Metodología
La intención: ¿qué se practica?
El objetivo de este partido reducido es mejorar las habilidades de los jugadores para superar a un adversario directo en un sistema de marcaje individual. El ejercicio pone énfasis en el desarrollo de habilidades individuales, como la capacidad de tomar decisiones rápidas y deshacerse de un defensor directo. Los futbolistas deben pegarse al rival al que están marcando para impedir que se gire o juegue hacia adelante. Un aspecto clave del ejercicio es el seguimiento eficaz de los jugadores que bajan a recibir o hacen desmarques a la espalda de la defensa. Los jugadores del equipo con la posesión deben ser atrevidos a la hora de encarar a los defensores con el fin de crear oportunidades de ataque. Se les anima a encontrar formas de liberarse de su marcador y brindar opciones de pase al compañero que conduce el balón. Además, deben emplear movimientos impredecibles, como desdoblamientos o cambios repentinos de dirección, para engañar a los oponentes y crear espacios
Dimensión: ¿para quién está diseñado este ejercicio?
Este partido reducido se centra en el desarrollo individual del jugador, con especial atención a las situaciones en las que debe superar un marcaje individual durante la fase de construcción del juego. Es especialmente relevante para jugadores que se enfrentan a este tipo de marcajes, cuyo objetivo es impedir el avance del balón, con asiduidad. El ejercicio se centra principalmente en los delanteros y centrocampistas, que suelen ser los jugadores clave en un sistema de marcaje individual. Estos jugadores deben ser creativos y encontrar soluciones efectivas para liberarse de sus marcadores. Por ejemplo, tienen que realizar desmarques en el momento oportuno para abrir carriles de conducción para el jugador en posesión del balón que generen espacios y oportunidades para avanzar en el juego.
Tipo de entrenamiento: ¿en qué consiste?
El ejercicio consiste en un partido reducido con oposición, que ofrece repeticiones variables para que los jugadores practiquen cómo superar el marcaje directo mediante movimientos inteligentes y habilidades de conducción. El reducido tamaño del área de juego, sumado a la reanudación por parte de los porteros, anima a los jugadores a encontrar soluciones rápidas para avanzar con el balón y finalizar los ataques de manera eficiente. Los porteros tienen un máximo de tres toques y solo pueden recibir el balón una vez por ataque, lo que obliga al equipo en posesión a ser proactivo y progresar, en lugar de mantener la posesión sin un propósito claro. Esto fomenta de forma natural situaciones de 1 contra 1 y limita la capacidad del portero para generar ventajas numéricas.
Plan de la sesión
Organización
-
Delimitar una zona de 30 x 30m.
-
Colocar una portería de dimensiones reglamentarias en cada extremo de la zona delimitada.
-
Situar un guardameta en cada portería.
-
Dividir el grupo en 2 equipos de 4 jugadores.
Explicación
-
Uno de los guardametas da inicio al ejercicio.
-
El equipo con la posesión intenta marcar en la portería contraria.
-
El equipo sin posesión aplica un marcaje individual.
-
Si el grupo que no tiene la pelota la recupera, los equipos intercambian sus papeles.
-
Los guardametas tienen un límite de tres toques y no pueden marcar goles.
-
Los jugadores solo pueden pasar el balón al portero una vez por ataque.
-
Cada vez que se marca un gol, el juego se reinicia desde la portería del equipo que acaba de anotar.
Principios básicos