En los dos artículos anteriores de la serie «Marco de entrenamiento», Arsène Wenger, director de Desarrollo del Fútbol Mundial de la FIFA, hablaba sobre el Programa de entrenadores de talentos y sus objetivos, y sobre el perfil del jugador del futuro. En esta ocasión, hacemos hincapié en los fundamentos formativos del programa y analizamos de qué manera su énfasis en el «aprendizaje en espiral» determina el proceso de desarrollo a largo plazo. Arne Barez, responsable de contenidos de fútbol de la FIFA, nos ofrece un esclarecedor análisis sobre esta cuestión en el siguiente vídeo.
¿Qué es un plan de formación en espiral?
Un plan de formación en espiral es un concepto educativo en el que el aprendizaje se organiza por «acumulación», aprovechando los conocimientos y competencias adquiridos anteriormente. La estrategia consiste en recordar conceptos clave en diferentes etapas del proceso de aprendizaje, cada vez con un nivel mayor de complejidad y profundidad. Se buscará introducir cuestiones fundamentales en un primer momento para luego retomarlas y ampliarlas en fases formativas posteriores.
Principios fundamentales:
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Experiencia de aprendizaje completa: se presenta a los jugadores una serie de conceptos fundamentales desde el inicio de su formación.
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Repetición y refuerzo: se retoman ideas en múltiples ocasiones para intensificar el aprendizaje y asentar la comprensión con cada repetición.
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Complejidad en aumento: cada repetición introduce un nivel de complejidad superior, o detalles adicionales, lo que permite a los jugadores en formación profundizar en cada concepto.
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Progresión continua: el aprendizaje avanza en forma de espiral, lo que garantiza un desarrollo de capacidades y conocimientos continuo e interconectado.
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Aplicación de los conocimientos: se fomenta que los jugadores en formación apliquen a situaciones nuevas competencias previamente adquiridas, lo cual favorece un acercamiento más integral y práctico a este deporte.
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Personalización: la formación en espiral puede adaptarse a diversos ritmos; de este modo, cada jugador podrá asimilar conceptos a su propio ritmo.
A menudo, esta estrategia contrasta con la formación lineal, en la que los conceptos se enseñan y se repiten solo una vez. El aprendizaje en espiral se considera beneficioso para la retención de información a largo plazo, ya que se basa en la repetición y el refuerzo constantes de conceptos fundamentales.
¿Cómo se aplica el aprendizaje en espiral en el fútbol?
El modelo en espiral sirve como marco de desarrollo del jugador simplificado a la vez que integral, en el que cada nivel representa un grupo de edad distinto. Este plan de formación, que parte de los principios futbolísticos clave de anotar tantos y de evitar recibirlos, se centra en ocho objetivos específicos entre los que se encuentran el mantenimiento de la posesión, la elaboración de jugadas y la generación de ocasiones de gol. Al comparar el Programa de entrenadores de talentos con otros métodos más tradicionales, se observan varias diferencias fundamentales:
1. Estructura de aprendizaje cíclico
El Programa de entrenadores de talentos estructura el aprendizaje en torno a una serie de ideas u objetivos básicos comunes a todos los grupos de edad. Esta estrategia cíclica permite que los conceptos se entiendan y dominen en mayor medida, ya que los jugadores van superando diferentes etapas de aprendizaje. Los planes de formación tradicionales, por el contrario, suelen seguir una secuencia de aprendizaje lineal, y conceden prioridad a las capacidades técnicas aisladas en las etapas iniciales, para posteriormente introducir de forma gradual ejercicios más complejos inspirados en situaciones de partido.
Nota: pese a que los conceptos que se busca transmitir son los mismos en todos los grupos de edad, los ejercicios prácticos se ajustan al nivel de desarrollo de cada jugador. De este modo, se expone a los jugadores a desafíos adecuados a su edad, y a oportunidades para crecer y avanzar gradualmente en su proceso de desarrollo como futbolistas.
2. Inspiración en el juego real
El plan de formación en espiral del Programa de entrenadores de talentos adopta la filosofía de replicar el juego real y de priorizar en tareas y ejercicios con gran utilidad práctica para cada grupo de edad. Se hace hincapié en la resolución de problemas tácticos, en la toma de decisiones y en la ejecución técnica dentro del contexto dinámico de un partido. Los planes de formación tradicionales, por el contrario, suelen fragmentar la práctica del fútbol en los planos técnico, táctico, físico o mental, y en ocasiones pasan por alto la manera en que estos aspectos interactúan dentro del contexto general de un partido.
3. Aprendizaje centrado en el jugador
El Programa de entrenadores de talentos sitúa al jugador en el centro del proceso de formación, y adapta sus enseñanzas en función de las necesidades y el nivel de desarrollo de cada jugador. Conviene que los entrenadores evalúen continuamente los progresos de los futbolistas, y que, en función de los resultados obtenidos, adapten sus métodos formativos. Los métodos tradicionales, por su parte, tienden a adoptar un enfoque más centrado en el entrenador, en el que se unifican enseñanzas y que resulta menos flexible ante las necesidades específicas de cada jugador.
¿Cuál es la función del entrenador?
El entrenador desempeña un papel fundamental al facilitar el proceso de aprendizaje en el marco del plan de formación en espiral, y tiene ante sí el desafío de conseguir que los jugadores «asciendan» en esa espiral, en lugar de estancarse en conductas y ejercicios repetitivos. Es responsabilidad del entrenador acompañar en este crecimiento reconociendo los límites de aprendizaje de los futbolistas, y ayudándolos a superarlos. Para ello, deberá analizarlos al detalle, evaluar su rendimiento en función de las exigencias de los partidos e intervenir en los entrenamientos para transmitirles cómo pueden cumplir con dichas exigencias, a nivel individual, en bloque y en equipo. Los entrenadores de talentos siguen un proceso estructurado de planificación, ejecución y revisión para favorecer el desarrollo de los jugadores:
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Observar y analizar el rendimiento
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Fijar objetivos de aprendizaje
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Planificar y llevar a cabo intervenciones
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Revisar, analizar y evaluar
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Modificar y repetir
¿Cómo ayudan al desarrollo las estructuras futbolísticas?
Es vital reconocer que existen muchas estructuras y mecanismos intrínsecos al fútbol que, cuando se aprovechan adecuadamente, facilitan el aprendizaje cíclico al generar entornos cada vez más exigentes.
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Continuidad en el entrenamiento y las oportunidades de juego: el desarrollo se consigue con una participación frecuente, y todos deben contar con oportunidades regulares de jugar para una mejora continua de sus capacidades.
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Formatos competitivos adecuados a cada edad: los terrenos de juego más pequeños y los equipos más reducidos pueden facilitar la participación de los jugadores más jóvenes al adaptarse mejor a sus capacidades. Los entrenadores pueden optar por agrandar el campo gradualmente para ir incrementando la complejidad del juego.
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Estructura de las competiciones y oportunidades de desarrollo: asignar a los jugadores a según qué equipos y competiciones en función de sus capacidades es un aspecto fundamental que beneficia a su crecimiento. Agrupar a jugadores con un nivel similar (ya sea en ligas locales, federaciones regionales o selecciones nacionales juveniles) favorece la creación de un entorno propicio para la mejora colectiva.
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Maduración: Los jugadores, en su proceso de crecimiento tanto físico como mental, se enfrentan a nuevos desafíos y oportunidades de desarrollo. La maduración supone un incremento intrínseco de las capacidades futbolísticas, lo que permite contar con mejores recursos que en anteriores etapas.
En breve les ofreceremos el próximo artículo.