Francia y Brasil, dos pesos pesados del Mundial femenino, se enfrentaron en la segunda jornada del grupo F. La selección europea se adjudicó un partido de lo más igualado y terminó siendo primera de grupo, mientras que Brasil cayó eliminada tras empatar sin goles ante la sorprendente Jamaica en la última jornada. La sólida defensa de las jamaicanas les permitió dar la sorpresa y terminar en segunda posición sin conceder ningún gol en tres partidos.
Francia
Gemma Grainger: Francia exhibió unas cualidades técnicas excelentes con y sin balón. De hecho, en los tres partidos de la fase de grupos pasó más tiempo en el último tercio que en cualquier otra zona del campo y marcó 8 goles.
Sus atacantes son extraordinarias técnicamente, conducen el balón con velocidad y son capaces de combinar rápidamente con muy pocos toques. A todo ello cabe sumar la velocidad y capacidad para defender en situaciones de 1 contra 1, sobre todo por parte de sus laterales, quienes actuaron con firmeza y ejercieron una intensa presión tras pérdida para recuperar el balón y contener los ataques rivales. Este fue un factor importante para que Francia pasara tanto tiempo en la fase de transición ofensiva del juego.
Jamaica
Nadine Angerer: Jamaica empleó un sistema 4-4-1-1 o 4-3-3 en la elaboración.
Tanto para reanudar el juego como con el balón en movimiento, Jamaica inició la mayoría de sus jugadas con pases largos de la guardameta, Rebecca Spencer (13), o de las centrales. El destino de estos envíos era la delantera centro Khadija Shaw (11), quien controlaba el balón o daba a su equipo la oportunidad de ganar el rechace e internarse en el área en situaciones de 1 contra 1. Jamaica también lanzó pases en profundidad a la espalda de la defensa para buscar los desmarques de Shaw. En estas jugadas, lo más habitual era que la atacante estuviera sola o contara con un mínimo apoyo por parte de las centrocampistas en el mejor de los casos. A Jamaica le costó mantener la posesión del balón en general, y en el último tercio en particular.
Sin la posesión: Jamaica se mostró como un equipo muy sólido, disciplinado y con las líneas muy juntas. Defendió con intensidad y basculó en bloque de manera sensacional. Cabe destacar que no encajó ni un solo gol, lo que pone de manifiesto su magnífica organización. Sus jugadoras estuvieron implacables en los centros al área y ganaron multitud de duelos por alto. Además, Jamaica supo gestionar bien los partidos y detectar cuándo debía frenar el impulso de sus contrincantes.
Si bien demostró ser un equipo muy completo, me gustaría destacar especialmente a Drew Spence (8), Shaw (aunque se perdió un encuentro) y a Spencer, su guardameta, por sobresalir en la primera fase del torneo.
Brasil
Aline Pellegrino: La selección brasileña fue vertical con balón, trató de combinar con las delanteras lo más cerca posible de la meta rival y sus laterales ocuparon posiciones muy adelantadas. También generó peligro en las transiciones ofensivas y en los contraataques, aprovechando la velocidad y el talento de sus centrocampistas y delanteras.
Además, Brasil también utilizó la velocidad de sus atacantes cuando no tenía la posesión del balón. Las delanteras presionaron a la línea defensiva rival e intentaron recuperar rápidamente el balón en zonas próximas a la portería contraria. Sin embargo, este planteamiento ofensivo abrió unos espacios en la retaguardia que sus rivales no dudaron en aprovechar para contragolpear.
En la última jornada de la fase de grupos, Brasil fue incapaz de desarbolar el sólido entramado defensivo de Jamaica y dijo adiós al Mundial. Este encuentro significó también la despedida de Marta, una de las mejores futbolistas de la historia.
Panamá
Anja Mittag: Panamá disputó su primer Mundial femenino. Decidió elaborar el juego con un sistema 4-2-3-1. Pese a quedar encuadrada en un grupo muy difícil, la selección panameña me impresionó mucho. Contra Jamaica vi una actuación valiente de un equipo cuya estrategia consistía en salir con el balón jugado desde el saque de puerta frente a un oponente que presionaba muy arriba.
Contra Brasil y Francia, en cambio, inició la mayoría de las jugadas con saques en largo desde la portería. Sus jugadoras trataron de ganar los rechaces y superar a la centrocampista defensiva rival o acercarse a la línea defensiva de sus contrincantes. Marta Cox (10) fue una jugadora determinante. Sus recursos técnicos y su potencia para iniciar las transiciones ofensivas y recuperar el balón me llamaron poderosamente la atención.
Sin la posesión, Panamá defendió casi siempre con un bloque bajo o medio —con un 4-5-1 o un 4-1-4-1— y trató de generar ocasiones de gol al contragolpe. En el partido contra Francia, marcó sus tres primeros tantos en una Copa Mundial, todos ellos a balón parado (incluido un espectacular gol de falta de Cox).