Una incisiva Inglaterra accede a su primera final de una Copa Mundial

A la selección inglesa le gusta elaborar la jugada desde atrás y avanzar superando las líneas rivales. La tónica habitual durante el torneo ha sido que sus fases de construcción no han encontrado oposición; así lo evidencia el hecho de que las inglesas hayan registrado el segundo mayor número de recepciones de balón sin presión, con 383 por cada 30 minutos con la pelota (el tiempo efectivo de juego es, aproximadamente, 60 minutos, por lo que los datos se normalizan para un período de 30 minutos). Inglaterra también es la selección con el mayor porcentaje de posesión en la fase media de construcción (28.3 %). Cuando la jugada parte de sus tres centrales, los movimientos de las tres centrocampistas situadas por delante de la pelota son fundamentales, ya que contribuyen a abrir líneas de pase que desbaraten el dibujo rival. 

El equipo de Sarina Wiegman es el segundo mejor del Mundial en porcentaje de pases completados (86.1 %) y de ruptura de líneas (73.1 %), solo superada por España, su rival en la final del domingo. Sin embargo, la ruta más directa para llegar a la portería del rival es atravesar su esquema defensivo, y en esta estadística Inglaterra ocupa el primer puesto, al haber completado el 85 % de sus rupturas de líneas.

Según Belinda Wilson, y tal y como apreciamos en los vídeos 1 y 2, «el movimiento de las jugadoras inglesas entre las defensas y centrocampistas rivales es esencial en este sentido. Sus centrocampistas y mediocentros ofensivas se dejan caer a este espacio, con lo que generan superioridades y abren líneas de pase. Por su parte, las extremos ensanchan el campo, lo que contribuye a estirar las defensas rivales y a abrir más espacios». 

«Las jugadoras inglesas tienen un excelente dominio técnico: mueven el balón con muy pocos toques y se desmarcan en cuanto dan un pase para generar superioridades en la siguiente línea defensiva del rival. Cuando llegan al último tercio, pueblan tanto el área grande como las inmediaciones para reforzar los ataques».

Precisión y eficacia en ataque
Cuando llega al último tercio, la selección inglesa dispone de todo un abanico de variantes ofensivas. Cuenta con jugadoras que pueden ir al uno contra uno, disparar desde lejos y rematar centros. Las inglesas, que disputarán su primera final, también saben escoger bien sus remates; a pesar de ocupar el 25.º puesto entre las 32 participantes en términos de ocasiones (12.3 por cada 90 minutos), dirigen el 42.7 % de los remates entre los tres palos. Además, convierten en gol el 15.9 % de sus remates, lo que supone el tercer mejor registro del torneo. 

Cuando la selección inglesa no tiene la posesión, adopta un bloque orientado hacia el balón en previsión de una acción que desencadene la presión. En cuanto la pelota llega a una jugadora rival situada en la zona designada, las inglesas encadenan varias secuencias de una intensa presión directa.  

Gozan de la preparación física necesaria para mantener estas secuencias y ocupan el cuarto puesto en términos de duración media de la presión. Sin embargo, saben escoger bien el momento de presionar: cuando la ejercen, lo hacen de forma intensa. Si analizamos los datos de presión, la selección inglesa ocupa el 27.º puesto entre las 32 participantes en términos de presión indirecta (136.9 por cada 30 minutos), pero es cuarta en lo que respecta a la presión directa (68.5 por cada 30 minutos).

Cuando están a una distancia propicia para disputar el balón, las inglesas registran un alto grado de éxito. A estas alturas de la competición, ocupan el segundo puesto en términos de disputas ganadas (9.8 por cada 30 minutos sin la posesión del balón).                 

Según Wilson, «las inglesas tienden trampas a sus contrincantes y colaboran a la perfección para ejecutar su plan defensivo. Presionan de forma coordinada, a menudo partiendo desde las bandas. Una vez iniciada, mantienen la presión y limitan la capacidad del rival para progresar con el balón».

La capitana inglesa Millie Bright (6) ha sido el bastión defensivo de su equipo durante el Mundial. La central del Chelsea ha sido una pieza fundamental de la defensa inglesa, gracias a su intuición a la hora de leer situaciones importantes del juego y a su capacidad para intervenir en el momento oportuno.

Como puede apreciarse en los vídeos 5, 6 y 7, Bright no solo ayuda a su equipo en defensa, sino que también cuenta con la visión y la técnica necesarias para ejecutar milimétricos pases en largo por encima de la línea defensiva rival, avanzar con el balón y generar superioridades mediante internadas.

Se comunica constantemente con sus compañeras sobre el terreno de juego y es una gran líder dentro del equipo.

La guardameta inglesa Mary Earps (1) ha protagonizado una actuación espectacular durante la competición. Su capacidad atlética, coordinación y toma de decisiones le han servido para ayudar a su equipo con importantes intervenciones. La portera del Manchester United se caracteriza por su solvencia en el uno contra uno y sus grandes paradas en momentos decisivos de los partidos. Además, Earps domina tanto el juego por alto como los disparos desde fuera del área.  

En los vídeos que figuran a continuación, Pascal Zuberbühler explica algunos de los aspectos en los que más ha destacado la guardameta hasta la fecha.

Disparos desde lejos
«Lo más destacable del vídeo 8, tomado del partido contra China, es cómo se mantiene de pie. Cuanto más tiempo permanezca en esta posición, más probable será que elija correctamente tanto el momento de lanzarse a por el balón que le bota delante como la altura a la que debe hacerlo. Su toma de decisiones es buena, y es capaz de rechazar la pelota y alejarla de la zona de peligro».

«En el vídeo 9 vemos otro disparo a media altura, por lo que, de nuevo, es importante mantenerse en pie el máximo tiempo posible para lanzarse en el momento oportuno. Earps ya se encuentra en posición estática, pero dos defensoras le tapan el campo de visión. Reacciona con rapidez y se lanza con potencia hacia la izquierda para desviar el balón con ambas manos».

Balones por alto
«En el vídeo 10, lo primero que cabe destacar es la orientación del cuerpo hacia el balón y cómo se prepara para el centro en cuanto se da cuenta de que la jugadora está desmarcada. Cuando se efectúa el envío, ya está de puntillas, lo que le permite retroceder unos primeros pasos muy importantes. En este caso, también debe elegir correctamente el momento idóneo para saltar y despejar el balón. A pesar de no ser una acción sencilla, la ejecuta a la perfección».

«En el vídeo 11 vemos un ejemplo similar, en el que la guardameta está adelantada y es plenamente consciente de su ubicación con relación a la portería. Estos balones son difíciles, porque debe elegirse bien el momento de saltar y la altura. De nuevo, se eleva de manera óptima y despeja la pelota».

Paradas decisivas
«Como apreciamos en el vídeo 12, Earps realiza una parada vital en un momento decisivo de la semifinal contra Australia. En el minuto 83, con 2 a 1 en el marcador a favor de Inglaterra, su intervención evita el gol del empate. Su ubicación inicial en el palo corto, en posición estática y de puntillas, le permite impulsarse y estirarse para llegar al balón con la mano derecha y mucha firmeza. Asimismo, la reacción de las defensoras al rechace demuestra la gran compenetración que existe entre estas y la guardameta».

«En el vídeo 13, tomado del partido frente a Haití, realizó otra parada decisiva en los últimos minutos con 1 a 0 en el marcador a favor de Inglaterra. De nuevo, me gustaría destacar su colocación y los primeros pasos que da para hacerle la portería más pequeña a la delantera. Desde esta posición, logra desviar el balón con el pie izquierdo. Es una parada firme y contundente que demuestra la mentalidad positiva y la capacidad atlética que tiene», añade.

La final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023™ entre España e Inglaterra se disputará el domingo 20 de agosto en el Estadio de Australia de Sídney a partir de las 20:00 h (hora local).