappé toma la decisión de frenarse para analizar sus opciones.

(4/8) Mientras el defensor trata de alcanzarlo, Mbappé estudia la situación y decide que la mejor opción es dejar que los defensores se posicionen y, a continuación, atravesar la línea defensiva.

(5/8) A medida que el defensor aminora la marcha, Mbappé lo atrae y se prepara para internarse en el espacio que se ha abierto a la espalda.

(6/8) Al frenarse de manera deliberada, trata de aprovechar al máximo su explosividad: ejecuta un salto inicial en el que deja la pierna derecha más retrasada para impulsarse, echa los hombros hacia atrás y saca el pecho, a fin de distribuir el peso y lanzarse hacia delante.

(7/8) Al igual que los velocistas al salir de los tacos, el delantero francés se las ingenia para impulsarse flexionando la pierna derecha en cuanto esta toca el suelo, a la vez que adelanta el balón con el empeine de esa misma pierna. Todo esto coincide con la frenada del defensor, por lo que la acción se ejecuta en el momento oportuno.

(8/8) Mbappé gana 15 metros y se interna sin oposición en el espacio generado a la espalda de la defensa, por lo que goza de una posición idónea para centrar el balón al área con la pierna izquierda.

En los vídeos anteriores, Mbappé atrae a los defensores y, acto seguido, adelanta el balón ligeramente hacia dentro con la pierna derecha, a fin de alcanzar una posición más favorable para centrar. En esta ocasión, ante la obligación de adaptarse, hace gala de su versatilidad técnica y táctica y de su fortaleza física para encontrar una solución distinta que le permita obtener el mismo resultado.

(1/8) Al inicio de la segunda fase de la jugada, Mbappé sube una vez más por la banda, aminora la marcha y observa la línea defensiva. Al ver que un rival acude a su encuentro, se dispone a ejecutar su acción más característica.

(2/8) Tras impulsar el balón hacia dentro, Mbappé hace una bicicleta con la pierna derecha para alcanzar una posición más peligrosa, con lo que atrae al defensor, le rompe el ritmo y logra internarse en el espacio. En otro ejercicio de ingenio, se pasa la pelota a la pierna izquierda para mantenerla lejos del alcance del defensor, al tiempo que trata de obtener ventaja adelantándola.

(3/8) Al adelantarse el balón de manera más vertical que en ejemplos anteriores, Mbappé mantiene la distancia entre la pelota y el rival, a la vez que trata de zafarse de este último y dirigir el esférico hacia una posición más favorable y cercana a la portería.

(4/8) Tras un intento fallido por deshacerse del adversario, un leve estirón en el brazo provoca que pierda algo de impulso, circunstancia que pone de manifiesto otro aspecto clave de su juego: la fortaleza física.

(5/8) Haciendo gala de una gran fortaleza física, Mbappé elude al rival, gana la espalda a la defensa y se adentra con el balón en el área usando la pierna derecha.

(6/8) Tras salir airoso de la disputa con el defensor, aprovecha su fortaleza para tomar el camino más corto hacia el interior y conduce el balón con el exterior del pie derecho.

(7/8) Una vez que ha dejado atrás al defensor, Mbappé adelanta el balón hacia la línea de fondo con un toque medido con el empeine derecho, a fin de evitar posibles acciones defensivas. Esta acción sirve también para atraer a los defensores hacia el área pequeña y generar espacios que pueden ocupar los atacantes.

(8/8) Tras fabricarse el espacio, Mbappé está en disposición de enviar un centro bombeado con la pierna izquierda.

Mbappé demuestra un deseo irrefrenable de atravesar la línea defensiva. La táctica de frenarse resulta efectiva, al permitirle moverse hacia el interior, adelantar el balón al espacio y ganar la espalda usando el exterior del pie derecho o, cuando es necesario, aprovechar su fortaleza física para alcanzar el objetivo.Mbappé cuenta con un amplio abanico de opciones gracias a su asombrosa condición física y su exquisito equilibrio técnico. Así, es capaz de disminuir o aumentar sin esfuerzo el ritmo de la jugada, a la vez que decide cómo usar el cuerpo para adelantar el balón e impulsarse con la pierna izquierda o con la derecha. También destaca su capacidad para iniciar y finalizar las jugadas con cualquiera de las dos piernas y obtener el mismo resultado.

El delantero trata de sacar el máximo provecho a este recurso de primer nivel. Recibe el balón en zonas donde goza de una visión óptima de la jugada y, siempre que es posible, lo deja pasar o lo adelanta antes de desconcertar y castigar al rival. No solo marca su propio ritmo, sino que también rompe el de los adversarios. Ralentiza la jugada, enseña el balón sin perder en ningún momento el control y, cuando el rival muerde el anzuelo, sale corriendo a una velocidad vertiginosa para dar la puntilla.

Primer ejemplo: convertir una desventaja en una ventaja

Segundo ejemplo: elementos recurrentes y detalles reconocibles

Tercer ejemplo: misma solución, diferente aplicación

Cuarto ejemplo: adaptación obligada con el mismo resultado