#Evaluación de la fase de grupos

Grupo A: Francia, Canadá, Colombia y Nueva Zelanda

Anna Signeul, miembro del GET, 1-8-2024

FIFA
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En este artículo, Anna Signeul comparte sus impresiones sobre el grupo A. Sus observaciones se acompañan de datos sobre las fases con posesión y sin posesión.

Antes del torneo, la anfitriona Francia y Canadá —la campeona vigente— eran las dos selecciones favoritas del grupo A y ambas se clasificaron para los cuartos de final junto con Colombia, que pasó como una de las dos mejores terceras de la fase de grupos. Las canadienses ganaron sus tres partidos y terminaron segundas de grupo. Por otra parte, la victoria de Colombia ante Nueva Zelanda (2-0) en la segunda jornada fue fundamental para que el conjunto sudamericano lograra el pase a la siguiente fase.

Francia

Con balón, Francia mostró un juego de ataque dinámico, sobre todo cuando imponía un ritmo alto. Las defensas rivales tuvieron muchas dificultades para responder a los constantes movimientos y rotaciones de las jugadoras francesas, cuyos recursos técnicos y la calidad de sus controles les permitieron imprimir velocidad y dinamismo a sus acciones al acercarse al último tercio. El equipo destacó por la gran variedad de sus ataques y, gracias a la posición adelantada de las laterales, pudo crear infinidad de situaciones de superioridad numérica en las bandas. La elaboración de las jugadas contó con el apoyo de las delanteras y centrocampistas ofensivas, que se desmarcaban constantemente para recibir el balón a la espalda de la línea defensiva rival. Además, la ariete Marie-Antoinette Katoto (12), que se perdió la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023™ por lesión, demostró estar totalmente recuperada y marcó cuatro de los seis goles de las anfitrionas.

Cuando perdía el balón, Francia ejecutaba una intensa presión tras pérdida para recuperar la posesión lo antes posible. También intentaba presionar directamente en zonas adelantadas para dificultar la salida del balón del equipo contrario. Con mucha frecuencia, esta presión acababa forzando un error de las rivales o les obligaba a enviar balones en largo.

Canadá

La vigente campeona olímpica empleó distintos esquemas en la fase de grupos, dando muestras de una gran flexibilidad táctica cuando tenía la posesión. En los tres encuentros disputados, la selección varió entre el 3-4-3, el 4-2-3-1 y el 3-5-2, adaptando el sistema al rival y a la situación del partido. La capitana Jessie Fleming (17) fue una jugadora clave, que no solo dirigió el equipo, sino que también marcó el gol del empate contra Francia. En ataque, Canadá se mostró especialmente peligrosa cuando elaboró el juego por las bandas.

En la fase defensiva, el conjunto canadiense no fue fácil de superar, ya que se colocaba en un bloque 4-4-2 y cerraba los espacios por las zonas centrales, forzando a las rivales a jugar por fuera. Además de su poderío físico, Canadá ha demostrado una gran capacidad de resistencia en este torneo, algo que le vendrá muy bien para afrontar la fase de eliminación directa. Su defensa es un bloque sólido y compacto, reforzado por las grandes dotes de liderazgo de la central Kadeisha Buchanan (3).

Colombia

La selección de Colombia tiene un nivel técnico excelente y cuenta con grandes individualidades, como demostró en la fase de grupos. La figura de la delantera Linda Caicedo (18) tuvo mucha influencia en el juego. Posee una gran inteligencia futbolística y mucha habilidad para conducir el balón en carrera y superar a las defensas en el uno contra uno, por lo que reúne las cualidades necesarias para echarse el equipo a la espalda a la hora de atacar. Colombia elaboró el juego con paciencia y, por lo general, estuvo cómoda con la posesión, haciendo circular el balón por zonas centrales antes de avanzar por las bandas. Cuando llegaban al último tercio, sus jugadoras tendían a atacar de forma directa y procuraban introducir el balón en el área con velocidad, ya fuera mediante centros rápidos o conduciendo la pelota y regateando a las defensas.

Sin la posesión, el conjunto sudamericano se defendió con un esquema 4-4-2, preferiblemente en bloque medio, y recurrió a la presión directa cuando el avance de las rivales superaba unos puntos de referencia determinados. En la transición ofensiva, Colombia varió su juego en función de la zona donde recuperaba el balón y de los espacios disponibles, pero en muchas ocasiones intentó que la jugada progresara por medio de las futbolistas de banda o mediante pases en profundidad para jugadoras que llegaban en carrera desde atrás.

Nueva Zelanda

La selección de Nueva Zelanda, una buena mezcla de jugadoras veteranas y jóvenes promesas, volvió a dar muestras de una buena organización sobre el campo y de la evolución de su juego. Una de sus principales estrategias ofensivas consistió en llevar el balón a las bandas, donde cuentan con jugadoras capaces de superar a las defensoras en el uno contra uno y de enviar buenos centros al área. En el último tercio, las dos delanteras centro ofrecieron opciones distintas para sus compañeras: una de ellas pedía el balón al pie, mientras la otra prefería desmarcarse a la espalda de las rivales. Además, el conjunto neozelandés se mostró especialmente poderoso en las acciones a balón parado en el tercio de ataque.

Sin el balón, Nueva Zelanda se comportó como un bloque compacto y cohesionado, capaz de conservar el esquema defensivo independientemente de la zona del campo en la que se encontrara. El compromiso absoluto de todas las jugadoras para recuperar ese esquema durante las transiciones fue admirable, así como el liderazgo, la experiencia y las dotes de comunicación de las defensas Catherine Bott (4), Katie Bowen (14) y Rebekah Stott (13).

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