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Una inversión provechosa
Kari Seitz lleva años supervisando los progresos de las árbitras en el fútbol femenino y declara que el incremento de la calidad es impresionante. Uno de los principales avances se ha producido en la condición física: hasta un 76 % de las que pitaron en el Mundial femenino alcanzaron los criterios estipulados para los equipos arbitrales del masculino, pese a que hasta ahora se pensaba que las mujeres no podrían ofrecer el mismo rendimiento que los hombres. También está dando excelentes resultados la inversión de la FIFA en su formación y profesionalización.
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La importancia de las árbitras en el fútbol masculino
Una de las consecuencias de estos progresos ha sido la incorporación de las árbitras al fútbol masculino de élite. Por primera vez en 92 años, las mujeres han arbitrado en el Mundial masculino. Como explica Seitz, se trata de un avance esencial para su formación, sobre todo ahora que las ligas femeninas se encuentran en pleno desarrollo. En el fútbol masculino, las mujeres trabajan en un entorno más intenso y exigente, lo que les permite adquirir competencias y demostrar su capacidad para pitar en las grandes ocasiones, incluso sin el mecanismo de protección que proporciona el VAR.
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Árbitras profesionales, preparación profesional
El proceso que las árbitras deben superar para llegar al Mundial deja patente los progresos efectuados de camino a la profesionalización. Seitz manifiesta que su trabajo, muy parecido al de un seleccionador, incluye el privilegio de observar a las mejores del mundo y evaluar su prestación. A continuación, la FIFA invita a las más sobresalientes a participar en diversos seminarios, para darles la oportunidad de poner a prueba su valía en competiciones juveniles y supervisar su desarrollo. El infatigable compromiso de las árbitras en este extenuante proceso de tres años y medio da fe de su inquebrantable pasión por el fútbol, que la FIFA recompensa invirtiendo en su formación.
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En el centro de un partido
Por último, Seitz explica qué le gusta más del arbitraje. Pese a la multitud de críticas que suelen recibir los equipos arbitrales, nada puede empañar la magia de las grandes citas ni el entusiasmo que sienten por su especial contribución sobre el terreno de juego. Seitz, que fue árbitra durante 28 años, anima a todo el mundo a probar este fascinante trabajo, que contribuye a amar todavía más el fútbol y enriquece la comprensión del juego.