Formar a los futbolistas del mañana

Arsène Wenger es una voz autorizada para hablar de la formación de los futbolistas del mañana. Después de entrenar durante décadas al más alto nivel, Wenger ejerce actualmente como director de la División de Desarrollo del Fútbol Mundial de la FIFA. En esta entrevista, repasa las cualidades fundamentales que, a su juicio, deben reunir los futbolistas para llegar a lo más alto. El fútbol es un deporte que está en constante evolución, y Wenger valora de qué manera va a cambiar en los próximos años. Hace hincapié en la técnica y destaca que hay que seguir desarrollando algunos aspectos básicos del juego, como la precisión de los pases y el arte de saber cuándo regatear. Los grandes jugadores poseen numerosas competencias que les permiten destacar en el fútbol moderno, pero, como explica el técnico, existen algunas especialmente relevantes:

• Absorber información antes de recibir el balón.

• Analizar y evaluar esta información.

• Utilizar esta información para anticiparse y tomar decisiones con rapidez.

• Tener una buena visión en profundidad para superar las líneas rivales y ser capaz de ver más allá de los compañeros más próximos.

• Ser flexible a la hora de tomar una decisión, en caso de que cambie la situación.

• Poseer las cualidades técnicas y físicas necesarias para ejecutar una decisión con precisión (p. ej. la capacidad para salir de la presión y sortear rivales con el balón pegado al pie). 

• Tener la voluntad de asumir riesgos calculados (p. ej. intentar dar un pase entre líneas o atreverse con el 1 contra 1).

• Tener interés por reflexionar sobre el resultado de las decisiones y aplicar lo aprendido en los siguientes partidos.

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Las competencias básicas que deben reunir los grandes futbolistas
Wenger destaca la estrecha relación que deben tener los jugadores con el balón: «Tiene que ser su amigo, y deben estar preparados para recibirlo en cualquier momento». Los futbolistas han de ser rápidos y dinámicos a la hora de tomar decisiones y saber cuándo hay que conducir el balón y cuándo es preferible pasarlo. También señala que los futbolistas deben estar bien preparados físicamente, destacar en los ámbitos técnico y táctico y, a ser posible, dominar ambas piernas.

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Cómo será el fútbol en el futuro
En los últimos diez años, los avances principales que se han producido en el fútbol han sido físicos. Wenger considera que, en el futuro, se prestará más atención a las apartados técnico y psicológico, en particular, a lidiar con momentos de estrés y presión durante los partidos. La visión de los jugadores será más rápida y, al ser capaces de analizar mejor lo que sucede a su alrededor, estarán mejor preparados para salir airosos de situaciones difíciles.

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La importancia de la técnica
La técnica es importante, porque es la expresión del talento de los futbolistas. Wenger indica que, del mismo modo que un escritor con un vocabulario limitado no podrá expresar lo que piensa, un jugador sin una buena técnica no podrá ejecutar lo que desea hacer, aun cuando sepa analizar bien las distintas situaciones. A continuación, subraya que el fútbol es, por encima de todo, un deporte técnico. Puesto que no es natural jugar al balón con los pies, hay que educar el cerebro para que estos aprendan a ejecutar las órdenes que reciben. Si no existe esta conexión, la técnica se verá limitada.

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Desarrollar la técnica a un nivel todavía superior
Wenger expone la idea de que, en el fútbol, los equipos deberían aspirar a tener once futbolistas con una técnica perfecta. Confía en que el nivel técnico del fútbol siga mejorando en los próximos diez años, en particular en lo que a conducir el balón y dar pases precisos se refiere. Cita a Lionel Messi y a Diego Maradona como ejemplos, y sostiene que todos los futbolistas deberían ser capaces de correr con el balón pegado al pie y dar pases precisos y peligrosos incluso en carrera. Wenger los considera ámbitos en los que se debe seguir trabajando.

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La relación entre la ejecución técnica y la toma de decisiones
Wenger explica que la calidad técnica es lo que permite a los futbolistas poner en práctica sus decisiones. Con esto se refiere a que, antes de dar un pase o ejecutar un remate y, en definitiva, antes de decidir qué hacer a continuación, los jugadores deben analizar la situación a la que se enfrentan. Wenger añade que es fundamental tener flexibilidad a la hora de tomar decisiones, porque los futbolistas se deben adaptar a los cambios que se producen constantemente en torno a ellos en el terreno de juego. En el momento en que ya saben cómo tomar la decisión correcta y tienen el nivel técnico suficiente para ejecutarla en el campo, los futbolistas disponen de todo lo necesario para triunfar.

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Mejorar las prestaciones de los jugadores
Además de las virtudes, también cabe analizar los puntos débiles de los jugadores para que sigan mejorando. Wenger afirma que, a veces, los futbolistas saben detectar sus propios errores y corregirlos. Sin embargo, en otras ocasiones, necesitan un experto para analizar por qué sufren más en determinadas situaciones y ofrecerles soluciones que les permitan mejorar.

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Desarrollar la capacidad de absorber y procesar la información
Wenger comenta que los mejores futbolistas son aquellos que absorben más información en los diez segundos previos a recibir el balón. Para mejorar en este aspecto, es conveniente realizar ejercicios que obliguen a los jugadores a analizar lo que ocurre a su alrededor. De este modo, podrán mejorar su capacidad para absorber información en los instantes previos a recibir la pelota. Wenger asegura que este será un factor importante en el futuro del fútbol, porque hará que los jugadores tengan más recursos para salir de las situaciones de presión, puesto que podrán tomar decisiones con más rapidez y ser más eficientes gracias a su técnica.

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Visión en profundidad
Esto es lo que Wenger denomina «visión tridimensional», que implica saber ver con qué profundidad se puede enviar el balón en una zona muy poblada sin que el rival tenga opción de llegar a él. Cuando el ataque avanza hasta la mitad del equipo rival, el juego cambia completamente: al igual que sucede en el balonmano, abrir el campo y aprovechar toda su anchura, además de buscar espacios entre líneas y desmarcarse a la espalda de la defensa, se vuelve fundamental. Los futbolistas capaces de combinar con sus compañeros en estas circunstancias tendrán una visión aguzada, además de la capacidad de tomar decisiones con rapidez. Wenger apunta que la visión en profundidad es una cualidad que se puede desarrollar a una edad temprana, pero que también se puede pulir más adelante en los entrenamientos.

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Entrenamientos eficaces
Wenger considera que toda sesión de entrenamiento debe incluir tres ingredientes. El primero es desarrollar el apartado técnico del fútbol, como son los regates, los pases o el control del balón. Después está el elemento táctico, que ayudará a mejorar aspectos como la visión de juego y la toma de decisiones. Por último, hay que reservar al menos 20 minutos para que los futbolistas jueguen al fútbol y se puedan expresar con libertad.