#Copa Mundial de Futsal de la FIFA 2024™

Guardametas: la defensa del espacio fuera del área

FIFA, 28-9-2024

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En la Copa Mundial de Futsal de la FIFA 2024™, los guardametas siguieron demostrando su importancia en el funcionamiento del equipo, tanto con la posesión como sin ella. En este artículo, el Grupo de Estudio Técnico analiza cómo la capacidad de los porteros para dominar el espacio fuera del área está influyendo enormemente en el juego en Uzbekistán.

El guardameta suele ser la última línea de defensa y es habitual que intervenga en situaciones de máxima presión. Una de las acciones más comprometidas es cuando el portero defiende el espacio fuera del área y sale hasta zonas del campo en las que no puede emplear las manos, mientras deja desprotegida la portería y cualquier error puede ser fatal. Durante la Copa Mundial de Futsal de la FIFA Uzbekistán 2024™, varios guardametas están exhibiendo mucha confianza en esas situaciones. Antonio García, miembro del GET en el torneo y entrenador de porteros de la selección de Vietnam, explica el contexto táctico de la defensa fuera del área, el tipo de percepción y los conocimientos técnicos que muestran los guardametas en esos momentos y la influencia que pueden tener sus intervenciones en las siguientes fases del juego.

El contexto táctico

El bloque defensivo

Antes de tomar una decisión y ejecutarla, un guardameta debe tener en cuenta distintos contextos tácticos. Uno de los más importantes es el espacio que hay entre su posición en el campo y la defensa. Si un equipo defiende en bloque alto con marcaje individual, el espacio entre el guardameta y la defensa será mayor que si defiende en bloque bajo. En situaciones de bloque alto, el portero debe estar preparado para anticiparse a los delanteros rivales y salir a defender el espacio fuera del área.

Antonio García apunta la importancia de que el portero tenga en cuenta toda la información disponible, incluido el lenguaje corporal del atacante que se prepara para dar un pase en profundidad. También comenta que debe emplear su intuición y conocimiento del juego para decidir si sale a defender fuera del área o si aguanta la posición dentro de la misma y se enfrenta al atacante en un 1 contra 1.

«El guardameta ejercerá de última línea defensiva y dominará el espacio que tiene delante, además de analizar e interpretar el lenguaje corporal del atacante. La prioridad es llegar al balón usando la intuición o quedarse dentro del área y esperar el 1 contra 1».

La situación de juego

La situación de juego es otro factor fundamental para que el guardameta se decida por una acción u otra. En el primer vídeo, Antonio García utiliza un ejemplo de un partido reciente entre Argentina y Afganistán. El experto indica que, debido a la calidad técnica de los jugadores afganos, Argentina opta por defender principalmente en bloque bajo. No obstante, en una situación concreta de la primera mitad, la Albiceleste comienza a presionar en bloque alto. En tal situación, el guardameta argentino, Nicolás Sarmiento, se ve obligado a actuar como último defensor, puesto que el espacio entre él y su línea defensiva es mucho mayor.

Primer vídeo: como la selección argentina adelanta su defensa, Sarmiento se sitúa fuera del área. Al darse cuenta, Hamid Hossaini (6) intenta superarlo por alto desde su propio campo y fuerza una parada del guardameta. Sarmiento estaba listo para defender su portería y el espacio fuera del área.

Antonio García explica que, aunque un guardameta no se vea obligado a salir del área como consecuencia de la disposición táctica de su equipo, esta situación puede cambiar en determinados momentos del partido. Por esa razón, el portero debe mostrarse más perceptivo y reaccionar ante los balones que puedan llegar a la espalda de la defensa.

«Como entrenador, puedes decidir que tu equipo defienda en bloque bajo. Sin embargo, no tiene por qué ser siempre así, puesto que habrá momentos en los que se inicie una presión debido a un mal control o un pase atrás del rival, y eso provocará que se pase de un bloque bajo a un bloque alto. En ese instante, es posible que el rival busque una solución distinta y juegue al espacio que queda a la espalda de la línea de contención».

LA RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN Y LA ACCIÓN

En la sección anterior, Antonio García subraya la trascendencia de que los guardametas comprendan el contexto táctico de un partido a la hora de ejecutar ciertas acciones. De hecho, va más allá, ya que examina la interrelación entre la percepción que tiene un portero de lo que le rodea y las acciones técnicas que puede realizar.

El uso del campo visual

El experto hace referencia a la importancia de que un guardameta emplee la totalidad de su campo visual y no se fije solamente en lo que sucede cerca del balón, sino también en otras zonas del campo en las que un jugador concreto pueda suponer un riesgo en función de cómo se desarrolle la jugada.

«En cada intervención del guardameta, se combinan la percepción y la acción. Las distintas acciones técnicas y tácticas están interconectadas y coexisten entre sí. Lo primero que hay que hacer es observar el terreno de juego para obtener información. Como en el futsal no hay dos situaciones idénticas, hay que observar el campo constantemente. Y no únicamente donde está el balón, sino también otras zonas del campo. El campo visual debe ser amplio para tratar de captar toda la información».

Antonio García comenta un dato interesante sobre la influencia que tiene la experiencia de los guardametas al defender fuera del área en determinadas situaciones. Según indica, los porteros con más experiencia han aprendido a leer mejor las situaciones de partido, lo que puede aumentar su eficacia al defender los espacios fuera del área.

«Muchos guardametas expertos son capaces de identificar las distintas situaciones con mayor rapidez y eficacia que otros más jóvenes, es decir, son capaces de leer el juego mejor que aquellos que tienen menos experiencia».

La percepción lleva a la acción

Aunque el empleo del campo visual es una habilidad técnica significativa que ayuda al guardameta a obtener toda la información posible, este debe tener en cuenta otros factores relevantes, como el marcador, el hecho de tener o no una tarjeta amarilla y la calidad del rival más cercano con balón. «Los guardametas deben decidir qué hacer en función de la trayectoria del portador del balón, el ángulo de finalización, los posibles receptores en caso de pase y su propia posición con respecto al rival más cercano», añade Antonio García.

Firuz Bekmurodov fue un portero excepcionalmente activo en la participación mundialista de su selección, puesto que intentó 17 acciones defensivas en los tres encuentros que disputó Tayikistán y superó en ocho al segundo guardameta que más acciones defensivas registró al cabo de 42 partidos. A continuación, el segundo vídeo ilustra un ejemplo de la capacidad de Bekmurodov para leer la jugada y actuar.

Segundo vídeo: una vez que ha leído la jugada y ha percibido que no va a llegar al balón, el guardameta de Tayikistán Firuz Bekmurodov (2) retrocede al interior del área y logra una parada de mérito en un 1 contra 1 contra Portugal.

Asimismo, Antonio García hace hincapié en que no existe la técnica perfecta y que cada intervención del guardameta exige una respuesta diferente, lo que le obliga a adaptarse a la situación. Esto implica que puede optar por despejar el balón, pasarlo a un compañero o incluso protegerlo con el cuerpo hasta que salga del campo.

«¿El guardameta puede despejar el balón? ¿Puede controlar el balón y pasarlo a un compañero para que continúe la jugada, o percibir la trayectoria del balón y protegerlo con el cuerpo hasta que salga del campo?».

LA FASE POSTERIOR A LA INTERVENCIÓN

Finalmente, Antonio García va un paso más allá en el estudio de la interrelación de las acciones del guardameta, al analizar las consecuencias de cada intervención. Por ejemplo, una intervención fuera del área bien ejecutada por un guardameta puede provocar una pérdida del balón del rival y una transición ofensiva.

El entrenador de porteros de Vietnam nombra las cuatro fases de una intervención y argumenta que es importante que los guardametas las dominen para defender con acierto fuera del área. Las cuatro fases son:

  1. Prevención
  2. Vigilancia
  3. Intervención directa
  4. Consecuencias

«Normalmente, los entrenadores centran sus sesiones en la fase de intervención directa, pero olvidan la fase de vigilancia y de consecuencias. También suelen olvidar que cada acción tiene una consecuencia, con lo que es importante dominar las cuatro fases», explica.

A continuación, en el tercer vídeo, el guardameta venezolano Villalobos proporciona equilibrio defensivo a su equipo al ocupar una posición centrada en el campo mientras sus compañeros abren el juego. Su intervención ofrece continuidad al ataque de Venezuela y deja fuera de la acción a tres jugadores iraníes, lo que ejemplifica claramente por qué las consecuencias son un factor importante en la toma de decisiones de un portero.

En el cuarto vídeo, Antonio García pone un ejemplo de una situación donde el guardameta acierta en las cuatro fases. El portero tayiko, Bekmurodov, defiende el espacio fuera del área con gran pericia tras un ataque portugués. En lugar de despejar el balón, protegerlo con el cuerpo hasta que salga del campo o pasarlo a un compañero, Bekmurodov sabe que quedan pocos segundos de partido e intenta marcar él mismo, lo cual es una consecuencia de la buena ejecución de su intervención.

Tercer vídeo: Villalobos (12) ofrece equilibrio defensivo a su equipo al ocupar una posición centrada mientras sus compañeros se quedan más arriba y en posiciones más abiertas. Su intervención consiste en un pase preciso a un compañero de la zona 3, que ofrece continuidad al ataque del equipo y deja fuera de la acción a tres jugadores iraníes.
Cuarto vídeo: Bekmurodov (2) controla bien el balón y, como consecuencia de su acción, puede tirar a puerta.

PRINCIPALES CONCLUSIONES

  • La ejecución técnica de las acciones de un guardameta están interrelacionadas con su comprensión táctica del juego. Estas dos facetas son inseparables, puesto que el hecho de completar una acción con acierto depende de la percepción que tenga el guardameta de lo que le rodea antes de decidir cuál es la mejor forma de actuar. 

  • No hay dos situaciones defensivas idénticas. Por lo tanto, puede ser más efectivo entender el concepto de «buena técnica» como algo relativo a cada situación, en lugar de buscar una aplicación general.

  • Es importante que los entrenadores enseñen a los guardametas a dominar las cuatro fases de una intervención fuera del área: prevención, vigilancia, intervención directa y consecuencias. Eso los ayudará no solo a mejorar su percepción en situaciones de peligro, sino también a ser más conscientes de las consecuencias de las decisiones que toman.

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