#Torneo Olímpico Femenino de Fútbol

Cambiar la dinámica de un partido: Australia-Zambia (6-5)

FIFA, 30-7-2024

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De vez en cuando, el fútbol nos ofrece partidos que parecen desafiar toda lógica y que perduran en nuestra memoria. Descifrarlos y analizarlos puede resultar una tarea fascinante.

El Grupo de Estudio Técnico y el equipo de Perspectivas del rendimiento futbolístico de la FIFA analizan todos los partidos de los Torneos Olímpicos de Fútbol. En la segunda jornada de la fase de grupos de la competición femenina, asistieron a la remontada de Australia, que perdía por 5-2 en el minuto 56 y acabó logrando una increíble victoria por 6-5.

Gracias a una estrategia basada en las transiciones, Zambia llegó a colocarse con tres goles de ventaja, pero la reacción de Australia, que comenzó con un triple cambio en el minuto 57, acabó dándole la vuelta al marcador. En este artículo, Gemma Grainger repasa los planteamientos tácticos y los momentos decisivos que propiciaron un duelo con tintes épicos.

LA PRESIÓN Y LA TRANSICIÓN OFENSIVA DE ZAMBIA

En la primera parte, Zambia adoptó un esquema 4-4-2 y un agresivo sistema de presión individual para dificultar la salida de balón de Australia. En cuanto recuperaban el balón, las jugadoras zambianas salían al contraataque con una velocidad y potencia descomunales, siempre directas hacia la portería y sin mirar atrás. Nada más lanzar la transición, el equipo buscaba a las delanteras centro Barbra Banda (11) y Mupopo Kabange (9), que con frecuencia buscaban aislar a las defensas rivales para enfrentarse a ellas en el uno contra uno.

El factor Barbra Banda

Según Grainger, «la mayoría de las defensoras tiene problemas para enfrentarse a Barbra Banda en situaciones de uno contra uno, ya que, a su velocidad y variedad de movimientos para recibir la pelota, une su facilidad para ganar la espalda a la defensa, con o sin balón. Las defensas dudan si tienen que mantener la posición para ganar un metro cuando Banda viene en carrera, o si deben acercarse para intentar recuperar el balón cuando se quedan cara a cara contra ella. La futbolista zambiana es muy peligrosa, tanto si la tienes delante como si se desmarca en profundidad. Las otras delanteras que se incorporan al contraataque también son muy rápidas y directas, y saben conducir el balón». 

«La alternativa a intentar medirse con Banda cuando tiene el balón es evitar que le llegue parando la jugada desde el inicio, pero Zambia ha aprendido a jugar muy bien hacia delante inmediatamente después de recuperar la posesión, lo que impide que las rivales tengan la oportunidad de hacer la presión tras pérdida», explica Grainger.

Transiciones rápidas 

Uno de los elementos clave de la táctica de Zambia consistió en basar su juego en las transiciones e impedir que el rival pudiera desarrollar patrones de juego ofensivos. Los datos del partido registrados por la FIFA corroboran esta afirmación: Zambia estuvo en transición ofensiva el 32 % de su tiempo sin posesión. Su estrategia también se refleja en el hecho de que la posesión estuvo «en disputa» (es decir, sin que ninguno de los equipos tuviera el control del balón) durante el 16 % del partido. Estas estadísticas representan los porcentajes más elevados de tiempo empleado en las fases de transición ofensiva y con balón en disputa, respectivamente, de todos los partidos jugados en el torneo hasta la fecha.

Grainger ha seleccionado los dos vídeos siguientes para mostrar el planteamiento de Zambia en la primera parte del partido:

«En el primer vídeo, podemos ver la presión individual que pone en práctica y que hace difícil reconocer su esquema de juego. Las jugadoras presionan intensamente de forma individual y obligan a sus rivales a pasarse el balón más rápido, lo que aumenta las posibilidades de que se produzca una pérdida. Zambia recupera el balón en zonas adelantadas y es muy directa cuando se lanza hacia la portería. Aunque el gol lo marca Rachael Kundananji (17), el desmarque de Banda es fundamental porque la central derecha australiana, Alanna Kennedy (14), piensa que puede ganarle la espalda y esa indecisión de décimas de segundo le impide llegar a cortar el avance de Kundananji con el balón».

«El segundo vídeo muestra una transición ofensiva que parte de una posición más retrasada. Zambia recupera el balón en su propio tercio defensivo y su intención es jugar hacia delante inmediatamente. La velocidad de las jugadoras que se lanzan al ataque para apoyar la conducción de Banda dificulta la persecución por parte de las defensas. Una vez más, vemos la táctica deliberada de aislar a las defensoras en situaciones de uno contra uno», subraya Grainger.

Vídeo 1: En muchas ocasiones, la presión individual de Zambia le permitió recuperar el balón en el campo de Australia.
Vídeo 2: Durante las transiciones ofensivas, las jugadoras de Zambia emprendieron veloces carreras hacia delante que pillaron descolocada a la defensa australiana.

AUSTRALIA RECURRE A LOS CAMBIOS

En el minuto 57, con 5-2 en contra en el marcador, el seleccionador australiano Tony Gustavsson hace un triple cambio: entran al terreno de juego Michelle Heyman (2), Kaitlyn Torpey (3) y Clare Wheeler (17). Solo 18 segundos después, Australia anota un gol tras una jugada en la que las tres suplentes tuvieron una participación destacada.

Vídeo 3: Las suplentes de Australia que entraron en el minuto 57 tuvieron una influencia inmediata en el desarrollo del partido.

En palabras de Grainger, «las sustituciones y los ajustes tácticos que ordenó Gustavsson cambiaron radicalmente la dinámica del encuentro. Presenciarlo fue fascinante. En la primera parte, Australia trató de imponer su juego a través de Kyra Cooney-Cross (8), pero esa estrategia favoreció a Zambia, que se anticipaba y organizaba su presión en consecuencia. De hecho, al principio del encuentro, Australia creó más peligro cuando hizo un juego más directo. Y solo cuando se vio con un 5-2 en contra en el marcador, empezó a igualar la intensidad de Zambia, jugó hacia delante con más velocidad e intentó buscar la espalda de la defensa más rápidamente».

El cambio de posición de Catley

En la primera parte, la capitana de Australia, Steph Catley (7), jugó como lateral izquierda clásica. Su misión era jugar adelantada y abrirse a la banda en la fase de construcción del ataque. Las delanteras Caitlin Foord (9) y Mary Fowler (11) se desplazaron a su lado del terreno de juego para fijar a las defensoras del costado derecho de Zambia. Al mismo tiempo, Emily Van Egmond (10) retrasaba su posición para intentar descolocar a las líneas medular y defensiva de Zambia. La táctica de Australia de crear superioridad numérica en la banda izquierda se ve claramente en las siguientes imágenes.

Aunque este planteamiento de Australia tuvo cierto éxito durante los primeros 56 minutos del partido, la función de Catley cambió tras la triple sustitución, tal y como explica Grainger:

«Tras los cambios, Catley pasa a ocupar una posición más interior cuando Australia elabora la jugada de ataque, mientras que la delantera Mary Fowler (11) se abre a la banda para ocupar el lateral derecho. Estas modificaciones se pueden apreciar en la jugada del vídeo 4, en la que la extremo Caitlin Foord (9) fija a la central derecha de Zambia, Michelle Heyman (2) hace lo propio con la central izquierda y Kaitlin Torpey (3) mantiene ocupada a la lateral izquierda. Desplazar a Foord hacia el centro para jugar un 4 contra 4 frente a la zaga zambiana (lo que supuso, en la práctica, crear cuatro situaciones de uno contra uno), permite aislar a las defensoras rivales y aprovechar los espacios que dejan a su espalda. Antes de pedir el balón, Catley se mueve con inteligencia para recibirlo con espacio y, a continuación, envía un pase con mucha rapidez para dar a sus compañeras la oportunidad de correr en profundidad».

El hecho de desplazar a Catley hacia el interior y a Foord a una posición más central maniató a Zambia. Sus defensas se vieron obligadas a actuar de forma diferente y no pudieron ejecutar la presión alta que tan buenos resultados les había dado en la primera parte.

Vídeo 4: Partiendo de una posición interior, Catley (7) recibe con espacios y envía rápidamente el balón a la espalda de la línea defensiva de Zambia.

LA INTENSIDAD DE AUSTRALIA

La intensidad del juego de Australia aumentó después de que marcara el 5-3. Para medir ese incremento de la intensidad, pedimos a nuestro equipo de Perspectivas del rendimiento futbolístico que separara los datos del partido anteriores y posteriores a la triple sustitución (0-56 minutos frente a 57-90 + 9 minutos). De este modo, podemos saber exactamente cómo cambió la dinámica del encuentro después de que las Matildas ajustaran su táctica. 

El cambio de la dinámica

La dinámica es un factor intangible, pero potencialmente decisivo, en el devenir de un partido de fútbol y puede cambiar en cualquier momento a raíz de una intervención, un incidente o un suceso que altere el rumbo del encuentro. Estas circunstancias pueden romper la dinámica de un equipo en un momento dado, independientemente de que esa dinámica sea positiva o negativa.

Como podemos ver en el siguiente gráfico, la comparación de las estadísticas de Australia durante los primeros 56 minutos con los datos de los más de 33 minutos posteriores muestra un notable aumento del empuje ofensivo del conjunto de Tony Gustavsson en el último tramo del encuentro. Por ejemplo, en los primeros 56 minutos, completó doce rupturas de la línea defensiva frente a las diez que logró en el bloque de tiempo —más corto— posterior a las sustituciones, por lo que el número de rupturas de línea por minuto fue superior al del primer tramo del partido. Las cifras de balones recibidos a la espalda de la línea defensiva de Zambia muestran la misma tendencia.

La frecuencia de las internadas en el último tercio también aumentó a partir del minuto 56, así como el número de centros con el balón en movimiento.

«La dinámica cambió tras el gol que supuso el 5-3 —afirma Grainger—. Tres minutos después, el VAR anuló un gol a Australia, pero solo cuatro minutos más tarde, las australianas volvieron a marcar, de modo que en el minuto 65 todo estaba por decidir (5-4). Australia se mostró como una selección poderosa en acciones a balón parado y, aunque Zambia contribuyó con algunos errores defensivos que tendrá que analizar, lo cierto es que se podía ver el cambio en la confianza de las jugadoras de Gustavsson. Australia tenía una dinámica positiva y Zambia no era capaz de recuperar el aplomo defensivo que había mostrado al principio». 

A falta de doce minutos para el final y tras una magnífica fase de posesión en ataque, Catley marcó de penalti para igualar el marcador (5-5). El gol de la victoria llegó en el minuto 90 y lo anotó Heyman, una de las suplentes, al aprovechar una asistencia de Catley.

«La jugada del gol de la victoria ilustra el cambio en la intensidad de Australia —subraya Grainger—. Como vemos en el vídeo 5, la velocidad, agresividad y disciplina en la presión y en la presión tras pérdida fueron muy elevadas, teniendo en cuenta que era el minuto 90 de un partido con mucho desgaste de energía». 

«En cuanto recuperan el balón, juegan hacia delante y Catley recibe, con espacios, en una posición interior. Australia tiene cuatro jugadoras por delante del balón y, además, cuentan con ventaja posicional frente a la descolocada defensa de Zambia. Cuando Heyman recibe el balón en profundidad, lo envía al fondo de la portería con un remate al primer toque, demostrando una gran serenidad en un momento trascendental para su equipo», destaca Grainger.    

Vídeo 5: Australia imprime intensidad y determinación a su juego justo antes de marcar el gol de la victoria contra Zambia.

RESUMEN

La presión individual de Zambia propició contraataques rápidos y contundentes que le permitieron aprovechar las virtudes de sus delanteras.  Era el escenario perfecto para Barbra Banda, que marcó un triplete y dio una asistencia para situar a la selección africana con una ventaja aparentemente decisiva (5-2). Al mismo tiempo, la sucesión de transiciones que caracterizaba el partido impidió a Australia imponer su juego, basado en la posesión. 

Sin embargo, una triple sustitución resultó ser el detonante que rompería el partido y cambiaría la dinámica a favor de Australia. Además de introducir los cambios de jugadoras, el seleccionador australiano, Tony Gustavsson, optó por un planteamiento más ofensivo para buscar con más velocidad los espacios a la espalda de la defensa zambiana y modificó la posición de la lateral izquierda Steph Catley. Estos factores, unidos al desplazamiento de Foord a una posición más centrada, permitieron que Australia aumentara la intensidad de su juego, tanto con la posesión del balón como sin ella, y dieron la vuelta al curso del partido. Las Matildas marcaron cuatro goles en 33 minutos para lograr una victoria histórica por 6-5.

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